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Denki y Hitoshi llevaban ya cinco meses de relación. Iban bastante bien la verdad. Kaminari se sentía muy afortunado y feliz de estar con el ojeroso pelimorado. Mientras que de parte de Shinso, también la verdad. Ambos estaban muy felices.
Por eso, entre esa felicidad y confianza, a Denki se le vino la idea de llevar a su novio a conocer su familia. Intentando ocultar su nerviosismo, Shinso aceptó la propuesta.
一 ¿Estás listo? 一 le preguntó el rubio, cuando llegaron a las puertas de la casa de los Kaminari. Shinso se quedó procesando la situación unos segundos, guardando silencio.
一 Seh... 一 soltó no del todo seguro.
一 Les caerás bien. Lo prometo. 一 le guiñó el ojo. Era obvio que el pelivioleta no se iba a calmar, pero bueno, valía la pena intentarlo. 一 ¡Aquí vamos!
Tocó el timbre y la puerta fue abierta al casi segundo, asustando a Hitoshi, que dio un paso para atrás.
一 ¡Denki, ya era hora de que nos visites! 一 una mujer no del todo mayor, apareció frente a la pareja. Era rubia, con una mechón negro. Igual que Denki. 一 ¿Huh? ¿Y el quién es?
Siendo visto por ambos rubios, Hitoshi tragó saliva y se encogió un poco. Parecía un gatito bien tímido. Era muy adorable. Denki sonrió y rió en sus adentros.
一 Tía, el es Hitoshi Shinso, mí novio. 一 el pelivioleta solo se limitó a saludar con la mano.
一 ¡Oh! ¡Que sorpresa! Un gusto, soy la tía de Denki, Arashi Kaminari. 一 extendió su mano, para estrecharla con el ojeroso. Algo extrañado, Shinso la estrechó. Creyó que iba a ver a la madre de Denki. Tal vez estaba dentro de la casa. 一 Entremos.
La pareja, junto a la mujer, se adentraron a la casa. Los rubios se hablaban entre si, mientras que Hitoshi miraba las paredes, encontrando diferentes fotos colgadas como cuadros. Logró reconocer a su novio en algunas de ellas. Era más pequeño y notó que en ese momento no tenía el rayo en su mechón de pelo. Siempre creyó que nació con eso.
一 Ah, Hikari y Yami están aquí.
一 Uh, las mocosas. 一 murmuró lo suficientemente alto para que lo escucharan.
一 ¡No llames a tus primas así! 一 le dio un golpe en la cabeza, no tan fuerte. Hitoshi miraba la situación algo alejado. Frunció el ceño unos segundos al ver a su novio siendo golpeado, pero luego fingió no expresar nada. 一 Tranquilo querido, no maltrato a tu novio.
一 ¿Huh? 一 parpadeó algo perplejo, al notar que la mujer lo había visto. Unió sus labios y no dijo nada, avergonzado.
一 Oye, no muerdo ¿Sabes? 一 posó sus manos en su cintura, Arashi algo confundida.
