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Después de unos cuantos días trabajando juntos, Jackson y Seungmin se habían hecho los mejores amigos del mundo mundial.

En esos días después de estudiar Jackson se quedaba otras horas en casa de Bang pues le encantaba pasar el rato con su pequeño Minnie, se podía decir que lo quería como a un hermano pequeño.

Le encantaba su forma de ser tan tierna y encantadoramente inocente.

Siempre tan activo cada día con más ganas de aprender cosas nuevas, y él no era nadie para decirle que no a esos tiernos pucheros.

Ahora que recién terminaban sus clases del día se encontraban por tercera vez haciendo un pastel a lo largo de la semana.

En una de las tantas veces que se desvío del tema de tareas y trabajos y se ponía a platicar con Seungmin, llegó a contarle al pequeño que podía hacer pasteles y cualquier tipo de postres. Desde ese día Seungmin insistió que le enseñara a hacer algunos, el aceptando gustoso, claro.

Ésta es la tercera vez que lo intentaban pues las dos anteriores no salieron muy bien que digamos, pero ahora todo pintaba demasiado bien.

Al parecer este vez si saldrá un pastel completo y con buen sabor.

♥︎

—Hyung... Aún así no llego del todo para poder mezclar bien— se quejó con un puchero un incómodo Seungmin, quien se encontraba sobre sus muslos arriba del banco en el que estaba sentado para poder poner su mezcla encima de la isla y batirla mejor, pero ésta era muy alta y no le llegaba bien, por eso teniendo que usar un banquito para ello.

Pero la posición era incómoda además de tener que estar usando sus brazos para revólver, por lo tanto se estaba cansando más.

Jackson se volteó un poco para ver de que hablaba Seungmin, viendo su carita llena de muecas tratando de encontrar una posición cómoda.

Se encaminó hacía el pensando qué hacer, hasta que se le ocurrió la maravillosa idea de subirlo a la isla y que el pequeño batiera la mezcla sobre sus piernas.

No creía que Chan se enojara por aquello después de todo amaba a Seungmin y cumplía sus caprichos incluso más grandes que éste.

Ejemplo: dejar su gran cocina integral en sus manos.

Le dijo que podía subirse a la isla y éste asintiendo contento con la cabeza dejó el plato donde batía a un lado de donde se sentaría, acomodando su sombrerito de chef sobre su cabeza el cual caía un poco hacía abajo por el peso. Dando un toque super tierno a su aspecto ya que su carita se encontraba llena de harina.

Estornudo un poco por lo mismo y se subió a la isla.

Empezó a batir con más comodidad, después haciendo lo que Jackson le decía. Este mismo le dejó solo mientras iba al baño para que pudiera decorar a su gusto el pastel.

¡Porque sí! Al fin les había salido, estaba tan emocionado de que por fin esperar a que llegase su hyung y él lo reciba con un pastel en manos contento por su llegada.

Tan encimado estaba con su tarea de hacer una carita de gato sobre el pastel que no escuchó la puerta de la casa ser abierta, tampoco los pasos que se acercaban a la cocina donde él tarareaba una pequeña canción.

Al estar en medio del marco de la puerta Chan paró sus pasos al ver a su pequeño bebé recostado completamente en la encimera moviendo sus piernas de arriba abajo, mientras decoraba lo que parecía ser un pastel al igual que escuchaba una canción proveniente de la boquita de su pequeño.

Cruzando sus brazos se recargó en el marco de la puerta, viendo desde ahí a su pequeño.

Se veía tan tierno así, tenía puesto un pequeño conjunto de ropas color rosa, en su cabellera plateada reposaba un gran sombrero de chef que le sacó unas risas bajas, y oh... Su bella carita estaba manchada de lo que parecía ser harina.

Estaba a punto de avanzar pero unos toquecitos en su hombro lo detuvieron, se volteó y vio a Jackson detrás de él, le susurró que ya se iba señalando la puerta y él asintió agradeciendo con la mirada. Esperó hasta que el chico atravesó la gran puerta saliendo al fin.

Con una sonrisa traviesa por estar nuevamente a solas con su pequeño se metió a la cocina viendo el pastel en la encimera pero a Seungmin no.

Extrañado lo buscó con la mirada, entonces vio la puerta del refrigerador abierta y una pequeña manita aferrada a la puerta, sonrió y se acercó.

Al llegar vio a Seungmin hincado comiendo yogurt, su carita siendo aún más manchada por estar comiendo con la mano. Seungmin se sentó por completo en el suelo sin notar la presencia del alfa.

Chan se sentó por igual y se acercó de a poco. Fue entonces cuando Seungmin sintió el olor a Vino en la casa, alzó su carita rápidamente hacía arriba aspirando en el aire, se sonrojó un poco al captar el olor cerca. Muy cerca.

Se volteó lentamente y ahí estaba su hyung, saltó por el susto y puso su mano manchada en su playerita.

—Hyung...

Chan río por aquello y sin importarle lo sucio que estaba su pequeño, tomó su carita entre sus manos acercando sus rostros.

Al sentir la respiración del alfa en su cara cerró sus ojitos sintiendo luego unos suaves labios posarse sobre los suyos.

Chan introdujo su lengua en la cavidad bucal de su pequeño al recibir el permiso de éste.

Sintió el sabor del Yogurt de durazno en la boca y le encantó. Es como estar probando su olor, era increíble.

El beso se cortó cuando Seungmin golpeó su pecho un par de veces al necesitar aire, dejando su mano levemente pintada en el costoso traje del mayor.

Chan a regañadientes se separó, dejando un casto beso sobre sus labios de todas formas.

Acercó su boca a las mejillas manchadas del omega, pasando su caliente lengua por ahí, limpiando el Yogurt que manchaba aquella carita sonrojada.

Seungmin medio gimió, medio jadeo, su hyung nunca había hecho aquello, sin embargo le gustó mucho.

El dolor que sentía en su vientre desde hace unas horas atrás se intensificó un poco, de pronto sintiendo la necesidad de querer muchos besitos y abrazos.

Chan notó aquello al igual que el olor de su omega endulzarse más.

Se alejó un poco para verlo a los ojos, los cuales notó llorosos.

Seungmin muy sonrojado pasó sus brazos por el cuello de su hyung guiando las manos de éste con las suyas a su cuello.

Indicando que acariciara ahí, Chan lo hizo al instante. Sabía lo que pasaba.

Seungmin había entrado en celo.

¿Tan pronto habían pasado aquellos tres meses desde su cumpleaños?

Pero aquello no importaba ahora. Él estaba más que dispuesto de cuidar de su pequeñito osito cariñoso.

♥︎

¡sorpresa! Minnie ha entrado en celo, y Chan tendrá que mimarlo muuuucho, ¿se lo esperaban?

٬٬ 🍒 ꒱ 𝗽𝗲𝗮𝗰𝗵 𝗺𝗶𝗹𝗸 ᦒ chanmin ゛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora