Obscuridad es todo lo que podían contemplar mis ojos, caí en el engaño, uno de los más grandes, ahora no tengo prisa, no hay lugar donde huir.
Desprecio, odio y temor, es todo aquello que construye el rencor, sus miradas se llenaron de alegría y gozo al ver mi muerte aproximarse pero, no los odiaba, lo que alguna vez pude sentir ahora se encontraba en el olvido.
Venganza querían, lo anhelaban, mi muerte sería dulce, aún así no recuperarían lo que algún día llegaron a amar, era un asesino sin remordimiento alguno, solo una versión había para creer.
El miedo me paralizó, no hubo momento para reaccionar, un recuerdo que aún no puedo olvidar, risas que jamás volverán, ahora solo queda esperar.
Aún veo con claridad el pasado, su bella figura apuñalada y el charco de sangre que se hallaba a su lado. Su piel pálida y el último suspiro indicaron su muerte, a un costado se encontraba el cuerpo de su marido, al igual que ella, el estaba muerto. Las personas que me trajeron a este mundo fueron asesinadas delante de mi.
Tus palabras llegaron muy lejos, frases que jamás serán olvidadas hasta el último día. Vives en mis sueños y en mis pesadillas, ni la muerte te ha separado de mi, tu belleza está presente en mis recuerdos.
Diste tu vida por la mía pero jamás imaginaste ellos darían mi vida por la tuya. Un niño que a lo largo de nueve años ha guardado una promesa, no por amor, sino por obligación. Su deseo era que seguirá viviendo, el mío era morir.
Plumas rotas, un corazón vacío y un ángel que lucía como un demonio. Un juego en el cual solo puede haber un ganador pero nadie lo sabrá, nadie lo verá, solo seamos tu y yo en esto.
