✧ 𝙧𝙚𝙜𝙧𝙚𝙩𝙨 ; 𝘮𝘰𝘮𝘰 𝘺𝘢𝘰𝘺𝘰𝘳𝘰𝘻𝘶 [abandoned]

✿ 予定 。

ーEso fue todo. ー Dice Yaoyorozu al terminar de contarles a sus dos amigos el deprimente día que había tenido, para después crear con su quirk una cuchara de metal y abrir con facilidad su tercer bote de helado de menta con chocolate, todo bajo las miradas atentas del rubio y la otra azabache.

ーTodoroki es un idiota. ー Soltó entre dientes el único chico en la habitación. Bakugo estaba notoriamente molesto, un imbécil a como lo era el de cabello bicolor había hecho llorar a su mejor amiga sin siquiera haberle dado alguna explicación sobre el por qué de la estúpida decisión que tomó.

Momo sólo se concentró en llenar su boca de helado.

ーCállate, Katsuki. ー Regañó la tercer persona en la habitación de la más alta, dándole un codazo al rubio. ーAunque, bueno... Él tiene razón. ー Admitió Jirou en un susurro, provocando una sonrisa orgullosa en su amigo.

El de ojos rubíes deshizó su sonrisa, y miró a Kyouka y luego a Yaoyorozu, suspiró, tenía que preguntar. ーY dime... Pese a lo que hizo y dijo, ¿Aún lo quieres?

La de los auriculares dejó salir un gesto entre irónico y hastiado, dándole un leve golpe con sus dedos a la frente del chico. ーSi no le quisiese, ¿Crees que ella estaría llorando aquí y comiéndose salvajemente todos esos helados?

ー¿S-salvajemente?ー Momo había vuelto a llorar ante la palabra que su amiga eligió usar para referirse a su forma de comer.

Katsuki frunció el ceño, dirigiéndose a Kyouka. ー¡Mira lo que hiciste, Jirou! ¡Ella no debía saber que come como si le fuesen a quitar la comida!

ー¿Y-yo como así?— La Yaoyorozu definitivamente parecía estar sensible en éste día.

ー¡Ahora tú también lo hiciste, Katsuki!— Regañó Jirou ésta vez.

[...]

Los minutos pasaron y las tres chicas no decían nada, sólo se oía el masticar de una pelinegra que comía papitas de queso picantes. Eso tardó cinco minutos más, hasta que el único chico de ahí soltó un ajá, lo cual fue extraño de oír para las dos féminas.

—Tengo una idea. — Soltó Katsuki con una sonrisa.

—¿Y cuál es?— La pelinegra sonaba curiosa.

—Escucha, dices que el bicolor no te dio explicaciones al romper, ¿Es así?— Ella asintió a sus palabras.

—¿Y eso qué?— Se metió Jirou, que ya tenía una idea vaga sobre lo que Bakugo diría a continuación.

—Hay una probabilidad de que él no haya querido romper. Ustedes ya conocen las actitudes odiosas de su estupido padre. — Las chicas asintieron a ello, tenía razón.

—¿Debería hablar con él?— Katsuki y Kyoka negaron rápidamente al mismo tiempo.

—Aún es demasiado pronto para que lo hagas. — Habló Kyouka, el de orbes rojizos le dio la razón.

—Tú no irás a buscarlo. Hay un 70% de probabilidades de que vuelvas con él, pero no serás tú quien de él primer paso. Todoroki tiene que darlo. — El rubio cenizo se dirigió a Yaoyoruzo con un tono de voz firme.

—Concuerdo con eso. — Apoyo Jirou y Momo asintió un poco convencida.

...

Después de tres horas de plática, entre ellas una de planeación, su reunión había culminado. Jirou se quedó más tiempo con Momo, puesto que Bakugo tuvo que irse antes, ya que Aizawa sensei podría castigarle por estar en los dormitorios de las chicas. Y si estaba castigado sería una baja para la realización de su plan Haciendo que el bastardo bicolor se arrepienta (todavía están trabajando en el nombre)

Porque sí, habían decidido joder con celos en el bicolor, y que mejor forma de hacerlo que con Bakugo. ¿La razón? Desde que Yaoyoruzo había iniciado su relación con Todoroki, éste sentía molestia hacia la cercanía que el rubio mantenía con la pelinegra.

—Every day, ever ynigh- — Tarareaba Katsuki mientras caminaba hacia su habitación, pensando todavía en su plan con las chicas.

—Latata, I love ya. — Escuchó como alguien siguió la letra y luego sintió un pesado brazo posarse en su hombro.

—Woah, no me esperaba que conocieses esa canción. — Le dijo un sorprendido Bakugo a su amigo pelirrojo.

Kirishima sonrió. —Lo mismo me sucedía contigo. Aveces pienso que soy bastante masculino al cantar ese tipo de músicas. Además, recientemente escuché la versión en japonés y no he podido sacarla de mi cabeza.

—Pensamos lo mismo. — Ambos amigos rieron.

—En fin, ¿A dónde vas?— Le preguntó el de pelos puntiagudos.

—No tengo nada que hacer, así que iré a mi habitación. — Respondió el de orbes rubies.

Kirishima asintió. —Con Kaminari, Zero y unos chicos de la clase B estamos organizando una tarde de videojuegos. ¿Quieres venir?— La idea de pasar horas jugando sonaba muy buena. Por lo que asintió y se dirigieron a la habitación de Kaminari, lugar en el que se haría dicha reunión.

著者のメモ 。

──con éste cap nos despedimos.