Capitulo 2: un muchacho de aura cansina

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Mi alma se sentía demasiado pequeña para mi cuerpo, como si hubiera un espacio vacío entre esta y mi ser, me sentía incompleto, salí de la casa con mi celular en la mano. Quería estar en todas partes menos en su casa, en la casa de ella.

Mis tíos recién llegaban en el carro, me escondí detrás de una banca, no quería acercarme porque me llevarían con ellos.

"Llegaré tarde a casa"
Fue el mensaje que dejé a Brittany, después de salir por la puerta.

Apagué mi celular y fui por una larga caminata, después de 20 minutos mi cerebro empezó inconscientemente a llevarme a la escuela, o tal vez era una corazonada. Si, era una corazonada.

En ese momento ni siquiera lo noté, pero la escuela estaba abierta a las 6 de la tarde, considerando que no es una escuela con turno vespertino, no había razón para que siguiera esperándome con los brazos abiertos.

Decidí ir a la biblioteca, era la única abierta, todos los salones tenían llave, y mira que coincidencia poder encontrar al chico de aura cansina quien seguiría ahí.

Durante mis 3  semanas habría descubierto dos cosas sobre él:

Cosas que aprendí del chico de aura cansina:
1. Su nombre era Adriel
2. Los alumnos lo odiaban

En serio era extraño, no que le prestara mucha atención, aún así  ¿que podría haber hecho un chico como él para que lo odiasen? Sabía que el acoso era una mierda, pero una escuela entera no puede odiar a un alumno sólo por eso ¿Acaso era racista? o tal vez era un republicano... como saberlo, parecía que los demás alumnos sabían tanto de él como yo.

Pasé a la biblioteca y no me sorprendí tanto al encontrarlo en una mesa leyendo libro titulado  "un mundo feliz ", parecía concentrado, o algo parecido, el sonido que hacía al cambiar las páginas era el único presente, de cómo las yemas de sus dedos se deslizaban a través del papel blanco con palabras entintadas para agarrarlo de una esquina y rosarlo por el borde para darle la vuelta.

Sin darme cuenta me quede viendo un rato la forma tan espesa que leía, fui a sentarme a la misma mesa que él, donde encontré un libro en el asiento así que lo recogí pretendiendo que lo sabia agarrado de algún librero.

— Hey, quería darte las gracias por lo de antes, en educación física. Siempre te veo por aquí, lo cual es raro, es una escuela de deportes— dije sonriendo mientras soltaba una pequeña carcajada ante mi chiste ridiculo.

Bajó su libro, alzó la cabeza y me miró a los ojos. No podía ver los suyos por su cabello, pero lo sabía porque sentí su mirada.

—Denada... ¿Que haces aquí a estas horas?— dijo callado y con un tono  confuso.

Puedo hacer la misma pregunta— contesté ladeando la cabeza.

—Mi padre es el director de la escuela... me la vivo aquí hasta que el se va en la noche... ¿tu?

— Espera...   ¿Tu padre es el director? Debes ser un Dios en los deportes, por eso no necesitas practicar ¿Verdad?— dije algo sorprendido e ignorando su pregunta,  estaba hablando con el hijo del director, ¿era por eso que no tenía amigos? ¿Tal vez su papá  forzaba a los maestros a pasarlo de materia? Eso era bastante común en escuelas privadas, también significaba que tenia bastante dinero. En su momento lo vi como una minita de oro, un ticket dorado a conseguir trabajo en un equipo de basquetbol prestigiado.

El renacimiento de un mortero (bl/yaoi) por SmochiSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora