Capítulo siete: Sukuna Ryomen.

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Akabane _______.

𝕬brí mis ojos y cuando logré enfocar, sentí que mis pies estaban mojados. Cuando pude ver todo, me di cuenta que no tenía idea de donde estaba, era una especie de refugio gigante con huesos enormes como si fueran una carpa.

Di la vuelta y pegué un gran brinco cuando vi a Itadori a centímetros de mi rostro.

Digo, Sukuna.

-Hey-dijo sonriendo, sus colmillos eran filosos y su voz era más profunda que la de Itadori, me producía escalofríos.

-¿Dónde estoy?

-En el infierno.

Miré a todos lados y no sabía si lo que decía Sukuna era broma o no.

Tiene que ser broma, ¿No?

-Si estoy bromeando-respondió como si hubiese leído mi mente y mis expresiones-. Estamos en mi arena innata, que es casi lo mismo.

-¿Qué haces tú aquí?¿Reviviste?

De alguna manera sentía que necesitaba tomar precauciones con él, pero no sé porqué, mi cuerpo no tenía nada de energía.

-Más bien, yo estoy reviviéndote a ti, mocosa.

-¿Qué?

Sukuna cada vez daba un peligroso paso más hacía mi, mientras yo daba otro para atrás.

-Agh... En pocas palabras, estás al borde de la muerte y estoy haciéndote un favor, deberías de agradecerme.

-Gracias.

Sukuna sonrió de polo a polo, pero sin darme cuenta, apareció justo en frente mío. Tomó de mi mentón y lo elevó para que lo viera fijamente, mientras que con la otra mano me agarraba de la cintura y me apretaba a su cuerpo.

-Quería hablar contigo.

-Suéltame ahora mismo-dije sin pensarlo. Su sonrisa se fue de su rostro.

-Verás, tienes la gran ventaja de que a mi me fascinan las mujeres hermosas, y tú... Tú eres, sin duda, la más hermosa que he visto-su mano bajo a mi garganta como si me fuera a ahorcar, pero no aplicó fuerza-. Si no... En este momento estarías muerta por darme una orden.

Estaba segura que mis manos temblaban y mi corazón estaba que se salía de mi cuerpo.

Tragué saliva para tranquilizarme. Podía sentir el puntiagudo tacto de sus uñas en mi cuello.

Necesitaba escapar.

-¿Qué me querías preguntar?

-La katana, ¿Cómo es que llevas esa katana?

De repente, recordé las palabras de Maki-san.

"Esa katana que tienes en tus manos es la única arma ha usado Sukuna Ryomen en sus combates."

-Megumi tenía su ritual de sombras activado y cuando metí la mano para sacar un arma, esa apareció ante mi.

-Después hablaremos de Megumi-Sukuna me soltó, pero su cara seguía riesgosamente cerca de la mía, era como si me estuviera examinando centímetro por centímetro-. Eres muy suertuda, mocosa. Esa katana la maldije yo, dejé que tuviera vida propia y escogiera a su portador a gusto. Ahora es tuya; te seguirá a donde sea.

Eso explica un par de cosas...

-Esa arma tiene impregnada mi esencia-continuó-. lo que significa que tu y yo de alguna manera somos compatibles.

Ritual ancestral | Jujutsu Kaisen | Harem x readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora