Pinceladas [One shots Saint Seiya]

Tormenta

Autor:Kira_kurenai
Imagen:

En honor al Día del niño que se celebra este mes  ( no en mi país pero en el resto del mundo si lol)
Cortito pero trabajo honesto xD ¡Que lo disfruten!

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El idílico y apacible paisaje característico del santuario de Athena,  comenzaba a cambiar sutilmente de forma a medida que pasaban los minutos. Se podían divisar unas nubes a lo lejos; nubes grisáceas que amenazaban el espléndido día que aquellos pequeños aspirantes a caballeros disfrutaban. Si bien no era temporada de lluvias, a veces caían estos aguaceros repentinos que, aunque breves, inundaban todo a su paso.

Los pequeños niños se encontraban en uno de los jardines más alejados de las doce casas, y no porque no quisieran ser vigilados, sino por el simple hecho de que en aquel lugar existían hermosas llanuras y colinas con diferentes niveles; de pasto fértil, muchas flores e infinitas ruinas de construcciones griegas que se podían usar como nave especial o armas de gladiadores. Elementos perfectos para la gran imaginación de los infantes.

—¡Ahora Mu! — Gritó emocionado Milo, aferrado firmemente a la base de madera en la cual estaba sentado junto con Aioria, quien lo sostenía fuertemente  por la espalda. Ambos se encontraban esperando el impulso del tibetano que con su telequinesis, los lanzaría colina abajo y podrían deslizarse como si de un trineo se tratase.

— Esto no terminará bien —Comentó Camus mientras se comía tranquilamente una manzana. A su lado se encontraban Aldebarán, Mu y Shaka, quienes miraban la escena con una expectación fatídica.— Se van a caer.

— Lo sé, y se los dije, pero ya sabes como son — contestó Aries sin mayor preocupación, en cierto modo acostumbrado a las locuras de sus dos amigos . Le regaló una señal de "ok" a la distancia a Milo, quien le devolvió el mismo gesto y le dio a entender que estaban preparados.

— Creo que iré a esperarlos allá abajo, no puedo permitir que nos quedemos sin futuros caballeros de escorpio y de leo— Aldebarán se levantó y comenzó a caminar lo más rápido que le daban sus pies.Todos sabían el desenlace, menos esos dos.

Mu esperó pacientemente a que Tauro llegase al final de la pendiente y,  con uno de sus dedos canalizando su poder mental, le dio el impulso necesario a la tabla roñosa, insegura y de mala calidad que había construido Aioria minutos atrás.

— ¡Yeeeeeii! — Gritó divertido Milo mientras dejaba que el viento jugara a su antojo con su pequeña melena. Disfrutaba sentir el aire en su sien pues le daba una sensación de libertad que, según él, raramente le podía brindar el estudio.

De un momento a otro tomaron tal velocidad, que en menos de cuatro segundos ya se habían perdido de vista colina abajo.

— ¿Por qué será que a esos dos les gusta tanto desafiar a la muerte? — Shaka no podía creer que un ser humano buscara su final de forma tan continúa como ese par.