Dream letter [ChanLix]

wait

Los sueños habían vuelto oficialmente, pero no lo veía todos los días, ni siquiera sabía a qué hora podía dormir para el encontrarse con aquel chico.

A veces le veía por 5 minutos recoger flores mientras le daba las espaldas antes que sus sueños volvieran a ser oscuros. Otras veces solo le veía desaparecer y eso le estaba colocando nervioso.

Pasaba más tiempo junto aquel chico misterioso en la universidad durante ratos libres que junto a su alma gemela en sus sueños. Lo que le preocupaba un poco.

Chan como le llamaban parecía tener severos problemas para dormir, un artista que respira por el arte usándolo como su droga para poder descansar, aprovechando los minutos en los que sus pinturas se secaban para dormir, a veces haciendo que Félix se pregunte que tan normal era tener los minutos contados mientras descansabas.

Mentiría si dijera que no intentó copiar aquella técnica un par de veces, terminando todas en un desastre total.

— ¿Conoces a alguien que tenga a su alma gemela? —preguntó Chan un día cualquiera mientras pintaba en su cuaderno, Félix podía ver cómo los colores y el acuarela no parecían dañar el papel.

— Mi mejor amigo encontró a la suya hace un año, son adorables juntos —contestó sin mucho problema, abriendo el empaque de gomitas que minutos antes compró en la máquina expendedora.

— Hace años había logrado conectar con la mía — contó el joven dando suaves pinceladas mientras creaba un hermoso y delicado paisaje lleno de flores— Pero perdimos contacto.

— Oh, eso es muy triste.

— Mis problemas del sueño iniciaron y no pude volver a encontrarlo, era un niño muy lindo. Recuerdo hablarle a mis padres sobre él.

Félix sonrió un poco algo celoso por esa información, ojalá sus padres le hubieran aceptado.

— Todavía le espero, pero algo me dice que ya decidió rendirse.

Esa frase lo hizo volver a mirar el rostro del mayor, notando como una gota de sangre nacía de aquella herida en su labio que pocos segundos antes se había provocado.

— Ojalá no sea así —suspiró antes de volver a su silencio sepulcral, terminando de colocar los detalles de su pintura para acomodarse para dormir.

«Pintar es lo único que en ayuda a dormir.»

Había dicho semanas antes.

Lo observó dormir con la luz del atardecer iluminando su rostro cuando pequeñas manchas en su rostro se hicieron notar, los latidos de Félix acelerándose cuando las pecas del mayor fueron más visibles desde su posición.

¿Solo es una coincidencia?