Noche de tormentas

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Empezó una tormenta horrible, eran las 2 am. te despertaste de golpe al escuchar el estruendo del trueno, antes no te daban miedo incluso los disfrutaban pero todo cambió cuando empezaron tus crisis nerviosas y de ansiedad, estabas aterrada, te acercaste de espaldas a tu amado pero no sentiste que estuviera en la cama, volteaste para buscarlo con la mirada, ya que tu lugar a la hora de dormir era de cara a la pared, pero no estaba, te sentiste sola, mucho más nerviosa, ansiosa y con miedo.

-Kei-chan?

Lo llamaste con la voz baja y entrecortada, estabas a punto de llorar.

-Kei-chan!

Ahora con más volumen en tu voz, pero la respuesta fue la misma, nada.

Empezaste a llorar, los relámpagos y truenos no paraban, estabas teniendo un ataque de pánico del cual solo querías salir corriendo a buscar a tu amado y que todo esto terminara.

-¿Estás despierta? solo salí porque escuché que el viento movió unas cosas... t/n-chan, no llores amor no, aquí estoy...

dijo mientras se acercaba a la cama, te abrazó y acarició tu cabello, mientras tanto tú eras un mar de llanto y quejidos.

-¿Por qué me dejaste sola? nunca lo vuelvas hacer Keigo Takami!! NUNCA!!

-Jamás, perdóname mi vida, ya estás segura en mis brazos, todo estará bien

dijo mientras te pegaba más a su pecho y acariciaba tu cabello y espalda.

La tormenta pasó después de unas horas, ya estabas más tranquila, te ayudaba siempre que Keigo te contara alguna historia sobre su día en el trabajo o te cantaba alguna canción, amabas eso de él, no le daba pena el cantar o contarte algo muy importante o íntimo como lo era su infancia, sabías mejor que nadie por lo que había pasado y estabas ahí para ayudarlo también.

-Oye, ¿sigues despierta? ¿t/n-chan?

-Si, te estoy escuchando, es solo que... no se porque sigues con alguien como yo, con... ya sabes, mis "demonios", mereces a alguien mejor, alguien con quien estar más tranquilo... te he visto en la tv y he escuchado los comentarios de muchas personas sobre que esperan que estés con una chica hermosa ya que tú eres muy bien parecido y eres el héroe n°2 así que eres muy importante... y han mencionado a muchas chicas que estarían encantadas de estar contigo y creo que sería lo mejor porque pues mira ahora, es para que estuvieras descansando y no desvelandote por una tontería como las mías y...

Puso su dedo índice en tus labios a modo de que dejaras de hablar.

-¿Por qué piensas esas cosas?

-Porque son verd...

Volvió hacer el mismo gesto.

-¿Según quien? no permitas que los comentarios de la gente determinen tu vida, es TÚ vida, si ellos quieren vivir para los demás es su problema, tu vive como te dé la gana, eso es lo que hago, vivo como YO quiero y quiero estar con una persona con sus demonios que solo yo puedo hacer que desaparezcan, quiero y disfruto el contar las mismas historias y cantar las mismas canciones aunque no sea afinado al hacerlo, quiero estar desvelandome con la persona que amo y amare por siempre. Entiendo que estos pensamientos no son tuyos son por tus trastornos que ya estamos tratando, vas muy bien has dado muchos pasos y estoy orgulloso de ti, pero trata de no darles importancia a esos comentarios, por favor t/n-chan, te amo a ti y solo a ti, nunca lo olvides.

Concluyó con un beso en tus labios, era lleno de puro amor, no podías con esas palabras y volviste a soltar unas lágrimas de alegría y confort. Como amabas a este hombre.

-Te amo Kei-chan

-Te amo t/n-chan

Te ayudo a recostarte en la cama y continuó con el beso ahora más apasionado estando encima de ti.

-Quiero mostrarte cuánto amor siento por ti, quiero que te sientas amada y veas que eres lo más importante que he tenido en mi vida, eres mi diosa, mi amor.

Concluyó continuando con el beso, no podías con sus palabras, tus pensamientos te traicionaban, te hacían tener dudas sobre tu amor por Keigo o si en verdad él te amaba, pero sus besos y caricias hacían que no les prestaras atención.

Pasó sus manos por tu cuello bajando lentamente hasta tus pechos, presionandolos haciéndote soltar un pequeño gemido de placer, continúo bajando hasta llegar al principio de tu short que retiró lentamente junto con tus panties. Èl se le incorporó para hacer lo mismo, quitarse el pantalón de dormir y sus bóxers dejando a tu vista su erección.

Volvió a recostarse y pasó su mano por tu entrada para ayudarte a estar más excitada y no lastimarte, mientras entre besos te decía cosas lindas, esta vez no era una noche de fetiches y juegos eróticos, esta noche era sobre 2 personas rotas por sus pasados pero que se amaban y lo estaban demostrando.

Dejó de acariciar con sus dedos a pasar su lengua por tu zona que ahora estaba muy sensible, sentías como movía de arriba hacia abajo, por tus labios y como metía por tu entrada su lengua, explorando toda tu zona, saboreando tus fluidos.

-Kei-chan~, no aguanto más, te necesito~

Dijiste entere gemidos.

Dejó tu zona para besarte mientras se acomodaba para entrar en ti muy lento, quería sentirte y ser lo más gentil posible.

-Mierda! no, espera.

Dijo mientras salía de ti para buscar en la mesita de noche un preservativo.

-T/n...em... ya no tenemos condones.

Lo mencionó con una voz y un gesto en su rostro que te hizo reír, parecía un niño que había roto un jarrón por accidente.

-Está bien, pero mañana vamos a comprar más y sacaremos una cita con el doctor, ok?

Comentaste mientras tomabas su rostro entre tus manos.

-Claro que sí, lo que mande mi pollito.

Sonrieron por el apodo mientras él volvía a ponerse en posición y entrar en ti.

Era una dulce tortura, lo necesitabas ya pero él se tomaba su tiempo.

-Kei-chan~ ya! por favor~

Solo faltaba la mitad de su miembro que entró de una por tu plegaria.

Se quedó inmóvil un momento para que te acostumbraras a su tamaño, no era enorme pero tampoco era delgado, te hacía sentir bien y completa, eso era todo lo que importaba.

-Pollito, ¿quieres que me mueva?

Asentiste con la cabeza, empezó a entrar y salir, empezaste a gemir como si no hubiera un mañana, él siguió besándote y diciendo palabras cariñosas que te hacían sentir bien, deseada, amada.

Aumentó la velocidad, ya no podías más, empezó a besar tu cuello y a susurrar en tu oído que era uno de tus puntos débiles.

-Mi pollito ya no aguanta más?, vamos~ deja de contenerte~ me encanta cuando... si~ cuando tus paredes me presionan así~ ya no puedo más pollito~

-Kei-chan, te amo~ te amo... mi pequeño halcón~

Y así los 2 llegaron al mismo tiempo, su intención de correrse fuera de ti se vio nublada por el deseo y excitación, aunque ya se había llegado al acuerdo de ir al doctor, él quería verse como un caballero pero falló.

Te sentías completa y siendo honesta, te encantaba sentir su semen en tu interior, era como tu mayor secreto.

Keigo salió de ti y fue por algo para limpiarte, pero cuando regresó ya estabas más que dormida, después de ello, de cubrirte con las sábanas y acercarte a su pecho estaba listo para dormir plácidamente a tu lado.

-Buenas noches mi pollito.

Confort (Hawks y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora