La saga de Shampoo y Mousse

El hombre que amó a Shampoo VIII

**Historia de Dr. Facer, que me permitió subirla aquí.

Ranma ½ y todos sus personajes son propiedad de Viz Comunications y de Rumiko Takahashi.

La saga de Shampoo y Mousse

- Tercera parte -

El hombre que amó a Shampoo.

Episodio 8

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Poco después del anochecer, en China...

Mousse y Sei caminaban juntos por el sendero que los conduciría al valle Kai Yuang; el par de muchachos no hablaba mucho, pues el joven maestro de las armas ocultas parecía preferir mirar con alegría el frasco lleno de agua que cargaba.

—¿Por qué es tan importante el agua de esa botella?— Preguntó Sei, que ya no soportaba la curiosidad.

—Prefiero no hablar de esto—, contestó Mousse, guardando el frasco en una de sus mangas.

—Como quieras—, respondió el joven Baoliang—. ¿Cómo se siente?

—¿Cómo se siente qué?

—¡Estar libre de tu maldición, zopenco!

—Se siente bien—, contestó Mousse al tiempo que sonreía.

—Si yo fuera tu, habría conseguido una forma maldita más poderosa.

—Estoy bien así, gracias—, respondió el joven de mala vista—. Además, yo nunca quise quedar maldito en primer lugar.

—La verdad sí te puedo entender. ¡Debe ser terrible ser un pato la mitad del tiempo!— Dijo Sei mientras reía un poco.

—¡Oye, yo no pedí esa maldición!

—Cálmate, es sólo que entiendo cuánto la debiste haber detestado.

—Mucho más de lo que imaginas—, dijo Mousse, que de repente recordó a Ryoga—. Pero hay peores maldiciones en Jusenkyo que la que yo tenía.

—Apuesto que sí— aceptó Sei, que se detuvo de pronto—. Mousse, quiero preguntarte algo acerca de la muchacha que vino aquí el otro día.

—¿Qué quieres saber?

—Pues... me preguntaba si es tu novia... está bien si lo es, es sólo que tengo mucha curiosidad.

El muchacho de mala vista se ajustó sus anteojos y miró a Sei—. No, ella no es mi novia. Mira Sei, es algo difícil de explicar, implica muchas de las leyes amazonas y no tengo ganas de explicarte todo eso ahora.

—No te preocupes, no me interesan esas leyes. Sólo quería saber si ella era tu novia o no—, respondió Sei con una sonrisa al escuchar que la misteriosa chica de cabello esmeralda estaba libre—. ¡Mira, Mei y el abuelo ya nos están esperando!

Sin decir más, el par de muchachos aceleró el paso hasta que terminaron corriendo para ver quién de ellos llegaba primero hasta la caverna.

Mientras corría, Mousse recordó que Mei prometió tenerle lista una sorpresa y se preguntó qué sería. De pronto, un muy leve olor llegó a su extremadamente sensible nariz y fue todo lo que necesitaba para tener una buena pista sobre lo que la pequeña le había preparado.

La niña saludó a Mousse y a su hermano con mucho entusiasmo y casi los arrastró hasta la fogata en donde Shi ya los esperaba.

—¿Estás listo para tu sorpresa, Mousse?— Preguntó Mei.

—Claro que sí—, dijo él—. ¿Qué es?

—¡Cierra los ojos, es algo muy bueno!— Pidió ella.