Un dios piadoso

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JongIn está a punto de ser despedido y quizá hasta exiliado de Corea por haber ensuciado al joven director de Samsung, pero sobre todo, por haberle tocado el paquete sin consentimiento y no quitar las manos rápidamente cuando supo lo que hacía, podrían enviarlo a Corea del Norte o peor aún, podrían prohibirle el consumo de pollo frito de por vida.

—¡JongIn! —la gerente se acerca con pasos furiosos—Entiendo lo del derrame pero ¡¿tenías que tocarle las bolas?!

—¡Fue un accidente!

—¡¿Por todo un minuto?!

—¡Sí!

—¡JongIn! —el moreno solloza antes de que la mujer finalmente se calme y suspire—Ok, ok, vas a salir, disculparte y decirle que vas a reflexionar sobre tus acciones y luego, con suerte, no nos van a perseguir para expulsarnos del país.

JongIn asiente a todo lo que le dicen y con su mejor cara, sale de la bodega dispuesto a disculparse por el incidente, ofrecer café gratuito por cierto tiempo posiblemente no sirva de nada y mentalmente está listo para los gritos por haber manchado con café medianamente decente un, seguro que sí, costoso traje.

—Lo siento.

ChanYeol dice y JongIn solo dice lo primero que tiene en la lengua. —Tus orejas sobresalen.

—Lo sé.

JongIn se golpea mentalmente con una escoba. —Lo siento, eso no es lo qué...

—Está bien, el resto de mi cara y mi cuenta bancaria esconden de maravilla ese detalle—JongIn se permite una sonrisa que le devuelven—En serio, lo lamento. Fue mi culpa.

—¿Eh?

—El accidente con el café, la mesa estaba ocupada y que el vaso terminará en la orilla fue mi culpa.

El mesero trata de recordar la escena antes de la tragedia y llega a la conclusión de que la mesa estaba completamente libre y de que no puso el vaso en la orilla. —Pero el vaso no estaba en la orilla.

—Tal vez sí o tal vez estoy buscando una excusa muy estúpida para seguir hablando contigo.

JongIn enarca una ceja y se aferra a su charola con ambos brazos. —¿Por qué haría eso?

—Bueno, porqué...

—Solo hábleme sin buscar excusas, digo, mis manos estuvieron en sus bolas, técnicamente nos saltamos todas las presentaciones ¿por qué buscar una excusa?

ChanYeol asiente sonriendo mientras busca algo en su saco. —Bueno, entonces me tomaré la libertad de saludarte la siguiente vez que venga. Un gusto, JongIn.

—Una cosa ¿yo le dije mi nombre?

El platinado se ríe señalando la placa en su delantal. —Me tomé la libertad de llamarte como está escrito ahí a menos que tú no seas JongIn.

—Lo soy, soy Kim JongIn.

—Park ChanYeol.

El joven magnate le ofrece un amistoso apretón de manos que JongIn acepta, aunque el tirón en su brazo es un poco sorpresivo y más aún los golpecitos en su espalda antes de que lo suelten y le deseen un buen día, YiFan solo se despide con la mano y tira de su amigo para decirle algo que los hace reír y mirar una última vez hacia el moreno.

JongIn lanza un suspiro al aire y se dispone a terminar de limpiar la mesa de los dioses frunciendo el ceño cuando encuentra la charola de pago con efectivo y una pequeña tarjeta plastificada con cierto número de cierta persona que se sentó allí, se guarda ese pedazo de papel en el pantalón sin saber muy bien porque y lleva el pago hasta la caja donde se vuelve a atorar con el aire al ver la generosa propina que le dejaron por haber derramado el café y la cual insiste en no aceptar porque hizo todo mal, pero su jefa lo amedrenta hasta que se está guardando el dinero en el bolsillo porque eso no sucede muy seguido como les gustaría, las propinas a veces se acumulan en el frasco para repartir entre todos y pocas son las que se dejan a un mesero en específico, así que esto fue un golpe de suerte.

𝙴𝚊𝚛𝚗𝚎𝚍 𝙸𝚝 🍓𝙲𝚑𝚊𝚗𝙺𝚊𝚒🍓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora