Memorias de una noche

Montañas

Aquí estamos de nuevo,  largo tiempo a pasado vieja amiga, y por mucho tiempo que pase, aunque sean décadas,  lustros o siglos, las personas no cambiarán,  bueno los sentimientos no cambiarán, todos buscamos la felicidad,  pero es un concepto tan abstracto, que nadie sabe donde poder encontrarlo,  unos lo buscan en el amor de otras personas, otras en la hipocresía barata del buen samaritano, por mi parte , mi felicidad se basa en vivir el momento, en hacer que cada cosa que haga, valga la pena, para mi la felicidad es la sensación de controlar mi vida, ser dueño de ella y de hacer lo que me plazca , el otro día justo, verán, simpre que he visto una montaña me dan ganas de subirla por muy alta que sea, me gustaría subirla, sólo para llegar a la cima , mirar abajo y ver todo lo que he hecho, todo mi camino, después, mirar arriba y sentirme como que llegó al cielo con la punta de mis dedos, sentirme en la cima del mundo, sentirme que puedo con todo, sentirme libre; pues el otro día tras 2 horas lo conseguí, conseguí subir una montaña que llevaba 12 años queriendo subir, el camino fue largo y difícil,  pero eso era lo divertido, tras cada caída era un recordatorio de que seguía vivo,  de que podría levantarme sobre mis 2 piernas y volver a intentarlo una y otra vez y tras varios intentos,  llegué a la cima y me sentí pleno,  sólo quería tumbarse sobre la hierba , de la cual hacia años que nadie la tocaba u observaba , a veces, pienso en eso, en las planta, las cuales pasan años y años en un mismo sitio esperando a que alguien se fije en ellas, imaginen ser una  que lleva 20 años en un mismo sitio, ojalá pudieran hablar y contarme las personas y animales que han pasado por esos prados, las innumerables puestas de sol y amaneceres que habrán visto. Tras una media hora decidí bajar, pero a medida que avanzaba me sentía vació, como si mi pequeña aventura hubiera ocurrido hace mucho tiempo cuando no hacía 2 minutos estaba en la cima del mundo,  fue entonces que visualice otra montaña y con ella un nuevo objetivo subir a la cima pero aún, más importante disfrutar del camino recorrido, de cada tropiezo y caída, pues es un recordatorio de que simpre podemos levantarnos y llegar a lo más alto.