"Pequeña pervertida"Atenea
Me despierto y miro el el móvil *mierda* son las 8:10 de la mañana, no he oído el despertador y tengo poco tiempo para prepararme, me dirijo a el baño rápidamente para lavarme los dientes y peinarme un poco ya que tengo unos pelos de loca, corro rápidamente hacia el armario y me pongo lo primero que veo, me visto con una camiseta negra con unos vaqueros pitillo y una sudadera gris y me calzo rápidamente con mis airforce blancas.
Ese día no me moleste en desayunar ya que no tenía tiempo por culpa de mi pequeño despiste, cojo mi mochila y salgo apresuradamente de mi casa corriendo hacia el instituto, voy a mi taquilla a coger los libros de inglés; intento ir lo más rápido posible a la clase, eran las 8:35 y aunque sólo llego cinco minutos tarde la señora Smith detesta la impunidad y seguramente se enfade por mi pequeño despiste.
Llego a clase y toco la puerta para después entrar, miro a mi alrededor y sentía como todas las miradas de mis compañeros se clavaban en mi y como no la de señora Smith también solo que ella me estaba mirando furiosamente y con cara de pocos amigos.
—Siento la tardanza pero...tuve un pequeño percance.— digo tímidamente; siento mis mejillas arder tomando un tono color carmesí ante la vergüenza que estaba sintiendo, en este momento solo quería desaparecer del mapa sin dejar rastro.
—Señorita Wilde espero que no se vuelva a repetir de lo contrario habrá consecuencias, ahora deje de interrumpir mi clase y tomé asiento.— dice la mujer mirándome fijamente algo furiosa la verdad me sorprende que no me expulse de clase o algo parecido. En clase de inglés también nos mezclamos y mis amigas tampoco están en mi misma clase *definitivamente el mundo está conspirando en mi contra* miro hacia los lados y veo que había dos asientos libres, uno era a el lado de Matteo y obviamente no iba a coger ese asiento, bastante tengo con lidiar con el en matemáticas como para hacerlo en otra clase más, dirijo mi mirada hacia otro lado y observo a Jacob mirándome mientras tiene una leve sonrisa, sin pensarlo dos veces me dirijo hacia el rápidamente para segundos después sentarme a su lado y mirarle alegremente.
—Con que un percance, eh?— se burla el rubio de mi lado mientras pone una sonrisa con algo de gracia.
—Ohh vamos Jacob cállate.— suelto una leve risa mientras vuelvo mi mirada hacia la profesora, para atender a la lección ya que no me quiero llevarme otra bronca más por parte de la señora Smith.
Jacob y yo siempre nos hemos llevado bien solo que nunca hemos quedado ni nada parecido, la verdad es que es un chico muy amable y atractivo, siempre he tenido curiosidad de cómo seria ser más cercana a él, es decir ver sus otras facetas.
Termina la clase y estoy recogiendo mis cosas, escucho a el rubio llamarme, entonces dirijo mi mirada hacia el—Atenea me preguntaba se te gustaría que hoy comiésemos juntos en la cafetería, no es necesario que digas que si, no quiero que te sientas presionada.—dice tímidamente, es tan educado y mono.
-Claro que me encantaría.- digo sonriente -Bueno me voy tengo que ir a mis otras clases, hasta luego.- digo amablemente mientras salgo por la puerta.
Dejo mis cosas en la taquilla y cojo la ropa de deporte, no me entusiasma tener gimnasia a segunda hora, bueno para ser sinceros no es solo la hora si no que en general detesto gimnasia, me dirijo a los vestuarios junto a mis amigas, nos cambiamos para luego ir a él polideportivo y reunirnos con el resto de nuestra clase.
Llegamos y vimos que todavía no había llegado el profesor Moore entonces nos pusimos a hablar cuando derrepente mi mirada se fija en Matteo me desvíe completamente de la conversación y seguí mirándole; lleva puesta una camiseta que le queda ligeramente pegada con lo cual se le marcan sus definidos músculos, no te voy a negar que el chaval está tremendo pero es frío y despiadado y es muy lejano a las personas, nunca habla de su vida personal de hecho recuerdo que un día cuando teníamos 6 años todos los de clase estábamos diciendo el oficio de nuestros padres pero el nunca comentó nada, llámame entrometida pero la verdad que el me da mucha curiosidad.