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Amelie y Steve regresaron a Shield y cada uno se dirigió a su habitación, la castaña una vez que entro,soltó un suspiro de alivio y se sentó en cama.

—¿Como rayos descubrió que estaba ahí?-Dijo para si misma.

Amelie se sentía bastante nerviosa, nunca había convivido con un hombre de manera decente, no después de lo que paso cuando tenia 16; todavía podía sentir aquel hombre tan vulgar sobre ella. No lo pudo evitar y comenzó a llorar desconsoladamente, estuvo así por un largo rato, hasta quedarse dormida.

A la mañana siguiente le tocaba entrenar con Clint; se preparo y se dirigió al gimnasio donde lo esperaba el castaño en la sección de armas blancas y practica de tiro.

—Buenos días Amelie.

—Hola Clint.

—Oye, ¿Estuviste llorando?—Pregunto notando sus ojos ligeramente rojos.

—¿Tanto se nota?

—Amelie, te conozco siempre que tú y yo entrenamos hablas hasta por los codos, y ahora te portas muy fría y distante, además tus ojos te delatan.-Dijo señalando los ojos de la chica.—Dime ¿por qué estabas llorando? 

—No se por que, pero de la nada me llego el recuerdo, del tipo que me violo cuando tenía 16.—Dijo con lágrimas que de nuevo amenazaban salir de sus ojos. Clint la tomo en sus brazos y la envolvió en un cálido y protector abrazo.

—Tranquila pequeña, eso paso hace tiempo no te sigas atormentando por eso.

—Clint, yo tenía 16 años, el me quito algo que para mi era importante.  

—Ese desgraciado ya no podrá hacerte daño nunca más linda, estas a salvo con todos nosotros, y no es una promesa, es una afirmación.

Después de eso se dedicaron a practicar con cuchillos, dagas, etc. Amelie aprendió rápido, cosa que le fascino a Clint, entrenaron durante una hora, una vez que terminaron la castaña se dirigió de nuevo a su habitación para tomar una ducha. Una vez que salió ya cambiada, se colocó sus audífonos y se puso a escuchar música. Aun que un poco fuerte logro escuchar que tocaban a su puerta.

—Adelante.—Dijo y apareció Belinda pero esta vez su cabello estaba suelto y vestía un pantalón de mezclilla y blusa blanca de tirantes.

—Hola Belinda.-Dijo y la rubia se sentó junto a su hermana.

—Hola Amelie ¿Te sientes bien? 

—Si pero ¿Porqué de repente la pregunta?

—Escucha, no necesito de mi mutación para saber que algo te ocurre.—Dijo compasiva y abrazo a la castaña mientras esta lloraba en el hombro de la rubia.

—Él, me quito lo ultimo que me quedaba de inocencia.—Dijo aferrándose más a su hermana.

—Tranquila Amelie, ese infeliz esta en la cárcel por matar a su esposa en estado de ebriedad, nunca más volverá a hacer daño en las calles.—Dijo frotando cuidadosamente la espalda de su hermana, dándole un poco de consuelo.

—Pero aún así, no borra lo que hizo.—Dijo un poco más tranquila.

—Escucha papá siempre creyó, que algún día te convertirías en una mujer fuerte que no dejaría que la adversidad la abrumara, hermanita es hora de que lo demuestres para que papá descanse en paz.—Dijo separándose de Amelie y con cariño secar sus lagrimas.           

—No lo se no me siento lista, y no se si podré cumplir la petición de mi madre; de que nunca olvidará quién era.—Dijo recordando el último día que con sus padres.

 —Cuando ella te dijo "nunca olvides tu herencia árabe-turca" te quería decir que sin importar importar nada, te sintieras orgullosa; de provenir de tierras del medio oriente.

—Arabia Saudita, Turquía, Norteamérica, yo aún no tengo claro a donde pertenezco.       

—Cuando eramos niñas nos imaginábamos que nuestra vida sería un paraíso, pero al ir madurando nos dimos cuenta que es un mundo es oscuro y cruel sino sabes cuidarte, gente como la de Hydra siempre va a existir y de eso no hay escapatoria pero si tenemos  una opción, no dejarnos derribar por ellos, eres como una torre de acero indestructible Amelie, no dejes que te afecte.

Aquellas palabras por parte de la francesa fueron suficientes para que la de cabello castaño se sintiera mejor, así que tomo sus patines y volvió a salir a la pista de hielo pero primero quiso hacer una parada.

 Toco dos veces el timbre del departamento, cuando por fin la habitante de aquella puerta decidió abrir sus ojos se iluminaron de alegría a ver a quién la había venido a visitar.

—¡Amelie!

—Hola Yulia.



Bueno espero que les haya gustado el capitulo, siento haber tardado tanto tiempo pero por fin esta listo el capitulo si fue de su agrado por favor voten y comenten los quiero mucho.

SAYONARA!!! 

Ella꧁Steve Rogers꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora