❝ ¿cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar? ❞
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Al entrar al lugar, Yeonjun vio la cabellera mojada de Soobin desde la puerta, y se detuvo un segundo en el umbral.
Los brillantes y adorables ojitos de Soobin lo miraron un momento, y Jun comenzó a sentir su corazón latir más rápido.
Sus miradas se encontraron por un segundo, aunque el menor fue quien apartó la vista primero.
Yeonjun pensó en huir, pero le había dicho a Taehyun que se quedaría allí.
Así que corrió la puerta a su espalda, cerrándola, dejando la toalla a un lado, un poco alejado de los bordes, y dudó un momento en meterse o no.
Miró a Soobin, quien le estaba dando la espalda, flotando cómodamente en la parte más profunda.
Suspiró por lo bajo, antes de sentarse, dejando sus piernas dentro del agua.
─ ¿No estabas con Beomgyu? ─ le preguntó, sólo para cortar la tensión.
─ Fue al baño. ─ respondió Soobin.
Yeonjun asintió, por más que el chico no lo vió.
─ Taehyun estaba en el baño, así que tardarán un rato.
Soobin no respondió.
Tuvo más ganas de reírse, aunque esperó unos segundos para levantarse, acercándose a la puerta.
Soobin se dió cuenta de aquello, aunque no lo demostró, se sentía mal.
Yeonjun tomó la manija de la puerta, pero apenas pudo abrirla unos centímetros cuando esta volvió a cerrarse de golpe.
Intentó abrir de nuevo, pero la fuerza de otra persona no lo dejaba.
─ ¡No se van hasta que se arreglen!
─ ¿Taehyun? ¡Deja de incluirnos siempre en tus planes!
─ Deja de caer siempre en mis planes. ─ contraatacó.
─ ¡Mierda! ¿Cuánta fuerza tienes? ─ Yeonjun seguía intentado, pero ya no podía escapar, porque alguien le estaba reteniendo.
─ Mucha, pero es un dos contra uno, bobo.
─ ¿Dos?
─ Beomgyu. ─ afirmó Soobin, desde el agua.
Yeonjun soltó la puerta con brusquedad, ya cansado de todo eso, encajando todas las piezas en su cabeza.
Si ese era un impulso por parte de sus amigos para arreglar las cosas, sentía que no estaba listo.
Lo miró un momento, juntó valentía antes de voltearse y volver a caminar hacia la piscina, rápidamente y con decisión.
Siempre, en lo que respectaba a Soobin, se sentía nervioso, muy inquieto, y había costado bastante para que se acostumbrara a los besos o mimos cuando estaban a solas, pero en temas serios, importantes, de la relación –incluso en el momento de confesarse– simplemente no sabía como reaccionar.
Sintió sus manos temblar, se metió en la piscina, pero el agua pareció llevarse toda su valentía, y se congeló ante la mirada de Soobin.
─ No hables conmigo si Taehyun te está obligando. ─ dijo el otro. ─ No tienes que hablarme si no quieres.
Quiso disimular con una tos cómo su voz se quebró al final, pero no pudo.
Yeonjun se mordió el labio, sentía su corazón estrujado.
─ No, Taehyun está ayudando, yo le pedí ayuda. ─ habló, captando la mirada de Soobin. ─ Porque soy muy inseguro para hablar, y tengo miedo de perderte si vuelvo a cagarla...
Mirando directamente a los ojos de Soobin, continuó.
─ No debí dejarte así el otro día, estuve mal, fui horrible. ─ Soobin sólo lo miraba, esperando cada palabra. ─ En verdad, me gustaría que tuvieras fe en ti mismo, en el tratamiento, y en volver a caminar como yo tengo... porque sé que puedes lograrlo.
Los ojos de Soobin se llenaron de lágrimas.
─ Pero es tú decisión, y es algo que entendí tarde. ─ continuó, Yeonjun comenzó a acercarse con lentitud a Soobin. ─ Te grité, y te dije las cosas mal porque... no sabia escucharte, y tampoco ayudarte, no digo que sea un experto ahora, pero... dime, por favor, porqué no quieres seguir.
Soobin se mordía en labio nervioso, un hipido de llanto escapó de ellos.
Yeonjun, inconsciente, se acercó más a él, colocando sus manos en la cintura del otro, dándole apoyo.
─ Tengo miedo. ─ respondió Soobin, mirándolo con los ojos desbordantes de lágrimas, que le rompieron el corazón. ─ De decepcionarte, ¿Y qué si no funciona? ¿Y qué si sigo en silla de ruedas toda mi vida porque ese tratamiento, ese esfuerzo, todo... fue en vano?
Yeonjun se sintió aún peor.
Tirando de ambos hacia la parte más baja, lo suficiente para que puediera hacer pie, abrazó a Soobin con todas las ganas, dejando que él llorara, sin poder evitar que unas lágrimas se le escaparan también.
─ Ante cualquier cosa que decidas, te acompañaré. ─ habló Yeonjun. ─ Si no quieres seguirlo, seguiré a tu lado. Y si quieres... Voy a estar ahí para pelear contra tus miedos, yo creo que lo lograrás. Y aunque no sea así... Seguiré a tu lado igual, te querré igual, todo seguirá bien.
Soobin calmó un poco su llanto con esas palabras, se apartó un poco del abrazo para mirarlo, el agua llegaba hasta sus hombros, así que podía permanecer de pie, delante de su chico, mirándolo frente a frente.
Encontró que se sentía muy bien, y sonrió, no sabía lo tanto que necesitaba escuchar un apoyo como ese.
─ ¿Me perdonas? ─ preguntó Yeonjun.
Soobin asintió, tomando las mejillas de Yeonjun para besarlo con lentitud.
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