[오]

987 103 46
                                    


RenJun ya no se sentía tan seguro de lo que hacía, al
menos no como antes. Él sabía, bueno, él presentía en su pequeño corazoncito que había hecho sentir mal a JaeMin por algo y no quería eso. RenJun deseaba que JaeMin fuera feliz, no quería que terminara corriéndolo de su casa o dejando de darle los besos y mimitos que tanto le gustaban.

También quería seguir durmiendo en su cama. Oh sí,
adoraba la cama de JaeMin, pero por, sobre todo, le
gustaba acostarse sobre este y escuchar los latidos de
su corazón. Por otro lado, el castaño olía muy bonito y eso se sentía bien, porque al olfatear a JaeMin todo su cuerpo se relajaba, eso era bueno y se sentía correcto. O cuando JaeMin lo besaba, definitivamente los besos y cariños del mayor eran la parte favorita de entre todas las nuevas experiencias de RenJun. Y él no quería acabar con eso por sus metidas de pata.

Por su pequeña mente pasaron tantas imágenes
de JaeMin echándolo de la casa, quizás su amigo
JiSung le había dicho algo como que RenJun era feo
o que tenia piojos. El no tenia piojos, lo sabia porque
además de vivir en la calle por un tiempo, cuidaba
mucho sus cabellos, ya que eran lo único bonito que
encontraba en su anormal forma.

O tal vez.. Tal vez JaeMin ya no lo quería por ser
diferente. Lo diferente es raro, lo raro es feo y lo feo no le gusta a nadie, así lo entendía RenJun.

🐈🐈🐈

Una vez JiSung se fue de la casa, quedaron solo
JaeMin y su gatito en el sofá, el mayor estaba algo
sorprendido porque RenJun no había querido sentarse en sus piernas cuando lo llamó, siendo que desde el día anterior era lo que más hacía, tampoco le había sonreído en todo el tiempo que JiSung estaba ahí, pero eso no era lo importante, seguro fue causado por lo mismo, por la presencia de alguien que simplemente no era de la confianza del pequeño niño y por ello se sentía un poco incómodo.

Cuando él al fin se sentó en el sofá y con la casa
completamente sola, jaló con cuidado a RenJun del brazo y lo sentó a horcajadas sobre sus piernas, logrando que el gatito lo mire algo confundido, hasta que JaeMin atrapó sus labios en un profundo beso al cual el menor no dudo ni dos segundos en corresponderle.

RenJun amaba con locura a JaeMin, simplemente por
salvarlo y mimarlo, pero JaeMin era extraño y la
mente del minino no lograba comprender la mayoría
de acciones de su dueño.

¿Entonces JaeMin no estaba enojado? Porque ahora lo besaba, y lo estaba haciendo muy bien. RenJun dejó libre a su cola para menearse y sus orejas sacudirse debido a los estremecimientos de todo su cuerpo.

La lengua de JaeMin se movía ya de manera
experta por toda su cavidad bucal, por cada rincón de esta, escuchando sus pequeños jadeos, sintiendo las vibraciones de su cuerpo y, si se atrevía a entreabrir los ojos, podía observar con claridad el temblar de las cejas del pequeño. Tan hermoso, tan precioso, tan malditamente sexy y frágil.

—Ñam. —un pequeño maullido salió de los labios de
RenJun una vez colocó una de sus manos en el pecho de JaeMin, alejándolo un poco para poder respirar. Las mejillas del menor estaban rojas, ni siquiera rosadas, simplemente rojas, mientras este tenía la punta de la lengua fuera y jadeaba ante la mirada llena de lujuria de JaeMin. RenJun ya sentía su entrepierna molestándolo de nuevo y sabía y comprendia, por los ojos ahora marrón oscuro del mayor, que esta vez esto sería diferente que todas las otras veces.

No alcanzó respirar por demasiado tiempo porque
antes de siquiera esperarlo, ya JaeMin volvió a
cazar sus labios con hambre y el felino se derritió por completo, dejándose llevar.

—Respira por la nariz, amor. —le dijo el más alto
cuándo se separó únicamente para mordisquear su labio inferior y tras un asentimiento de este, lo besó otra vez, dejando que sus manos bajen hasta el pequeño y duro trasero de RenJun, acercándolo más a su cuerpo.

neko corporation    [renmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora