»diez

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—Todos están viéndome...

—Es normal, nadie te había visto nunca en estos eventos.

—Me siento como un gato en perrera.

—¿El gran Jungkook está intimidado? — Taehyung sonrió hacia él. Estaba bromeando y sonriendo. El no hacía esas cosas genuinamente en estos eventos.

Un profundo surco se formó entre las cejas de Jungkook.

—No estoy intimidado. Sólo no me gusta esto.

Jungkook interceptó a un camarero y se bebió el champán en el interior de una copa de un trago, para luego dejar la copa vacío en la misma charola.

Estaban en el evento de inauguración del nuevo edificio de su padre. Ambos vestidos de etiqueta.

Su madre solo había visto a Jungkook cuando llegaron, ya que ellos solían juntarse solo antes de atravesar las puertas de entrada, para ser vistos como una familia feliz.

Para su alivio, ya que estaba lleno de fotógrafos, ella solo sonrió y preguntó el nombre de Jungkook. Obviamente para aparentar que lo conocía, que era amigo desde hace muchos años de su hijo, sería su historia.

—¿Puedes dejar de beber, por favor? — pidió deteniendo la tercera copa que Jungkook pensaba tomar y devolviéndole al camarero.

—Lo haré si tú tomas una. — le miró con desafío, pero no, Taehyung no caería en eso.

—Yo no bebo.

—Entonces... — Jungkook comenzó a caminar en busca de más alcohol, pero Taehyung tomó su mano deteniendolo.

Una mirada alrededor y vió que un par de personas estaban mirando fijamente sus manos juntas. Con rapidez se apartó.

Su rostro se tornó caluroso y miró el suelo.

Si alguien siquiera sospechara que no era un hombre "hecho y derecho", su padre le daría una golpiza otra vez. Quizás más brutal que la última, y entonces...

—Oye ¿Estás bien?

La voz de Taehyung lo hizo bajar de sus recuerdos. Su respiración estaba errática, suspiro para calmarse y al lograrlo, sonrió.

—Por supuesto.

Jungkook no le creyó, pero no pudo decir nada porque en un momento porque Taehyung estaba huyendo hacia los baños, quería refrescarse un poco para bajar el calor y nerviosismo de sus mejillas.

Entro por la puerta de los espaciosos y lujosos baños, iba a cerrarla cuando el cuerpo de Jungkook se interpuso, abriéndose camino hacia dentro y cerrándola el mismo.

Taehyung camino hacia los lavabos, ignorando al rubio pero Jungkook lo detuvo a mitad de camino, girandolo y poniéndolos de frente en medio del baño. Con ansiedad miró hacia todos lados, el baño estaba vacío.

—¿Qué es lo que ocurre? — Jungkook preguntó.

Taehyung quería asentir y decir que todo estaba bien, pero cómo negarle algo a esos profundos ojos oscuros que lo miraban tan intensamente que se perdió.

Se perdió a si mismo y tras un suspiro, el estampó sus labios contra los de Jungkook.

Hubo sorpresa, pero pronto Jeon apretó su cintura y tomó el control del movimiento de sus labios. Taehyung fue recorrido de pies a cabeza por una extraña y placentera sensación que se centraba un poco más en su estómago y obligaba a sus dedos a poner quizás más fuerza de la necesaria en su agarre.

Taehyung se apartó de pronto, dió dos respiraciones profundas y luego con movimientos bruscos lo arrastró hasta un cubículo, encerrandolos en el espacioso cuadrado.

Tardaron menos de un segundo en volver a besarse, siendo contrarios a los movimientos anteriores, estaban besándose con suavidad. Sólo labios, movimientos no lentos, pero calmados.

Taehyung se aferraba al cuello de Jungkook, mientras éste hacía círculos en sus costados.

El sonido de la puerta abriéndose provocó que los labios de castaño se quedaran quietos, atrapados entre los del rubio y sin ganas de alejarse, pero podían ser escuchados.

Mientras quién fuera ocupaba el baño como una persona normal, Jungkook jugó con su labio inferior. Dándole mordidas, y hasta pasando su lengua por el.

Cuando el sonido de la puerta volvió a escucharse, volvieron a estar solos, y fue como si la conciencia volviera al cerebro de Taehyung, como si le quemara, se alejó de Jungkook.

—Tenemos que volver... — susurró, aún sin creer lo que acababa de hacer.

—Uno más. — pidió Jungkook.

—No, estamos tardan...

—Solo uno.

Jungkook lo atrapó contra la pared. Taehyung negó pero aún así, sus labios se movieron como con mente propia hacia Jeon y el dulce sabor de sus labios.

El resto de la fiesta, Taehyung se la pasó pensando que la gente sabía lo que había hecho, aunque era casi imposible. Jungkook, en cambio, hablo con él como si nada hubiera pasado, lo que ayudó a distraerlo.

Cuando todo acabó, luego del discurso de su padre y todos los aplausos, se dirigieron juntos a la salida, una limusina los esperaba.

Estando arriba, Jungkook ya iba a lanzarse sobre él pero la puerta se abrió de pronto deteniendo todo.

Su madre subió con elegancia, se sentó frente a ambos.

—Hijo ¿Ya me presentas a tu amigo?

No era ni de cerca una pregunta, ni siquiera una orden directa, era una petición que Taehyung entendía perfectamente.

—Su nombre es Jungkook, tuvo un problema y se quedó en casa. — respondió, su rostro imperturbable, recordando lo que le fue enseñado.

—¿Es un problema muy grave, querido? Los amigos de Taehyung siempre son bienvenidos en casa. — la forma en que la mujer pronunciaba la palabra "amigo" estaba haciendo hervir la sangre de Taehyung. Pero nadie podría asegurarlo viendo su rostro. Serio y calculador.

—No es grave... — comenzó Jungkook pero Taehyung lo interrumpió.

—Es personal, sí debe quedarse más días se quedará.

—Taehyung. — su madre pronunció en tono de advertencia.

El jamás se alteraba hablando con su madre, pero esta vez en especial, le estaba molestando mucho su tono. Le traía demasiados recuerdos que guardó lejos.

—Bueno... — la mujer fue interrumpida por el sonido de su celular.

Quién fuera, era obviamente más importante, así que les sonrió en despedida y se bajó.

Taehyung le indicó al chófer que se fuera.

—Tú madre no parece una mala persona. — comentó Jungkook.

—Sí.

—Es decente, una mujer muy sexy.

—Por supuesto.

No lo estaba mirando tenía la vista fija al frente, inconscientemente apretando sus labios en una línea.

—Oye, ni siquiera me estás escuchando.

Con una sonrisa, Jungkook tomó su mentón y lo obligó a mirarlo, manteniendo la mano en el lugar.

Lo vió acercarse, y sabía que no era correcto, que no debía, que el chófer los vería y se lo comunicaría a su madre...

Taehyung casi gime cuando por fin sus labios se encontraron, pero luchó contra el sentimiento de satisfacción.

Se dejó llevar por un rato, quizás fueron minutos, pero la voz recordándole que estaban viéndolos lo hizo separarse.

El resto del camino, Jungkook tomó su mano, pero Taehyung se negó a mirarlo. Si lo hacía, se perdería otra vez.

Siento la tardanza, les traeré enseguida más capítulos

EVERLASTING 章 KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora