La canción que te dedico

Capítulo 1 - Un secreto

—¿Por qué tengo que acompañarte a esa fiesta?—enarque una ceja—. ¿Qué beneficios obtengo yo?

Lo miré con cara seria. No quería ir a su estúpida fiesta de niños ricos.

—Porque eres mi mejor amiga y me amas y obtienes el beneficio de mi hermosa compañía—pestañeó varias veces de manera angelical—. Anda ya, quita esa cara.

Me dio un ligero empujón, aunque seguía viéndolo con mi cara que decía "¿Enserio?"

Lo veía diario como para que eso fuera algo que me beneficiara. Era cierto que ser amiga de Nate uno de los chicos mas perseguidos y deseados de la universidad me daba cierto prestigio y renombre, pero también desventajas. Sus locas acosadoras solo me vigilaban como buitres a carroña.

—No lo sé, Nate—me metí una papa frita a la boca—. No me apetece ir.

—¿Y qué más pretendes hacer? ¿Pudrirte en el sofá? ¡Es viernes Blair!

—Oh gracias por decirme, pensé que era jueves—ironicé y bebí de mi soda—. Y si, justamente pretendo eso, pudrirme y hacerme una con el sofá.

—Vamosssss—me miraba suplicante—. Es una fiesta, la fiesta del año, a ti te gustan las fiestas.

—Si, pero no cuando hay niños ricos que creen que pagar con tarjeta de crédito es algo vintage—rodé los ojos.

—¡Hey!—me miró ofendido—. Yo soy uno de esos niños ricos.

Rodé los ojos y me puse de pie tomando mi charola para llevarla al contenedor más cerca.

—He dicho que no Nate, no quiero.

—Anda y si vas... prometo que el próximo viernes te acompañaré a comprar todos los discos de vinilo que quieras.

Ahora si estábamos hablando el mismo idioma.

Me giré sobre mis talones y lo miré interesada. Tenía por completo mi atención.

—¿Todos los que yo quiera?—enarqué una ceja.

—Absolutamente, todos los que tú quieras, es más la tienda entera.

Ventajas de tener un amigo rico.

—Bien, pero pasa por mi, Rosemary ocupará el carro y no tengo como ir.

—No se diga más, paso por ti a las ocho.

Me plantó un beso en la frente, muy fuerte que la cabeza me rebotó.

Terminé las clases sin nada emocionante. La escuela podía ser muy aburrida cuando eras una niña genio. Ventajas que tenía: la escuela no era difícil, desventajas: te aburres muy rápido.

Vi que Nate mantenía una acalorada discusión por teléfono en el estacionamiento de la universidad, así que decidí no molestarlo, cuando se enojaba era un poco... agresivo. Decidí tomar el metro, lo cual fue un error porque fui aplastada durante todo el camino. Y en uno de los pasillos vi a un vagabundo hablar con la pared.

Raro.

Me tumbé un rato sobre la cama, con los auriculares puestos Let it go de James Bay sonaba a todo lo que daba. Si había algo que disfrutaba en la vida era la música. Bendito fuera el primero que la creo y bendito fuera quien había creado los auriculares. Tenían todo mi amor eterno. Hacia mi miserable vida más amena y menos miserable.