Siempre existía un problema menor con cada rosa, la falta de agua o movimientos bruscos causaba algunas pérdidas de pétalos dejando un poco pelado.
────────── Disculpé. - interrumpió un muchacho con una notoria voz grave y dominante, las mujeres del salón solo se dedicaron a suspirar y reír.
────────── Si, ¿Qué desea cariño? - habló la profesora con una dulce voz, la femenina miró la entrada notando al muchacho que interrumpió su pensamiento.
────────── Necesitó hablar con la señorita _____. - sonrió.
La profesora asintió permitiendo a la joven muchacha salir del salón, las voces de sus compañeras suspirando y envidiando con la mirada causaba un poco de nerviosismo y vergüenza. La femenina apenas puso un pié fuera del salón rápidamente sintió la mano de él agarrar suavemente su codo, y un brusco pero muy poco de la puerta.
Ella impresionada por esa acción miró al mayor con una notoria confusión.
────────── ¿Qué pasa? - sacó con suavidad la mano de esté, él se disculpó dejando ver en manos un papel de color azul pastel. - ¿Y ésto?
────────── Ábrelo. - miró la reacción de ella, una reacción tan confusa. - Es mí número, nos hablamos por Line y fácilmente nos ponemos en marcha, es decir, sincronizado.
────────── Oh, gracias, no será complicado buscarte si nos comunicamos. - sonrió guardando el papel en su bolsillo delantero. - Me siento emocionada... ¿Es normal?
────────── Bastante normal. - le guiñó el ojo. - Te veré más tarde, no olvides agregarme.
────────── Lo haré ahora debo regresar a la clase, chau. - ella se despidió con la mano, él también.
Ella se quedó viendo como él se retira con apuros, sonrió con felicidad pero también de la risa porque su mano se sintió húmedo y su mirada parecía perderse en cada objeto. Ignorando lo ocurrido entró al salón, la vista de todas iban a ella que parecía estar pérdida en su tonto sueño de enamorada causando varías mirada de disgusto, hasta que llego a su asiento y se recalcó en la mesa escuchando a su profesora sin entender nada.
