Una trama enmarcada en la mente de un asesino serial con una obsesión fatal por los gritos de sus víctimas. Esta historia se adentra en la psiquis humana en la cual nos deja una pregunta muy reveladora ¿Qué somos capaces de hacer para cumplir nuestr...
Samantha:¡Que! ¡Que!... 5 minutos más por favor. ¡Demonios! ¿Quién será a esta hora? ¡He! John qué son estas horas para llamar, sabes que hoy es mi día libre, no puedes esperar...
John: Lo siento jefa, pero ha surgido un caso importante a las afuera de la ciudad. Al parecer se ha encontrado el cuerpo de una mujer en una bodega abandonada y junto a ella una especie de cassette, un artículo algo antiguo para estos días. Le doy más detalles cuando venga.
Samantha: Está bien John, tenme listo un café y luego hablamos. [cuelga] No puedo creer que me despierten a estas horas y ya tenía planes para este día. ¡Detective Baker, pagarás por esto! ¿Dónde diablos habré dejado las llaves?
La detective Samanta Lockhart se alista para salir apresuradamente. La chaqueta negra que su madre le dio cuando se mudó de Nueva York a Bellroot le queda justa a su figura, además de ser alta, su cabello negro lacio cae gentilmente sobre sus hombros. Sus zapatos negros con medio tacón la hacen lucir esbelta y sobria, de por sí con un metro y 81 centímetros de altura la detective no se preocupa por arreglarse de más; además su porte la hacen ser aún más estilizada y agraciada al caminar; pero que no te engañe su conjunto, puesto que es muy ruda en situaciones que requieren su pericia. Mientras tanto John Baker, un detective novato, que pretende aprender mucho de la detective en jefe Samantha Lockhart, trata de recopilar información en la escena del crimen.
Los reporteros yacen en la escena del crimen. Entre ellos destaca la famosa y sagaz Cloe Ferrer, una ambiciosa reportera de la cadena televisiva CCNB, anteriormente reconocida por hablar en mal del Buró de Investigaciones de la Ciudad de Bellroot. Ella piensa que el B.I.C.B. delimita su accionar periodístico y aunque es una mujer que demuestra siempre ser fría y calculadora. Ella es una hermosa reportera que trata su profesión con mucho respeto. No sale sin un camarógrafo ni siquiera en sus tiempos libres, aunque estos renuncien a los pocos días, ya que Cloe Ferrer le gusta asumir riesgos que no cualquiera podría.
