Re Zero Ayamatsu-El arzobispo que se volvio un heroe

Reencuentro nefasto

???: Una gota de veneno. . . dos gotas de veneno. . .

Pequeñas gotas de veneno intercambiaban sus lugares del cuerpo de una medusa a otra una y otra vez por el capricho de su nueva ama, las gotas manchaban y teñían la pecera donde dos medusas se hospedaban actualmente de un azul mas oscuro dándole un toque amenazante al agua en la que convivían las 2 mabestias con aspecto de medusas

Meili: Esto se considerara algo lascivo en su especie? 

Meili Portroute, la domadora de mabestias bajo el cuidado del arzobispo de la soberbia y la cazadora de entrañas, veía de forma desinteresada y muy aburrida como 2 de sus nuevas mascotas intercambiaban contacto con sus tentáculos, parecía no poner atención a lo que estaba haciendo pero mientras molestaba a las medusas desde fuera de la pecera con su mano derecha, la mano izquierda sostenía un tubo de ensayo conteniendo el agua contaminada con el veneno de las medusas, su infierno especial con mamá se baso en sacar a relucir todo el potencial de su protección divina, desde la piel de un Wapig hasta los colmillos de un Wolgarm, ella sabia como extraer, usar y aprovechar la mayoría de las partes del cuerpo de una mabestia

Meili: Tiempo de infección, 2 minutos. . .  Tiempo de efectividad. . . 5 minutos 

No era la primera vez que trataba con el veneno de una mabestia, la serpiente ubicada en la parte trasera de su Guiltylowe o las Arkalb que actualmente cuidaban la mansión Roswall, la manipulación y prueba de venenos de origen animal no era algo nuevo para ella, al lado de la pecera, privada de su propia vida y en proceso de putrefacción había una rata de la cual espuma blanca salía de su boca con ojos al borde de sus cuencas manchadas por las lagrimas causadas por el dolor infernal que sufrió 7 minutos atrás

Meili: Al entrar en contacto con la piel tienen que pasar 2 minutos para que el objetivo quede inmovilizado y durante 5 minutos el cuerpo del objetivo empezara a morir lentamente, los aspectos únicos de este veneno son la espuma que el cuerpo expulsa al contacto con ellos y el estado de sus ojos al terminar el tratamiento. . . que pasatiempo tan aburrido

Revisar y probar un veneno no era algo tan fácil pero a Meili le servía como forma de matar el tiempo en lo que su hermana volvía con el almuerzo de hoy pero aun así estaba muy aburrida, jugando con el cadaver de la rata con un pequeño cuchillo, Meili finalmente no sabia como lidiar con su aburrimiento, las paginas de sus libros de colores ya estaban todas llenas y para colmo las puntas de los lápices estaban rotas

Meili: Que es lo que me dijo Subaru que hiciera cuando ya no necesitara uno de estos?. . . ah si

Un libro viejo de tapa negra salió del manto de Meili, un libro que para los habitantes de ese mundo era la características principal de los seres mas repugnantes y sádicos de ese mundo, un evangelio, que descansaba en las manos de la pequeña niña aburrida, pero, como termino un libro con esa descripción en las manos de alguien como Meili?

 Meili: Si mis pasatiempos son considerados raros no quiero saber que pensarían de los tuyos Subaru

Preparar su reserva personal de mayonesa desde la mañana de todos los viernes por 12 horas seguidas, pasar todo el tiempo que pueda ayudando a su ama de una manera que parece obsesiva pero con el suficiente control para alejarse si se lo piden y el origen de ese regalo, el arzobispo de la soberbia coleccionaba evangelios recolectados de los múltiples cadáveres de los cultistas que se oponían a su objetivo, en la mente de Meili, Elsa se quedaba con las entrañas, Subaru con la felicitación a su persona de parte de Emilia y ella era mimada junto a Beatrice y algunas veces Petra por aquel conocido también por el titulo [Lolimancer] 

Un día, Meili se encontraba aburrida sin nada que hacer en una misión como la actual por lo que Subaru en un intento de entretenerla le obsequio un evangelio y una caja de colores y así el libro encargado de darle ordenes crueles y sádicas a malditos locos que estarían dispuestos a matar a cualquiera que estorbara en sus egoístas deseos se convirtió en el libro de dibujo personal de una niña pequeña, un golpe en el orgullo del culto de parte del arzobispo de la soberbia