Viernes (Final)

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— Es tan tarde, ¡llegaremos tarde, Jake!

Relájense, ¿bien? No llegaremos tarde...

— Hyung, realmente tenemos que apresurarnos.

HeeSeung y JungWon estaban esperando en la puerta de la casa de JaeYoon mientras esperaban a que el australiano se dignara a salir de su habitación. Faltaban menos de diez minutos para que la exposición comenzara y comenzaba a aumentar el nervio en el par de amigos.

Jake había cerrado con seguro la puerta de su cuarto, para después sentarse en la orilla de la cama mientras abrazaba sus rodillas y se quedaba viendo a un punto fijo. Prometió no tardarse demasiado, pero llevaba más de media hora así mientras su mente era un lío de pensamientos, reproches a sí mismo y recuerdos de el día anterior. 

Había besado a SungHoon. Había besado a Park SungHoon.

Fue maravilloso. Desde que presionó sus labios con los rojizos belfos de su menor, su estómago estalló como fuegos artificiales teniendo una sensación maravillosa en su mente, corazón y cuerpo, a la vez que sus sentimientos eran liberados e impregnados en el alma de el contrario. Pero...

La situación se volvió extraña cuando Park no le correspondió. Tampoco se alejó. Simplemente se quedó quieto ese par de segundos. Cuando se separaron el menor solo preguntó si había sido la última foto y cuando Shim asintió, SungHoon abandonó el lugar, dejándolo solo bajo la presente e imponente lluvia.

Cuando Jake volvió a su casa la noche anterior, llamó a sus dos amigos contándoles lo sucedido. Ellos le consolaron un buen rato hasta que se quedó dormido entre pocas pero lamentables lágrimas y balbuceos.

No... Creo que no será buena idea ir, chicos — dijo aún desde el interior de su habitación.

Yang y Lee vistieron sus mejores ropas a la par que usaban zapatos boleados, camisas negras que resaltaban la ocasión formal y un poco de colonia que... Bueno, en realidad era de Jake, pero eso no importaba mucho. Ambos se veían preocupados. En simultáneo, Shim seguía en pantalones de mezclilla.

— Debes ir, Jakey.

¡Ni siquiera envié las malditas fotografías! Lo olvidé anoche.

— Sí, bueno, pero el profesor pidió que todos asistieran, hyung.

No puedo, simplemente no puedo. Seguramente SungHoon irá y, y... No podré verlo a la cara. No puedo ir.

Una parte de él se decía que era bueno haber expresado sus sentimientos, ya que estaba casi seguro que el pálido sentía lo mismo que él. Todo apuntaba a eso. El cariño, las muestras de afecto, los sentimientos en general simplemente podían llevarlo a la ciega y probablemente errónea conclusión de que ambos se amaban el uno al otro.

Sin embargo, la otra parte había sido perturbada por la reacción tan inesperada y hasta cierto punto decepcionante que había tenido SungHoon hacia él. Simplemente no lo podía creer, fue tan estúpido al malinterpretar todo, porque claro, Park no aceptaría los sentimientos expresados implícitamente por alguien como él.

Su corazón dolía.

— Shim JaeYoon, sal de esa habitación y ven a la exposición. Estaremos contigo pase lo que pase, pero por favor, ven — regañó HeeSeung.

— Si viene, le prestaré mi almohada de borreguito, hyung.

Jake sonrió débilmente. Apreciaba a su par de tontos y adorables amigos.

El silencio entre ambas partes de la puerta que los separaba se instaló, hasta que dos minutos después, esta fue abierta y se logró apreciar a Jake con el rostro algo triste, mas con una actitud algo positiva. Sí, iría, pero solo porque sus amigos se lo pidieron y porque no quería reprobar el curso de fotografía. Realmente JungWon y HeeSeung conseguían lo que querían.

musa ☆ jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora