A veces siento que tengo algo con hacer sufrir a Tsukishima y ponerlo en situaciones incómodas, este capítulo esta algo más subido de tono, cuidadito///
El rubio de nuevo se encontraba en su habitación, había logrado sobrevivir todo el día de alguna forma.
Era la onceava vez que golpeaba su frente con su muñeca, cada que tenía un pensamiento inmoral lo hacía.
"Después de esto me iré a un convento o lo al infierno, ambas son validas" pensó.
Intentaba encontrar una respuesta lógica (o por lo menos que no involucrara ser homosexual). Pero no se le venía ninguna razón convincentemente para su dilema.
"Se me para pensando en mi mejor amigo con falda"
Sonaba a broma pero en serio acaba de buscar aquello en Google.
"Joder, eres totalmente gay"
"Gay"
"¿No había una pregunta más homosexual?"
"Suena a que quieres comerte una buena po-"Era suficiente, no necesitaba leer más.
"Seguramente es la falda, hace que se vea femenino" intento convencerse.
Tsukishima no es alguien que piense mucho en cosas indebidas y mucho menos suele buscarlas seguido, siempre había considerado tener un buen autocontrol.
"A pasado un tiempo desde la última vez, es eso".
Entró a una de las abundantes páginas eróticas, dispuesto a probar su punto. Claro, entrando en la categoría heterosexual.
4 vídeos pasaron, de eso de mujeres de grandes atributos y gemidos falsos, asegurándose de que utilizarán faldas en dichas filmaciones, pero ninguno lograba "animar" a Tsukki jr.
Comenzaba a sentirse desesperado y angustiado. Dejo caer su espalda contra la silla dejando salir un suspiro de pesadez.
-Maldición -Susurró a regañadientes.
Recordó las desagradables respuestas que había recibido en ese post, comenzaba a creer aquello aunque aún lo rechazaba rotundamente.
No era posible que su miembro solo reaccionara con algo tan ridículo y sobretodo porque involucraba a su mejor amigo.
Chasqueó la lengua con frustración, bajando sus manos hacia su pantalón palpando ligeramente su zona con la yema de los dedos.
La primera noche se había dado un baño con agua helada para calamar aquella erección.
Cerro los ojos, dejando que su mente comenzará a proyectar esos ladinos pensamientos.
Aquél bulto del demonio se hizo presente una vez más. Su rostro ardía, se sentía completamente avergonzado pese a estar solo.
Dejo llevar sus manos, emitiendo ligeros quejidos conforme la intensidad iba a en aumento.
No sabía sí era algo bueno o malo, pero tras conocer tantos años al pecoso, podía imaginarlo e incluso escuchar su voz con total facilidad.
Cerró con fuerza sus ojos soltando un gemido ahogado, cuando volvió a abrir sus ojos pudo ver el desastre que había hecho en su mano.
Aquello que se había sentido tan bien ahora le causaba repulsión hacía si mismo.
"¿Qué pensaría de mi sí se enterará de esto?"
El inevitable día siguiente llego.
- ¡Tsukki, buenos días! -Saludó alegremente.
- Buenos días - Dijo sin dirigirle la mirada, por suerte aquellos comportamientos eran habituales en él, pero en realidad lo hacía porque sentía que moriría de vergüenza si lo mirara a los ojos.
Vaya pues, no podía verlo después de haberse dado tremenda paja con él, sonaba perturbador y turbio.
Durante el trayecto se mantuvo firme y lo más sereno posible. De ves en cuando miraba de reojo al peliverde.
Se veía extrañamente más lindo de lo usual.
- ¿Cuando haremos la maqueta de ciencias? - Preguntó.
- Aún tenemos una semana, así que tendrá que ser entre estos días.
- Sobretodo conociendo a la maestra que tenemos, seguro nos descontará puntos hasta por el color - Sonrío- Dirá "Jóvenes, este color de verde no es, tenía que ser un verde pantanoso no un verde césped"
- Y después dirá que tenía que estar inclinada a 191° y no a 190° - Agregó con una ligera sonrisa ladeada.
Por un momento la tensión del más alto desapareció.
- A mi papá le regalaron entradas para el parque temático, aunque solo son 4 -Mencionó- Mamá insistió que yo fuera en su lugar pero no pude aceptarlo, ella merece divertirse también así que al final cedió.
- Y así tampoco tendrás que cuidar de tus hermanos -Lo miró con complicidad.
- Te equivocas -Se apresuró a decir nervioso- Me gusta cuidarlos, solamente creo que estaría bien un día de silencio en la casa.
Kei solo se rió burlonamente.
- Como sea -Siguió hablando- Lo decía porque podríamos hacer el trabajo ese día.
-Me parece bien.
- Entonces esta decidió, será un trabajo largo así que vendrá bien el silencio.
Era un poco tarde cuando el chico de rizos se dio cuenta de la situación.
Estaría solo con el pecoso, en un lugar privado.
Tragó saliva amargamente, con un sentimiento temeroso, tendría que tener cuidado para no parecer extraño o incluso terminar declarándose.
Solo tendría que concentrarse en el trabajo, no podía ser tan difícil, solo era de alejar sus incomodos pensamientos.
"Joder que tiene pene, a mi no me gustan los penes... Espera, ¿por qué estoy pensando en su pene? Debo de dejar de pensar en la palabra pene, no me puedo calaentar con un pene".
Digamos que Tsukishima tuvo un despertar sexual tardío, pero en lugar de haber tetas y pussy en su mente, había... penes.
Sentía odio hacía si mismo, solo esperaba que aquella etapa pasara rápido, debido a que ahora se sentía mucho más amargado que de costumbre.
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Capítulo cortito.No he tendió tiempo de leer sus comentarios, pero los contestaré, lo juró <3.