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3. Tentación (3)

3. Tentación

¿Es mejor quedarse quieta como una rata muerta o recopilar información? Jae-ha lo pensó, revisó su ropa y salió del dormitorio. Mientras se dirigía al lugar decorado como un salón, donde había escrito el contrato con Heathran, el sonido se hizo cada vez más fuerte. La puerta estaba ligeramente abierta, así que podía escuchar la conversación de las personas si se acercaba un poco.

— ¿Tengo que ocuparme de los dos? El asunto de los del territorio de Koufen, y sobre el conde de Gloria...

— No se siente bien. Puede que no lo tomes en serio si lo consideras obra del Conde, pero ten en cuenta que sucedió casi al mismo tiempo que el caso de los Koufen. Esto también puede ser obra de magos negros. Así que, con excepción de Albert y Hoshein, debería haber alguien que sea experto en magia curativa y que pueda derrotar a un Mago Negro en caso de que esté escondido.

— Sí, pero...

— O tal vez hay otra razón por la que eres reacio a hacer un viaje de negocios... winkio.

— ¡Zephyr, espera un minuto!

Tan pronto como escuchó la extraña palabra Winkio, Jae-ha sintió como si todo su cuerpo estuviera atado con fuerza por una cuerda invisible. La puerta se abrió de par en par. Además de Heathran, que parecía avergonzado, había un hombre extraño que la miraba con calma. Tenía cabello rubio y ojos escarlata, y Heahtran lo llamó "Zephyr", presumiblemente era Zephyros, uno de los dueños de las subtorres de la Torre Roja.

— Vamos, no te sorprendas. Es solo un simple hechizo de trampa. Libera.

Heathran, habló como para calmarla y canceló la magia. Y la escondió detrás de su espalda para proteger a Jae-ha.

— ¿Qué te pasa haciendo ese tipo de magia? ¡Y a un civil!

— Simplemente sentí a la presencia de alguien más y me preparé para cualquier contingencia. Si hubiera sabido de antemano que era la amante del Señor de la Torre, no habría actuado de manera tan grosera. Lo siento, Señora. Mi nombre es Zephyros Regner, el dueño de la sub-torre. Sinceramente pido disculpas por mi juicio precipitado y mi rudeza.

Zephyros sonrió como si estuviera avergonzado, bajó un poco la cabeza y se disculpó. Los hombros de Jae-ha temblaban. La voz de Zephyros era dulce, su tono educado y sus modales despreocupados, pero a Jaeha no le agradó. No fue solo porque usó magia contra ella sin aviso. Sino porque aunque sonreía, sus ojos escarlata la hacían sentir un escalofrío desconocido.

De alguna manera, era un hombre duro, pero Jae-ha se las arregló para responder sin fruncir el ceño.

— No soy su amante, solo soy su asistente que lo está ayudando con su investigación. Soy Yoon Jae-ha. Escuché un ruido fuerte, así que me acerqué a ver y sin querer los sorprendí. Lo siento.

Fue una respuesta tranquila. Cuando Zephyros la escuchó, se dio cuenta de tres cosas.

La mujer frente a él tenía rastros de magia de interpretación. En otras palabras, la mujer es capaz de hablar el idioma del Imperio. El nombre con el que se presentó tampoco le resulta familiar. Todos estos factores le han informado que ella no es al menos del Imperio Cainus.

Y ese cabello negro inusual.

Además la mujer no llamaba con honoríficos a Heathran. En otras palabras, quería decir que tenía un estatus tan alto como el de Heahtran, o incluso una asistente real, que tenía una relación bastante cercana con Heathran. Finalmente, ella no perdonó a Zephyros por sus acciones. No había ninguna expresión en sus palabras que dieran indicios de haber aceptado la disculpa de Zephyros. Por el contrario, al ella disculparse solo hizo que la posición de Zephyros fuera más difícil.