Cotidianeidad

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Abrí mis ojos con desesperación, sentia que algo estaba mal, y aquello se confirmo al ver como mi reloj electrónico marcaban las 07:00 am, y claro, iba tarde....

"Mierda"

Fue lo único que alcance a pensar mientras me levantaba corriendo a mi baño, lave mi rostro con agua fria para refrescarme y poder despertar, sintiendo esa fria y helada sensación en mi rostro, pero inevitablemente, como todos los santos y monotonos días, mi cabello se humedeció con el agua cuando la tiré sobre mi rostro, dejando mi cabello alborotado y rizado, nuevamente, y coloque la mayor cantidad de cabello detras de mi oreja, dejando al descubierto completamente mi rostro, si bien, no era un rostro feo, más bien atractivo, pero, ese ojo, ese maldito ojo izquierdo, ese ojo que me habia arruinado la vida en mi infancia, debido a la estupidez de mis compañeros de clase, obligandome a esconderlo usando lentes de contacto o escondiendolo con mi cabello azabache, pero volviendo al presente, veia mis ojos, uno de color café tostado, como si de mi bebida favorita se tratase, y, ese maldito ojo, de un gris como el cielo antes de llover, llamativo como triste, ese ojo era una de las pocas cosas que odiaba de mi, algo llamativo era que ambos ojos heterocronomos y rojos por la noche anterior se contrastaban en su oscuridad con mi piel pálida como papel, no espere mas tiempo y me metí a la ducha, bañándome rápido, sintiendo mi cuerpo cálido y húmedo frente a esa sensación tan deliciosa del agua, pero fue tan efímera, ya que me dormí, cuando salí eran las 07:05 am en mi celular, así que lave mis dientes mientras me vestía y me tome mi café mientras me alisaba el cabello con rapidez pero maestría, me encantaba mi pelo laseo, no ondulado, ya que se veia desordenado a mi parecer, tome mi bolso y una manzana, no por nada vi LazyTown toda mi infancia, y salí corriendo de mi casa, menos mal mi hermana no se encontraba, hubiera sido un obstáculo, y mi bicicleta menos mal no se encontraba pinchada, así que conduje a toda velocidad dirigiendome hacia la Universidad, sintiendo el refrescante viento en mi rostro, cuando llegue, Kenneth se encontraba junto a su moto coqueteando con unas chicas promiscuamente, así que lo tome de su chaqueta de cuero y me lo lleve.

-Con permiso chicas pero el príncipe este, ya tiene compromisos, si me disculpan...- Me lo lleve con una sonrisa amable mientras Kinny me reclamaba a regaña dientes inútilmente, zafándose de mi agarre con facilidad.

-Veo que llegas tarde, creo que yo gano la apuesta, pero por esfuerzo te la omitire sólo está vez- Dijo cambiando su actitud a una de superioridad y burla.

-No se tu, pero esta no era forma de intentar ganar inútilmente un debate en el que sabes que obviamente perderás- Dije ladeando mi rostro.

-Claro cerebrito, puede que ganes este debate pero eso no arregla tus botones mal abrochados de tu camisa- Me di cuenta de lo que dijo, tenia abierta la camisa hasta el pecho y muchos botones mal abrochados dejando ver mi abdomen, y con vergüenza los arregle rápidamente, para quedar ordenado

-Así tienes un mejor estilo, ellas no babearon en vano- Apuntó unas chicas cerca, que senti como me miraban, pero cuando Kenneth me señalo a las muchachas, estas miraron a otro lado con obviedad de su anteriores acciones, y la verdad, era mi vestimenta normal, pues sólo andaba con una camisa roja, unos jeans negros, con un cinturón con cadenas y unas botas de carbón pigmento estilo militar.

-Callate, que soy mas joto que anime deportivo- Dije lo suficientemente alto como para que las chicas, que se encontraban susurrandose entre sí, se desilucionaran y fueran a otra parte.

-Olle, ¿y que tal anoche?- Dijo con una sonrisa traviesa.

-Idiota, Dypper y yo casi ya no nos vemos, y me trasnoche haciendo un trabajo... Ojala tu mente tuviera una neurona por lo sucia que es- Dije enojado, el sólo se limitó a reírse y caminamos hacia el auditorio para la primera clase, que fue totalmente aburrida, esto podría aprenderlo sólo leyendo y listo, así que no puse demasiada atención, y para cuando salimos a receso, fuimos por un pastel de moccha y café tostado e intenso, ya que ambos teníamos hambre.

-Era mas gracioso cuando Dypper estaba con nosotros, ahora el esta estudiando pediatría, y esta en otro campus- Kenneth volvió a poner como tema al Albino de cabellos largos y ojos azules cielo que era mi novio.

-Sabes, ya esto no esta funcionando, pienso terminar con el- Dije a secas, tomando un sorbo largo a mi café y Kenneth al escucharme casi escupe su café en la mesa.

-¿Qué? ¿Por qué?- pregunto aturdido por mi comentario.

-Pues porque--- me calle de inmediato cuando escuché la dulce risa de ese misterioso pelirrojo, de verdes orbes, que parecian como esmeraldas brillantes, que se encontraba sentado junto a su grupo comiendo un pastel de fresas, y estaba riendo alegremente al parecer por el chiste de un pelinegro que se encontraba a su lado, que me daba la espalda y no lo podía ver con claridad, pero siempre estaba al lado de ese chiquillo tan tierno y agradable para cualquier vista, le tenía envidia al de azabache cabello, y un leve sonrojo apareció en mis mejillas al verlo.

-fiu fiu, Nolan a tierra, control, Nolan a tierra- me llamo infantilmente haciendo señas con sus brazos y chasquiando sus dedos, como si estuviera señalando donde está, tomándome por idiota, cuando me di cuenta de su actuar golpee mi frente y el sonrojo desapareció de mi rostro, rezaba al método científico que no se diera cuenta de porque queria dejar a Dypper, pero eso no pasó.

-¿Es por él cierto?- Dijo en tono serio.

-No se de que hablas Kinny- Dije fingiendo inocencia.

-No te hagas el idiota, te conozco lo suficiente como para saber cuando sientes atracción por alguien, Nolan- Ese tono serio me aterraba como nada en el mundo, es verdad, Kinny me conocía desde los 7 años, claramente sabía aquello.

-No te mentire, pero tampoco estan llendo bien las cosas con Dypper, últimamente sirvo mas como su compañero sexual que su novio, y esto me esta aburriendo, no me siento cómodo en una relación de este tipo, ni es justo que yo solo lo ame y lo quiera cuidar, aunque ya no es así- argumente a Kenneth que me miraba serio, pero luego de lo que hable, me abrazo, ya que me vio triste, el sabia muy bien como era estar en esa situación.

-Bueno, bueno; pero.... El dilema actual es ¿Cómo le diras aquello a Dypper?- Dijo impetuosamente luego de alejarse de mi y tomar un sorbo de café.

-Pues.... Estoy planeando decirle la proxima vez que nos veamos, aunque no se como se lo tomara- Arremetí a su comentario, para luego seguir, discretamente con la mirada, como el chico pelirrojo se iba de la cafeteria universitaria siendo abrazado por el castaño, el cual, era golpeado débilmente por el de carmesí cabellera, que luchaba para poder soltar su agarre inútilmente.

-Ya veré como esto termina- Dice suspirando ondo para tomar su cabeza entre sus manos, que están siendo alzadas a una altura perfecta de relajación, debido a la flexión de sus brazos apoyados en la mesa llena de mosaicos y garabatos, de dominante color ocre.

-O tal vez como empieza- Añadí vagante.

Mejillas EstrelladasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora