Bright Vachirawit y Win Metawin eran mejores amigos, sus conocidos decían "si quieres encontrar a uno, primero busca al otro" todo era pura felicidad ¿no?. Pero, ¿Qué pasaría si llega una chica a cambiar todo?.
"Puede existir el amor de tu vida, per...
-No- contestaron al mismo tiempo Win y Bright, se negaban a aceptar la petición del director.
Se encontraban en una competencia de canto, era el turno de su universidad, pero la banda que los iba a representar tuvo un problema y no podrían llegar a tiempo. El director y la profesora les rogaban que se presenten, los dos eran populares en la universidad y contaban con ellos.
-Tienen que hacerlo o suspenderé a ambos- exclamo tratando de convencerlos.
Una pelinegra se encontraba detrás de ellos escuchando la conversación.
-Pero ¿Cómo cantamos y bailamos? No sabemos nada- se trató de excusar el peli marrón.
-Sabe que los otros nos despellejarán. – hablo serio Bright, cosa que no era común en él, pero su seriedad se debía a que cierta pelinegra no portaba con la pulsera que le había regalado.
-No es una mala idea. Es una excelente idea- hablo la maestra tratando de convencerlos- Los que iban a presentarse grabaron una cinta de sus ensayos. Reproduciré esa cinta y habrá una canción hermosa. Solo tienen que mover los labios- aplaudió entusiasmada- como la sincronización de las películas.
-No funcionara. – negó Bright.
-Si funcionara- le llevo la contraria la profesora.
-Win- se acercó el director al peli marrón- ¿a ti no te importa la reputación de tu universidad?
El ya mencionado se puso a pensar y le dio la razón a su director, giro su mirada al castaño y hablo.
-Vamos, Bright. Se trata de la reputación de nuestra universidad. – apoyo su mentón en el hombro de su amigo.
-Bueno- acepto el castaño mientras suspiraba rendido. ¿Por qué no le podía negar nada su mejor amigo?
El director y la maestra empezaron a celebrar mientras hacían un baile raro.
Win le sonrió agradecido y acaricio el cabello a su amigo- Vamos castaño- dijo con burla.
-No me vuelvas a decir así Metawin- bufo con molestia.
El peli marrón lo miro divertido y camino hacia unas cortinas que se encontraban separando el escenario y donde ellos estaban.
-Ok- salió y después asomo su cabeza por la cortina- castaño- le guiño un ojo y se fue.
Bright rio mientras su corazón se encontraba acelerado, ¿acaso fue su mejor amigo el que ocasiono que su corazón latiera como loco? Negó con la cabeza intentando olvidar aquello y se dirigió al escenario.
Los dos amigos se encontraban en el escenario. Win en la batería y Bright sostenía una guitarra.
Cuando comenzó a sonar la música, se escuchó una electrónica. Win y Bright se miraron confundidos y nerviosos, pero trataron de vocalizar, aunque a simple vista se podía observar como ellos no eran los que cantaban.
La pelinegra al ver el aprieto en que estaban los dos amigos, agarro una guitarra y salió al escenario tocándola. Se acerco a Bright con una sonrisa, a lo que el castaño le guiño el ojo sonriendo divertido.
-He encontrado a alguien- canto la pelinegra mientras le mostraba la pulsera que se hallaba en su muñeca.
-He encontrado a alguien- le siguió el castaño con una sonrisa observando la pulsera.
Win algo confundido y con el ceño fruncido también canto- He encontrado a alguien.
Los tres cantaban al ritmo de la canción. Bright cogió de la mano a Gigie y bailo con ella, olvidándose así de su amigo.
Win observaba como el castaño miraba a Gigie con un brillo en sus ojos. Negó mientras retrocedía, lagrimas bajaban de sus mejillas y sin poder soportarlo más salió del escenario.
Su nana que lo había visto salir lo siguió, y lo encontró sentado en una de las gradas, se acercó a él lentamente.
-Winnie, ¿Qué te pasa? - se sentó a su lado.
Win negó con la cabeza y bajo la mirada- Me pregunto porque hoy extraño a mi madre. -mintió.
- ¡Oye! ¿Cómo puedes decir eso cuando estoy aquí? -fingió enojo su nana.
El peli marrón la miro divertida y la abrazo mientras se limpiaba las lágrimas.
- ¡Tonto! Llorar no te ayudara de ninguna manera. – correspondió el abrazo dándole leves caricias en la cabeza. -Nunca ayuda.
El peli marrón se encontraba en la cancha de futbol ayudando a sus compañeros a calcular su velocidad.
- ¡Si! ¡Siete minutos! ¡Buen tiempo, chicos! – exclamo Win parado en una banca.
-Hola- saludo Gigie sentándose en la banca donde se encontraba Win.
-Hola- murmuro el peli marrón sentándose a su lado. No tenía ánimos de ver a la pelinegra.
Gigie se cruzó de piernas, dejando a la vista sus largas piernas ya que se encontraba en falda.
Bright dirigió su mirada a su amigo, pero al ver a Gigie sentada al lado de este, dirigió su mirada a las piernas de la pelinegra.
Win al ver como su amigo miraba a Gigie intento desconcentrarlo- ¡Bright! ¿Jugo? -grito mientras agitaba la botella, pero no funciono, el castaño aun observaba anonadado a la pelinegra.
-Win. ¿Hace cuánto conoces a Bright? – pregunto Gigie mirándolo.
-Desde el primer día aquí. – respondió desviando la mirada del castaño- ¿Sabes que hice? Le gane en una batalla de fuerzas- sonrió orgulloso- Desde entonces somos amigos- miro a Bright- mejores amigos- murmuro bajo.
-Bright es tu mejor amigo ¿no? – pregunto Gigie.
-No- negó el peli marrón- Yo soy su mejor amigo- sonrió mirando al castaño.
Gigie miro a Bright quien le estaba guiñando el ojo a Win, mientras este se sonrojaba.
- ¿Estas enamorado de él? - miro al peli marrón.
Win al escuchar la pregunta giro la cabeza mirando a la chica asustado y nervioso creyendo que lo había descubierto.
Bright desde lejos observo la incomodidad de su amigo y decidió acercarse.
-Hola- tomo una toalla que se encontraba al costado de Win y se secó el sudor- Me voy.
- ¿A dónde? – pregunto curiosa la chica.
-Hoy es martes. – le sonrió a Win, guardando sus cosas en su mochila- Guárdame esto pequeño- le entrego la mochila y acaricio el pelo de su amigo.
-Bright va a ver a su familia los martes- explico Win tomando la mochila que le daba su amigo tratando de que no notaran su sonrojo
-Pero me quedo si tú me lo pides- se dirigió Bright con una sonrisa a la pelinegra.
Win bajo la mirada. Bright nunca se había perdido un martes de ir a ver a su familia, cuando él se lo había pedido este no acepto, ¿Por qué con la pelinegra era diferente?
-No, Bright. Ve con tu familia- sonrió Gigie.
El castaño se despidió guiñándole el ojo a la pelinegra.
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