Parte cuatro (Final)

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Capítulo original de samy_parker, yo solo rellené algunas partes faltantes.

La mente de Bridgette había recibido bastante en los últimos meses y aún así seguía en pie, intentando procesar por completo —otra vez— un sueño profundo dónde lo único que podía escuchar eran las voces del exterior.

Por mucho que quiso llorar, no pudo hacerlo en los primeros días de ese segundo accidente, porque tenía toda la información en su cabeza, pero era imposible de expresar. El limbo de los comas era extraño, y si llegaba a despertar, esa melancolía ya estaría calmada.

No había detalle que no rememoró, sus escasos años de vida junto a sus padres, luego pasando a manos de sus tíos con la compañía de Marinette, el día en que conoció a sus amigos según sus etapas de edad, las aventuras con Chat Noir mientras cursaba la secundaria, y finalmente lo vivido después de la perdida de memoria.

Felix es Chat Noir.

Que vergonzoso es haber tenido problemas de la vista y ni cuenta darse, o más bien, todos sus conocidos necesitaban lentes, y quiénes ya tenían necesitaban un aumento.

—¿Qué pediste?

—Nunca haberte conocido, que me dejes en paz, que dejes de hacerte iluciones ¡Que me olvides!

Marinette tenía razón, no necesitaba saber si estaba bien así, manteniendo las cosas en silencio; e insistir fue su grave error cuando la vida le estaba dando la oportunidad de olvidar.

Ahora hubiera preferido dejarlo en ese pozo, era desalentador, sumado al tiempo que Félix duró sin hacer nada al respecto. Pero como buena chica de inmenso corazón; no podía ignorar las conexiones que tuvo antes de todo, la fotografía con el mensaje y el desespero de aquella noche.

Pocos fueron los gritos que alcanzó a entender hasta cerrar los ojos, realmente creyó que sería su final, sin embargo se hallaba ahí, forzando un mísero movimiento con el dedo índice, donde una mano masculina le apretujaba levemente y no necesitaba la visión para saber a quién pertenecía. Quería darle un par de golpes en el rostro, luego abrazarlo... Y de nuevo golpearlo hasta que se le diera la gana.

No divisaba nada a sus alrededores más que densa oscuridad, pero aseguraba un rostro invadido de angustia y culpa plasmado en él; Félix demostró tener humanidad desde que lo conoció, solo que en diferentes facetas. Más en esta ocasión, lo manifestaba con dolor sin utilizar la máscara.

A Félix le amargaba pensar cada día y noche en el futuro incierto de Bridgette tendida sobre una pálida cama tan parecida a ella en ese instante, que podrían confundirsen de no ser por su cabello; esa piel insana le causaba cólera consigo mismo, no hallaban avances, solo posibilidades de que su vida se apagara.

El aroma era igual de enfermo, tanto que se terminó acostumbrando a permanecer con la cabeza echada a un costado de las sábanas. ¿Ya era tiempo de que despertara, no? Se picó la nariz a medida que se enderezaba para evitar algún calambre.

—¿Estas haciendo esto a propósito... My Lady...?

Sin esperar respuesta miró al blanquecino techo cuando deseaba ver el estrellado cielo nocturno junto a ella.

Félix miró su reloj de mano, aún quedaban quince minutos de visita, y ya llevaba veinte. De infinitos números tenía apenas esos cuando antes podría verla todo el día si hubiera puesto al menos una pizca de empeño e interés. De vez en cuando se escabullía en la habitación por la ventana usando su alter ego, Plagg lo miraba con lástima pues aún no se acostumbraba a verlo tan vulnerable, observabando con anhelo a esa chica del que huyó muchas veces, jamás lo imaginó.

Memoria [Feligette] [Fourth-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora