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- ¡Mierda, otra vez no! - Esta vez, la voz de Marinette fue bastante audible, pero no le importó.

- No sabía que manejabas ese vocabulario. - Comentó Kim entre las risitas de sus compañeros.

La razón del exabrupto de Marinette resultó bastante evidente para Adrien, quien sintió algo de pena por su amiga. La ronda anterior, Alix había elegido verdad, y después de un detallado relato sobre como había sido su primera vez, se había girado la botella, la cual nuevamente indicaba que Marinette debía cumplir el reto de Lila, pues dos personas ya habían elegido verdad de forma consecutiva.

- Bueno... Adelante, lanza la piedra de una vez. - Se resignó la peliazul.

- Mhhh... Déjame pensarlo... - Dijo la Italiana, fingiendo que realmente no tenía un reto planeado para cuando se diera la ocasión. - ¡Ya sé! Te reto a volcarte el agua de la hielera azul encima.

- No te pases, Lila. - Siseó Adrien a quien, como a todos los demás, el alcohol le había soltado un poco la lengua.

- ¿Qué? Ni siquiera hace frío. - Replicó la Italiana, fingiendo inocencia.

De mala gana, Marinette fue hacia donde estaba dicha hielera. Estaba llena a la mitad, con varios hielos aún flotando. Tomó aire, como para darse valor, y se tiró el contenido sobre la cabeza antes de que le diera tiempo de arrepentirse.

- ¡AAHHHH! - Marinette no pudo evitar ante el contacto del agua helada. Su cabello y su ropa quedaron completamente empapados. La blusa, al ser blanca, transparentaba completamente, dejando ver su sujetador rosa, lo que atrajo la atención de varios de los chicos, incluyendo a Adrien. La chica, quien estaba demasiado ocupada tiritando como para darse cuenta de las miradas indecentes, no entendió por qué Adrien se acercó a ella y se quitó la camisa (aunque vaya que agradeció la vista, igual que todas las chicas heterosexuales del grupo, para que negarlo), hasta que el rubio le susurró algo al oído, y salió corriendo de la habitación, completamente sonrojada.

- Es agradable saber que los caballeros aún existen. - Dijo Alya, bastante divertida con la situación.

Al minuto, regresó Marinette, con su ropa mojada colgando de un brazo, vistiendo únicamente su ropa interior y la camiseta de Adrien, aunque como era bastante bajita, ésta le quedaba como un vestido corto. El rubio maldijo internamente que su amiga tuviera que verse tan condenadamente sexy con su ropa. "Traquilo, Adrien, piensa en la biblia" se dijo a su mismo, al notar que su "amigo" nuevamente quería saludar.

Marinette, a pesar de estar algo abochornada, se encontraba en las nubes por tener la oportunidad de usar la camisa de Adrien. Ni siquiera se le ocurrió que podía ir por su pijama, o el conjunto de cambio que llevaba, y volvió al juego. Eso sí, Lila acababa de declararle la guerra, y si tenía la oportunidad, dejaría que el espíritu de la venganza se apoderara de ella.

- Ten, es para que entres en calor. -

Alix le estaba ofreciendo un caballito con algo que estaba casi convencida de que no era agua. La peliazul ni siquiera lo dudó: iba a necesitar valor líquido para sobrevivir a la noche.

La botella volvió a girar, indicando que ésta vez le tocaba a Chloe obedecer a Nathaniel.

- ¡Reto! - Exclamó la rubia.

Todos esperaron el reto del pelirrojo casi conteniendo el aliento, pues la tensión sexual que se estaba formando entre él y la rubia eran casi palpables.

- Quiero que me bailes. - Ordenó el pelirrojo, a quien al parecer el alcohol acababa de hacerle efecto de verdad.

Como única respuesta, Chloe soltó una carcajada y se puso de pie. Nino corrió a poner "Crazzy in Love" de Beyonce para ambientar el asunto, mientras Kim empujaba una silla al centro del círculo.

