Capítulo III

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Martes, 12 de enero de 2021, 7:42



Esa noche acaeció que Jeongguk cumplió su promesa y llegaron a casa antes de la hora programada.

Por ello, Taehyung comenzó a pensar que el menor sí que estaba tratando de cuidarle y ayudarle a salir un poco más. Aunque eso último aún no le gustaba.

Esos últimos días habían sido bastante tranquilos, con una que otra travesura del menor (como el llevar a sus amigos a casa, comprar alcohol y bailar o hacer karaoke). Jeongguk iba puntual a recogerle a su trabajo y gracias a ello Taehyung no se ha saltado ninguna de sus comidas y ha logrado dormir de forma correcta.

Pero ir por él al trabajo no era lo único que hacía Jeon.

-Buenos días, Taehyung hyung.

Ya era costumbre despertarse y ver a Jeongguk en la cocina, haciéndole el desayuno, comida y a veces la cena.

Taehyung mentiría si dijera que eso no le estaba derritiendo el corazón. Hace tanto que no se sentía así de cuidado. Le hacía sentir como un niño pequeño lleno de atención, le hacía sentir querido.

Ah, eso también debería mencionarse.

-¡Taehyung, tu amigo te está buscando! -gritó uno de sus compañeros mientras él terminaba una llamada.

El pelirrojo asintió y, como de costumbre, comenzó a guardar sus cosas con rapidez.

Salió de la oficina luego de despedirse de los presentes y caminó hacia la entrada donde Jeongguk se encontraba esperándole.

Al verle, el azabache sonrió como siempre hacía.

Se sentiría mal si algún día no sonriera cuando le mirara.

-¿Estás-?

-Parece que has estado trabajando menos, Taehyung -las áspera voz de su jefe interrumpió a Jeongguk.

Taehyung se giró para ver al señor, una expresión desaprobatoria fue lo único que estaba en su rostro.

Seguro le regañaría por no estar haciendo horas extras. Seguro su ausencia se nota ya que no hay nadie que trabajara tanto como él. Seguro que-

-Hyung ha hecho su jornada laboral y él trabaja muy duro, así que si no tiene nada más qué decir, nos iremos. Buen día, señor.

Y tomando de su mano, lo sacó de ahí.

Taehyung quedó mudo. De su boca no salía ni vocal ni consonante, no sabía qué palabras decir luego de lo que pasó.

Caminaban rápidamente, no tomaban ningún taxi como era normal.

-¿A-A dónde vamos?

-A casa.

La respuesta fue tan corta que sentía a Jeongguk enojado. No podía ver más que su espalda, pues apenas era capaz de seguirle los pasos. Pareciera que el menor le arrastraba sin querer.

-¿Jeongguk...?

-Me molesta un poco que ese señor te quiera regañar por no hacer horas extras. Qué demonios...

-Está bien, no lo hizo.

-¿Y si no estaba yo allí? -Jeongguk detuvo sus pasos y le observó. Se veía ansioso-. No quiero que pase lo que pasó el primer día que me quedé aquí. Debes comenzar a decirle a tu jefe que te dio mucho trabajo, ahora que estás buscando tu estabilidad... Y, como dijo tu mamá, comenzar a buscar otro empleo.

Siempre la gente le decía eso. Su mamá, Jimin, Yoongi.

¿Por qué cuando lo decía Jeongguk le daba tanta, pero tanta vergüenza?

Gardenias ❁ ⁽ᵏˑᵛ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora