Advertencia:
Este parte contiene contenido sensible para algunas personas, te lo puedes saltar sin ningún problema, se recomienda discreción si decides leer esta parte y queda bajo tú responsabilidad, al escribir esto no fomento nunca este tipo de comportamiento en la vida real, gracia.
ஜ۩E L L A۩ஜ
Ahora con 12 años se hallaba recostada en una muy vieja y oxidada cama boca arriba mirando con una expresión melancólica el techo de su celda, porque exactamente eso era lo que era, donde la tenían encerrada casi todo el tiempo, la puerta hecha de acero puro tenía un pequeño compartimento para pasarle algo con que alimentarla.
La pobre chica solo usaba un raro tipo de camisón; blanco que ya estaba percudido junto a un pantalón largo del mismo color, sus pies los tenía manchados de tierra y sangre seca que ni siquiera le pertenecía ya que solía estar descalza la mayor parte del tiempo; su piel si se le comparaba con una hoja de papel no se notaba la diferencia, su cabello que en algún momento de su niñez fue frondoso, brillante y aterciopelado ahora era áspero, débil y alborotado, como toque final para darle un aspecto más demacrado a su apariencia, su rostro estaba adornado con ojeras sumamente marcadas debajo de sus parpados inferiores que resguardaban unos iris ya descoloridos y apagados debido a la falta de sueño debido a las constantes pesadillas.
Girando su cabeza con pereza, clavo sus ojos a la diminuta ventana cuya única función era brindarle aire para que no se asfixiara: — Lo siento *أمي... falle no pude salvarme. — Comentó para ella casi en un susurro, esa sensación de culpabilidad de nuevo se apoderaba de su ser, hubiera llorado pero se lo impidió el sonido de la cerradura que tenía la puerta forzarse, cosa que la puso alerta. Rápidamente se incorporó y al momento de ser abierta su jaula a prueba de todo, su expresión ahora era de completo terror y con nauseas a punto de hacerla arrodillarse en el suelo.
— Mouna... mi hermoso canario. — Su boca se torció en una escalofriante mueca similar a una sonrisa, centró su mirada en ella y se acercó con cautela a la mencionada cerrando con sigilo la enorme puerta de metal.
— Varón Strucker... — Mouna ocultó su rostro tras una cortina de su maltratada cabellera con tal de no hacer contacto visual con ese hombre, cuya voz le hacía tener una extraña sensación en su espina dorsal que no era para nada de su agrado.
— Porque tantas formalidades... Soy tu amigo llámame Wolfgang. — El mayor se sentó muy cerca para el gusto de la castaña así que con discreción intento alejarse , pero al parecer él lo noto ya que paso su brazo sobre sus hombros y prácticamente la pegó a él.
— Wolfgang... ¿Qué quiere?
— Oh al parecer el canario olvido sus modales al cantar. — Con una leve risa colocó su mano en la rodilla de ella.
— No soy un ave.
— Claro que lo eres... solo que aún no estas listas para volar. — Dijo acercando sus secos labios a su oído. — Pero cuando lo estés serás espectacular.
— Si es todo lo que... — Su comentario quedó en el aire al percatarse que, el brazo del varón Strucker con la que le obligaba a mantener ese extraño abrazo disimuladamente había bajado hasta que su mano fue a dar con su pecho izquierdo; tocándolo de manera brusca y con sus dedos jugueteaba con su pezón de manera dolorosa.
El hombre no dijo más y tiró de manera poco amable de Mouna para que quedará a horcajadas de él, algo horrible comenzó a fórmesele en la boca del estomago de la joven castaña al sentir como la tomaba de la nuca para que se quedara quieta y se dejara besar, la doceañera trató de ser firme negándose y poner tiesa la cabeza pero por más que sus intentos eran buenos, esa persona con un solo movimiento era dos veces más fuerte que ella.
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Entrada la noche, a altas horas de la madrugada, la castaña nuevamente se encontraba acostaba boca arriba mirando el techo, pero esta vez lagrimas amargas y silenciosas corrían por sus mejillas, mientras la pobre tocaba la parte baja de su vientre al tener aún la desagradable sensación de tener a ese repugnante hombre viniéndose en su interior.
