Dragón

El hechizo

–¡¡¡Qué coraje me da!!! ¡¡Una noche y nuestras cabezas pueden rodar!! ¡¡Y la gente a la que robamos tendrá mucha alegría de bailar sobre nuestras tumbas!! –Zapateó Kaysa contra el suelo de la guarida luego de que Egil hubo tratado correctamente la herida de su hombro, Bjorn fue atendido y trataba de calmar a Kaysa para impedir que su herida volviera a abrirse antes de tiempo.

–Al menos despertamos, y claramente llevamos sólo una mañana, no tienes por qué estresarte tú sola, para eso estoy yo. –Proclamaba Bjorn con un aire de calma, admirando la seriedad de Daven al dejarse atender en los últimos detalles de su venda, sólo él sabía la furia interna de Daven y sus terribles ganas de matar a quien fuera que se cruzase en su camino; vaya impotencia, se confiaron demasiado, ignoraron su entorno por completo y fueron paralizados, seguro que lo pasaron agotador incluso antes de ser atacados.

–Tan cerca de terminar con esto, tan cerca de resolver este misterio~ –Murmuraba entre dientes el más grande de todos. Compartía el coraje de Kaysa y su estrés, por lo que al terminar de ser curado, fue a su lado para comenzar a dar zapatazos al caminar en círculos, pero terminaron por dibujar el signo de infinidad inconscientemente. 

–Pero ayer fue muy productivo, conseguimos mucha información que podría ser útil. –Lo reconsideró Egil decidiendo mantener la calma como su jefe, puesto que olvidaron lo que ocurrió en la noche; no la información que recabaron en el día, pero otro detalle estaba borroso en sus cabezas ¿Sería ese algo lo que les hizo decidir salir en la noche? 

     Si les inyectaron veneno de otro vampiro, entonces bastarán un par de horas para que él lo pueda recordar todo.

     Pero si hablamos de terquedad y de mal humor, Kaysa y Daven son unos monstruos a los que solamente Ludmila podía apaciguar con unas pocas palabras; pero con ella desaparecida, era un infierno tener que tolerar a ese par de gruñones.

–¡¿Qué clase de información?! ¡El reino no debe saber que los herederos han desaparecido y tenemos que preguntar por cuatro chicos que sólo cambiaron sus vidas al conocerlos, pero puede no tener relación alguna! ¡Estamos perdidos, muertos! –Volvió a protestar ella describiendo con la mano en el cuello un corte, simulando su futuro cercano.

Sabían que apelando a la paciencia, no lograrían nada, Bjorn optó por mostrarse agresivo y con su lógica, fue con Daven y tiró de él por su nuca para forzarlo a tomar asiento nuevamente, con Kaysa, al ser la más feroz cuando se enojaba, tuvo que ser un poco más brusco, y sujetarla por los hombros con firmeza, para que su energía la hiciera reaccionar y obedecer.

–¡Una noche de cinco no es nada! ¡Si bien no recordamos lo que buscábamos anoche, por lo menos ya sabemos mucho de lo que nos hacía falta! ¡Tengan o no tengan conexión con el caso de los príncipes, nadie puede decir que no estamos haciendo nada porque nosotros sabemos que sí estamos trabajando! ¡Hicimos la promesa de hacer esto por Lula y vamos a seguir aunque amanezca en la quinta noche y nos busquen para decapitarnos! ¡¡Ahora ustedes dos se calman o les prometo que los haré desear volver el tiempo y no comenzar su absurdo numerito!! ¡¿Entendido?! –Demandó con el carácter del que hace varios años ejerce ante ellos, por el cual los tres lo aceptaron como al líder del grupo, Kaysa y Daven se miraron mutuamente sabiendo que su líder siempre iba en serio con sus amenazas y promesas, acordando así mantener la calma para la próxima ocasión. –Eso me gusta más, ahora. –Recobró la calma y se puso a meditar sobre el asunto que les hizo salir de la guarida y sin saber cómo o por qué, amanecieron en la fuente. –No era sólo veneno paralizante, estaba mezclado con veneno de amnesia, creo que eso hizo que sólo durmiéramos hasta el amanecer.

–¿Veneno de amnesia? ¿No debió de hacernos olvidar todo de nuestras vidas o sólo todo el día de ayer? –Lo recalcó Kaysa sintiendo dolor en su cabeza.