Chloe se acercó a paso lento a la silla, recorriendo sus curvas con las manos en un movimiento suave y sugestivo, para luego darse la vuelta, meneando las caderas suavemente, convirtiendo el movimiento en una especie de Twerk. Luego, súbitamente se dio la vuelta para tomar al pelirrojo de los hombros y subirse bruscamente a horcajadas. Nath, importándole poco el público, la acercó a ella para juntar sus labios en un beso. De repente, se comenzaron a enrollar en frente de todos, como si nada, para que después de unos dos minutos (en los que nadie se atrevió a interrumpir, mitad para disfrutar del chisme, mitad porque no sabía cómo llamarles la atención) Chloé lo tomara de una mano y lo arrastrara fuera del salón, probablemente a una de las habitaciones del hotel, para no volver en toda la noche.

- Vaya... Eso fue inesperado... - Logró decir Juleka.

- Vaya que sí. - La secundó Max. - Las probabilidades de que algo así pasara eran inferiores al dos por ciento.

Fuera del pequeño incidente, los chicos decidieron seguir jugando, ansiosos por saber qué otras cosas traería el juego. Antes de continuar, Rose y Kim les pasaron caballitos a todos, y ésta vez nadie se resistió. La mueca que Marinete hizo al bajar el Vodka le pareció adorable a Adrien, quien había pasado la mayor parte del evento anterior viendo las piernas de su "buena amiga".

- ¡Verdad! - Gritó Adrien, bastante entusiasmado, aunque inmediatamente se arrepintió. ¿Qué tal si Juleka alguien había captado cómo se comía a su mejor amiga con los ojos y le preguntaba al respecto?

- ¿Qué tal estuvo el beso con Marinette?

- Oh, bueno... Supongo que bien... - Respondió, con el rostro completamente rojo.

- ¿Sólo bien? - Picó Alya.

- Bueno, bastante bien... Pero ya respondí mi pregunta.

Se apresuró a girar la botella, y esta vez, fue turno de Rose y Lila.

- ¿Con quién fue tu primera vez? - Preguntó la rubia.

- Con Timothée Chalamet - respondió inmediatamente, sin dudar. Marinette puso los ojos en blanco. ¿No podía decir la verdad ni siquiera porque el juego se llamaba VERDAD o reto? Pero como siempre, los demás estaban encandilados con las mentiras de la castaña.

- ¿En serio? ¿Cómo fue? - Preguntó Mylène, casi dando brinquitos de la emoción.

- Oh, bueno, nos conocimos en la post-fiesta de una pasarela en New York, en la que yo participé como modelo. Estaba platicando con mi queridísima amiga Clara Nightingale cuando se acercó y me invitó a bailar. Al principio me hice de rogar, pero el insistió y... -

A partir de ese punto, Marinette dejó de escuchar, pues no estaba interesada en oír otro de los cuentos chinos de la Italiana. Se puso a rememorar el beso con Adrien, imaginando a partir de ese punto una vida a lado del rubio, con una gran boda en la catedral de Notre Dame, tres hijos y un hamster, hasta que los gritos de Alya la trajeron de vuelta a la realidad.

- ¡Marinette! ¡Es tu turno! - La regañó su mejor amiga.

- Oh, lo siento. ¿Debo elegir reto, no? -

- Noooo, ésta vez tu le vas a poner un reto a Lila. - Corrigió Nino.

Al ver la sonrisa malvada que se formó en el rostro de la franco-china, Lila sintió miedo.


Denle las gracias a mi mejor amiga por éste capítulo, porque aunque ya lo había comenzado, me puse a escribir de nuevo porque ella tenía que hacer entrevistas para su tesis de psicología, y yo tenía que hacer algo con la computadora (a demás de escuchar música) para darles privacidad.

Aún así, déjenme decirles que disfruto escribiendo ésta historia jajaja. Está bastante chill.

Recuerden que aunque no los responda, leo todos sus reviews amixes.

Verdad o RetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora