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La homosexualidad reprimida era todo un problema en las personas incluso en estos tiempos, como si el que te gustase una persona de tu mismo sexo fuese algo que repudiar.

Si estos no se soluciona a tiempo acabamos obteniendo a una persona homofóbica o en el "mejor de los casos", alguien muy amargado consigo mismo.

Tsukishima intentaba borrar absolutamente cualquier tipo de atracción hacia su optimista amigo.

Después de todo, también le sentaba mal sentir cualquier tipo de lujuria hacia alguien cuya intención no era darla, Yamaguchi se vistió con aquella falda por diversión aún si después descubrió que le hacía sentir cómodo.

Ya era otro día por lo que el rubio esperaba poder olvidar el tema de la falda poco a poco, si tenía suerte nadie mencionaria el tema ese día.

- Oye, Yamaguchi —Habló el pelinegro— Será tonto que lo diga, pero ayer te veías bastante adorable.

No tenía suerte, no solo eso, estaba seguro que la vida lo detestaba y el sentimiento era mutuo.

Curiosamente, el pelinegro no podía dejar de alargar al peliverde desde el día anterior, casi como si su boca se soltará con solo verlo.

- Fue una experiencia divertida —Respondió— Pero no lo volvería hacer, por lo menos no aquí.

Tsukishima escuchaba la pequeña charla que tenían el número 9 y 12, fingiendo que le importaba poco, aunque en realidad le importaba bastante.

La cadena de simplemente reprimirse se comenzó a extender en su vida, no decía nada, fingía no sentir nada, porque el deseaba que no fuera nada.

Nada.

Todo sería más fácil si simplemente fuera así.

El no hablar al respecto claramente solo empeoro las cosas para si mismo, parecía que el ojiazul se había acercado más que antes al pecoso.

Pero simplemente no decía nada.

El recuerdo del transcurso del día es muy vago, no es una persona que se distraiga fácilmente pero allí esta, mirando su cuaderno mientras finge leer pero su mente esta tan dispersa que no capta alguna palabra.

- ¿Que trajiste para el almuerzo? —Aquella voz lo hizo reaccionar— Mi hermana me ayudo a preparar mi comida hoy.

El alegre chico acomodo uno de los pupitres para quedar de frente con el rizitos de oro.

Nunca lo había pensado, pero era una suerte que ambos tuvieran asientos separados, si no era capaz de concentrarse manteniendo distancia no quería imaginar lo que sería tenerlo al lado todo el rato.

Como de costumbre, Tadashi hablaba alegremente, sobre su familia, su entrenamiento, que comió su perro ayer.

Pero en el tormentoso inconsciente del más alto, solo podía pensar en una palabra.

Falda.

A este punto sentía que ya necesitaba terapia, sé limitaba a asentir y decir "¿En serio?", "Ya veo", en un intento de que el contrario no se percatara.

"¿Qué me pasa? Ya no soy un prepuberto como para pensar en cochinadas" se regañaba mentalmente.

- Paso algo vergonzoso anoche —Continuó hablando— Taremi se metió a mi cuarto mientras ayudaba a Mio com su tarea, y como siempre se puso a buscar dulces en mi mochila, al final termino encontrando la falda.

Y de pronto, estaba prestando genuina atención al muchacho.

- ¿Y que paso?

- Por un momento entre en pánico, pero termine diciéndole que una compañera la había olvidado y la había guardado para devolvérsela.

- ¿No es una excusa rara?

- Es un niño así que no le dio tanta importancia, en cuanto le di una paleta se olvidó de todo prácticamente —Dijo aliviado— Pero me alegra que no se lo haya mostrado a mis padres, sería difícil explicarlo.

- Supongo, tendrían una idea rara de ti.

- No se sí "rara" sea la palabra correcta, es simplemente algo cómodo.

- ¿Realmente la usaste para dormir? No puedo creer eso.

- Por supuesto, sí un día de estos te quedas en mi casa puedo usarla para que me veas, lo digo en serio.

Casi le dio un infarto en ese momento.

- No —Muy apenas podía hablar— No es necesario, además te das cuenta que si la falda se levanta se vería tu ropa interior.

- Uso boxers así que no se verá nada, no sería tan diferente a cuando vamos a la playa, también me has visto con shorts bastante corots antes y ambos somos hombres así que tampoco es algo que nunca hayas visto.

- No digas eso tan fácil, que ambos seamos hombres no significa que debas tomarte a la ligera el enseñarle tu cuerpo a alguien.

El pecoso se quedo confundió por aquello — No digo que dejaría que cualquiera viera mi cuerpo, es solo que pensé que ya teníamos mucha confianza entre nosotros.

- Pues ayer te veías muy feliz recibiendo todos esos halagos por tu falda, así que párese que hay muchas personas que tienen tu confianza.

- Bueno, tampoco es que estuviera mostrando algo, nuestro uniforme siempre deja ver nuestras piernas.

- Sí, pero trías una falda.

- ¿Entonces el problema es la falda?

Las manos del rubio comenzaban a temblar.

- Puede ser visto como algo muy provocativo ¿no te preocupa que los demás se vayan a hacer alguna ilusión extraña contigo?

- ¿Dices que alguno de ellos podría enamorarse de mí por eso? —Rió— No lo creo, fue solo unos momentos y por una tontería, seguro ya ni lo recordarán en una semana.

- No me refería solo a que alguien se enamorará de ti.

- ¿Ah?.

- Hay muchos enfermitos por allí, ya sabes, la gente es morbosa y perversa.

El pecoso no pudo evitar colorarse cuando se dio cuenta de lo que quería decir aquello.

- No digas esas cosas, claramente no es caso, ellos no son así.

- Deberías tener cuidado aún así, hay gente incapaz de controlar sus propias hormonas.

- Uhmmm ya veo, pero no deberías preocuparte mucho por eso.

- Me preocupo porque somos amigos, no quiero que te pase nada malo.

- Tsukki —Lo miró dulcemente— ¿Por que piensas eso? Acaso tu pensaste algo indebido conmigo —Dijo de una forma jugetona pero a la vez en forma de susurro, estaba claro que él solo bromeaba pero para el rubio aquello le había helado la sangre.

- Claro que no idiota, mejor sigue comiendo antes de que se acabe el receso.

En esos momentos deseaba regresar a las conversaciones que tenían cuando eran niños, antes de que el ambiente se sintiera tan tenso sexualmente para él.

Pero aquél sentir era su culpa despues de todo, el pecoso ni siquiera parecía notar lo que hacía sentir y pensar para su rubio amigo.

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Había perdido mi contraseña de Wattpad, no pensé que a alguien le interesaría esto, publico a estas horas porque tengo insomnio perdón.

Nice, Tsukki! [Tsukiyama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora