｡✧ ⋆ 𝑨𝒖𝒈𝒖𝒔𝒕 ⋆ ✧｡

˜"*°• 4 •°*"˜

Recuerdo la forma en la que me hacías sentir 

Recuerdo haber dado todo por ti. 

Mira ahora donde estoy, en el suelo frió llorando 

Sangrando por alguien quien decidió partir.

Nuestra vida se fue cortando tan fuertemente. 

Las personas me están mirando, mientras yo sigo caminando. Seguro me ven con lastima. Y doy lastima, estoy completamente empapada caminando entre la gente.

Como si fuera magia llego, por fin, a mi casa. Busco entre mis cosas pero caigo en cuenta que deje todo dentro del coche.

Olvide todo. 

– Porque... porque

Fue lo único que dijo la tailandesa para sentarse en el piso a la puerta de su casa. 

Lágrimas calientes volvían a salir de los ojos marrones de la chica. Amargada con la vida lloraba desconsolada sentada en el suelo. 

La castaña adentro escucho pequeños sollozos detrás de la puerta, abrió y encontró a Lisa sentada en el suelo.

- ¡Lalisa! ¿Estas bien? ¿Porque lloras? -se acerco lentamente-

Seria mas fácil si alguien supiera lo que paso, lo que paso entre tu y yo.

Pero ahora lo que quedan son recuerdos, son caricias que mi piel no olvidara. Que mi corazón le dolerán por un largo tiempo y que la gente no sabrá que existieron. 

Como puedo explicar a todos porque estoy tan triste.

No eramos una pareja como para haber roto.

No fuimos amigos para dejar de serlo.

No fuimos absolutamente nada, para nadie más que para mi.

No pude perderte... porque jamás te tuve.

Saber que jamas te tuve... esta matandome cariño.

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– Kookie ven mira -dijo feliz la chica viendo de lejos a los bebes pandas- ¿no soy muy tiernos?

– No mas que tu Lisi~ssi -dijo mientras que le agarraba la mano-

– ¡Yha! ¡No digas cosas asi! Me haces sonrojar -dijo mientras que sus mejillas se volvían rosadas, el chico llevo sus manos a los cachetes de ella- 

– Bueno te tendrás que acostumbrar, te diré cosas tan bonitas como tu, para siempre tener esa sonrisa -dijo para abrazarla mientras seguían caminando-

– Te amo jungkook -solto un poco más seria la chica- en verdad me gustas.

– Yo también Lalisa -dijo para darle un lindo beso en su pequeña cabeza- yo también.

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Las palabras volaron como si fueran papel, se desvanecieron y se fueron para nunca volver...

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