Prólogo.

48 2 0
                                    

Lo menos que alguien quiere a sus tres años es un cadáver muerto.
Debieron haber hecho caso a su madre cuando les dijo que volvieran del parque antes de las siete de la noche. No solo presenciaron el cadáver muerto de un niño de solo seis años de edad, habían presenciando el asesinato completo, en verdad Victoría se las había arreglado para que Lily y ella no fueran descubiertas detrás del pequeño arbusto donde estaban escondidas. Victoria no hacía otra cosa más que solo temblar, llorar y abrazar a Lily, Lily por su parte a sus tres años solo tenía un "¿Qué paso?" de expresión en la cara, pronto iba a preguntar.

-Lily, escúchame-dijo Victoria haciendo secar sus grandes ojos cafés-. Vamos a volver a casa pero no le vamos a contar nada a nuestros papás. Diremos que se nos paso el tiempo.

-¿Por qué no les podemos decir nada?-Dijo la pequeña del cabello negro como la noche en la que se encontraban.

-Va a hacer nuestro pequeño secreto, los secretos no se dicen.

-¿Qué le paso a él? ¿Cómo se llama? ¿Tampoco le hizo caso a sus padres?

Preguntas, Lily no hacía otras cosas sobre preguntar. Naturalmente ella no sabía que había ocurrido, solo tenía tres años a esa edad solo conoces la pureza e inocencia que este mundo. Victoria tenía que tomar una decisión muy díficil para alguien quien solo tenía seis años, ya había demostrado demasiado madurez, había ahogado todos sus sentimientos ante un acontecimiento horrible, cualquiera niña de siete años hubiera gritado y chillado.

-Él esta bien-dijo sonriendo-. Sólo esta jugando, él vive cerca del parque y su nombre es Tommy. Le caes bien, así que jugara contigo cada vez que quieras.

Así, las dos pequeñas hermanas llegaron a casa horas más tardes de lo previsto, ambas castigadas por mas de un mes. Lily le contó a sus padres que tenía que volver a el parque pronto para encontrarse a Tommy para poder jugar con él.

Victoria le había dado un amigo a Lily para toda su vida y tal vez más. Tommy siempre estaría con ella, solo que él ya había muerto.

Those beautiful eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora