Somos nada

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-¡¿Porque te enojas tanto?!-Grito el rubio en medio del cuarto de limpieza
vacío en el que se había escondido el más alto después de abandonarlo minutos atrás.

-¿Porque me enojo? ¿Enserio te atreves a preguntar?- Susurró en un intento forzado de autocontrol - Me llevaste con esas malditas mujeres y te pusiste a coquetearles, a coquetearles ¡En mi maldita cara!

-¡Y que mierda  importa! ¿Porque tenías que arruinarlo, nos estábamos diviertiendo juntos

-¿Creés que me divertía?- escupió el pelinegro- Mierda ¿Quien eres ahora?

-¿Que significa eso? Aquí vas como siempre Bertholdt a desviar las conversaciones y no me dices lo que te enoja realmente . Solo pensé que ya que Annie no te voltea a ver   que quizas conocer a más chicas te ayudaría a que dejes de parecer que tienes atorado un palo en culo
¿Porque no la peliroja que te estaba viendo? Tendrían tan lindos niños y yo sería un tío tan feliz ¿Que es lo malo en eso Bert? -

Bertholdt se llevo las manos al cabello, el mundo girando a su alrededor, la bilis subiendo por su garganta y quizás también un grito que se ahogaría como siempre dentro de él. Una rutina de la que no podía escapar.

Contemplo con ojos entre cerrados esos ojos dorados que esperaba impaciente una respuesta.

- Reiner ¿Porque me quieres empujar a los brazos de alguien más cuando lo que somos es tan hermoso?

-El que seamos amigos no significa que no te pueda ayudar a conseguir novia- Dijo guiñandole el ojo y dándole un ligero empujón en el hombro- te aseguro que si tienes mujer aún seguiremos siendo mejores amigos e iremos con nuestras familias a festivales y cosas así. Cómo mi futura esposa será Krista podrán venir a comer a nuestra casa su deliciosa comida ¿Que eso no suena bien?

El más alto  se quedó contemplando a Reiner, contemplando como la verdad se extendía ante él.

Reiner y él en realidad no eran nada y no podía reclamar nada.

En la mañana tenía a un Reiner soldado que lo veía como otro más de sus camaradas, igual que Jean, igual que Eren,igual que todos.

Al medio día era un poco mejor, recordaba que se conocían y decía estupideces como la que había dicho hace segundos.

En la tarde tenía a un Reiner guerrero, imitaba a Marcel, parecía un general que solo usaba a Annie y a él como armas de guerra, un solo objetivo y ningún cariño entre los tres.

Y en la noche tenía a un Reiner jadeante y desesperado por placer, se revolvía entre sus brazos hasta su climax y después de obtener lo que quería solo daba media vuelta en las sábanas para al final dormir.

Y llegó a la revelación mientras Reiner seguía en su monólogo de que la suma de todo eso era la nada. La más  absoluta nada.

Y gritó de dolor.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2021 ⏰

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Lost in your voice (one shots & drables) Reibert/BertreiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora