VISITA INESPERADA.
Se encontraba en la parte más alta del edificio de los Ralling Bulls, mirando el cielo de la noche y como cubría con su manto la ciudad. La sensación del aire tocando su rostro y como danzaba su melena, lo ayudaba a meditar un poco y encontrar La Paz que no sentía en momentos inseguros, como ahora, no iba a negar que la idea de Talia era buena, aún que para él había un problema; El lugar de los hechos.
Definitivamente estaba en desacuerdo sin embargo no pudo negarse, se vería demasiado sospechoso desde su punto de vista. Un suspiro tembloroso escapó de sus labios. No sabía lo que le deparaba el futuro pero estaba seguro, cómo en sus batallas, no se dejaría vencer. Por que el, era alguien que jamás se rendía, por que él tenía algo que otros no.
Altas esperanzas.
Además Talia se había esforzado tanto por enmendar los errores de su padre, el no podía llegar, negarse y hacer que todo el trabajo de ella se fuera por la borda. Por que Talia, también tuvo sus momentos difíciles.
—Tengo miedo... —río nervioso de sí mismo, al haber confesado en voz alta y apretó a su Bey entre su mano derecha con fuerza.
Los rayos del Sol atravesaron las ventanas de cristal trasparente del edificio y con un final explosivo terminó su batalla, venciendo a su oponente. Hizo un ademán con su mano para indicar el descanso y fue a un pasillo alejado del gentío para llamar a alguien en particular.
—No tengo mucho tiempo, dime rápido lo que tengas que decir bola de felpa. —respondió brusco del otro lado de la línea sacándole una risa gracisa al peliazul.
Valt Aoi. Un chico de catorce años, cabellos azules, ojos cafés y piel en tono canela, arriba de una camisa usaba un chaleco en colores azules, blancos y amarillo con la inicial de su nombre en un costado, un pantalón corto azul marino sujetado por un cinturón marrón de hebilla dorada, con unos tenis. En sus manos portaba unas vendas blancas y por encima de estas usaba sus inolvidables guantes.
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El Caballero Oscuro | Shualt.
Random──Fubuki, en el mundo Beyblade existen tres tipos de bladers; los que tienen un motivo por que seguir adelante, los que buscan uno por el cual aferrarse para seguir... ─hizo una pausa para ver directo los ojos carmesí de su aprendiz. ─Y también, los...