Sagrado Corazón

Cap 4

– mami está súper rico el desayuno ¿por qué hiciste algo tan rico? – pregunta Matías.

–Porque los quiero – termina mirándome a mí

– mama eres la mejor, ¿por qué estás tan feliz, hoy no nos gritaste? – sigue julio, levantando una de sus cejas.

– porque hoy su madre recibirá su magister, ese el que hice para profundizar más cardiología y métodos de operación.

– Si mi Martina es la mejor – termina mi papa tirándole un beso desde la otra esquina de la meza.

Incomodidad nivel dios

– Ayer cuando llego Javier de la fiesta estábamos celebrando – dice mi mama en un tono picaron.

Y ahí es donde me atraganto con el pan que estaba comiendo, automaticamente los recuerdos de ayer y la plancha que sentí vienen a mi mente.

– Si...estaban celebrando, pero yo estaba muy cansado así que me fui a dormir – termino lo más rápido que puedo.

– Pucha mama no nos dijiste para haber celebrado contigo – dice Matías en un tono triste – los carretes pueden esperar, pero no debemos dejar de lado ese logro tan importante.

– no fue la gran cosa. – Le quita importancia – además nos acostamos temprano, ¿cierto juan?

– sí, nada importante – está conteniéndose una tremenda sonrisa.

– Hoy nos vamos a Berlín, a ver a Katya – termina mi mama, no es una opción es una orden.

– ¡¿a Katya?!- decimos los tres al mismo tiempo.

– ¿qué hay de malo con Katya?

– Nada – respondemos otra vez los tres

– yo voy a ordenar las cosas para ir mamita. – termina lo más rápido julio, parándose y llevando los platos al lavaplatos.

– ¡oh! me acuerdo que tengo que encontrar algo. – Se excusa Matías – muchas gracias se aleja corriendo.

– yo voy a buscar algo, vuelvo en un segundo. – sonrió lo más que puedo, que no se note lo falso.

Subo al segundo piso y encuentro a mis hermanos conversando de ese viaje improvisado a la tía Katya, nótese la felicidad.

– ¿qué vas a hacer? – pregunta julio

– que ¿qué voy a hacer? – Grita Matías – Me tire a las mellizas, sabes el rencor que me tiene una de ellas... - se inventa unos escalofríos – dan miedo, si supieran que me acosté con ambas, ay porque mi pene no las diferencio yo las veía iguales, en realidad no sé cuál es la diferencia de mellizas, gemelas, no tengo ni la puta idea.

– ¿eso te pasa por ser caliente, y si tienes una ETS? – inquiero yo.

– sé que soy caliente como los conejos, me cuido tampoco soy tan hueón, ¿vale?

– Tengo un plan – respondo lo más rápido posible antes de que se olvide esa idea, - vamos los tres a Berlín a ver a la querida tía Katya y sus adorables e angelicales hijas – hago énfasis en lo último para que Matías me moleste aún más. – Pero en vez de estar en su casa y que nos pregunte de nuestra vida personal que claramente es una mierda nos vamos a cualquier parte, tu julio vas a despejarte a un museo y tu Matías vas y te tiras a alguien y yo les tapo el culo, ¿me entendieron?

– ayyyy, mi romeo ¡me salva de la muerte! – el más feliz es el Mati, que en cualquier momento le sale el calentón del momento.

– no quiero que te quedes solo. – julio me dice esto con algo de tristeza.