Lentamente se dio la vuelta dándole la cara a la pared y acurrucándose en posición fetal soltó un grito ahogado en medio de su llanto, la voz se le había ido en ese momento más aparte sentía una fuerte irritación en la garganta, ya que él varón Strucker la había obligado a hacerle cosas desagradables a su miembro que tan solo recordarlas le daban a Mouna unas fuertes ganas de vomitar. Por más que lo intentó el asco ganó y corrió a la triste excusa de inodoro que tenía su celda y aunque ese fuera el ultimo lugar en donde desearía hundir su rostro, se sentó aún lado de la taza y entre convulsas arcadas devolvió la poca comida que había consumido a lo largo de ese día.
La muchachita a la mañana siguiente no probó nada de lo que le dieron para el desayuno, solo la insípida leche que le daban; ya que era líquido y en ese momento la castaña no aguantaba la garganta y beber aquello le daba una leve sensación de alivio.
Horas más tarde, durante la revisión de rutina la enfermera de aquel lugar le dijo a los investigadores que dejarán a la chica en cuarentena durante unos días, puesto que había pescado un leve cuadro de faringitis y la necesitaban sana para poder seguir con el desarrollo de su experimentación y que posiblemente tendrían que administrarle vitaminas con tal de que su sistema inmunológico fuera reforzado, considerando que en anteriores revisiones ya había enfermando de lo mismo. Aquellos hombre no estaban exactamente contentos por aquella noticia, pero no tuvieron más opción; regresaron a Mouna a su celda después de que les entregaran un pequeño frasco amarillo con píldoras de vitamina C y un muy pequeño reloj de mesa, para que revisara la hora para que tomara las pastillas. Se sentó en una de las equinas de la habitación abrazando sus rodillas, miraba con pereza el contenido del frasco y con todas sus fuerzas deseaba que aquellas vitaminas, fueran mejor medicamento para dormir para que así al tomarlas todas de un trago quizás con algo de esfuerzo de su parte, poder quedarse dormida para siempre y volver a los cálidos brazos de sus padres y recuperar todas aquellas risas que le fueron negadas el día que se la llevaron porque algo le quedaba claro a Mouna.
Aún no había madurado, debido a que a pesar de que se estaba volvieron una mujer quería a mamá y a papá de regreso para que le dieran mimos y le dijeran que nada de eso era real; que había sido solo una pesadilla, que no había sido su culpa que la atraparan, que no tenía culpa alguna de que abusaran de ella cada que podían y que solo era una niña. Pero lastimosamente, esas palabras jamás podría escucharlas ni tampoco volvería a correr por un hermoso prado verde con sus padres mientras saboreaba la sensación de libertad, ni siquiera sabía del porque precisamente un campo, pero esa era su fantasía desde que la encerraron en aquel sitió que ella consideraba un infierno en la tierra.
Si había cometido algún pecado imperdonable en su vida anterior, ahora era el momento donde lo estaba pagando.
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*أمي= Mamá
Esto es nuevo para la historia, la dinámica consiste que habrá capítulos que serán solo flashbacks por eso será escrito totalmente con otro estilo de fuente.
No es de mi agrado escribir situaciones como el abuso sexual pero lo hice porque lo consideré que era relevante para conocer más a fondo porque es así T/N (en este caso yo me tome la libertad de ponerle un nombre) y servirá para su desarrollo en la trama.
Además de que estos capítulos que se enfocan solo en Mouna en tiempo pasado estarán en desorden, es decir, que si habrá orden un cronológico para los sucesos pero no para la publicación de estos.
Pero entiendo que hay gente que no le gusta leer este tipo de cosas y lo comprendo perfectamente por eso coloqué el avisó por si preferían saltárselo e ir directamente a la siguiente parte.
Nos vemos en la siguiente actualización ☼
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Ella꧁Steve Rogers꧂
Fanfiction[Edición lenta pero segura] Amelie Gray... Una niña que ya ha derramado suficientes lagrimas en esta vida; se ha vuelto una jovencita callada pero con el valentía de un león fue refugiada en SHIELD a petición de mismo Nick Fury para mantenerla a sal...