15. Encuentro

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Peter POV

Una detonación.

Un cuerpo cae.

Mucha sangre inunda la habitación 315 del hospital. Pero la misma no me pertenece, el dueño es aquel pelirrojo que trabajaba para Wings que había recibido un disparo en la cabeza... una muerte rápida.

Lástima, me hubiese gustado que ese chico trabajara para mí.

Sin duda tenía grandes aptitudes que me habría encantado tener bajo mi poder, pero no se pudo, escogió el lado equivocado.

Me dirijo a la ventana con sumo cuidado, ya que todavía no estoy totalmente recuperado para tomar de las manos de quién hace unos segundos salvó mi vida aquello que le encargué.

— Jefe tal y como mandó aquí tiene su arma y el jetpack, suerte que llegué antes de que ese tipo lograra hacerle algo — me giré para ver nuevamente el cuerpo del pelirrojo el cual no sé ni su nombre, aunque tampoco me interesa.

— Créeme que jamás hubiese echo algo sin antes saber que si muero se activaría una bomba que haría explotar en miles de trocitos este hospital — me encogí de hombros — de cualquier forma bien hecho Sam, te has ganado mi gratitud y sabes muy bien que les pago bien a los que son leales, obedientes y eficientes conmigo — sin despegar la vista del cadáver del pelirrojo, apunté mi arma en su dirección — ¿que tipo de proyectil tiene esta belleza? — indagué maravillado, realmente tengo una gran afición por las armas.

— Tiene proyectiles bomba-k pero si quiere puedo cambiarlas por otras — sonreí con malicia, estas son perfectas.

— Excelente elección Sam, ¿sabes? — me volteé a verlo con esa arrogancia que me caracteriza sin dejar de apuntar en dirección al cuerpo inerte del pelirrojo como si se fuese a levantar, Sam se mantenía callado y estático, parecía un  maniquí — te has ganado un ascenso, serás mi nueva mano derecha — me le quedé viendo su reacción, que transmitió desconcierto, confusión y una chispa de ¿felicidad?, no sé, ese sentimiento no lo conozco así que no podría estar seguro que sea eso.

Si conoces el sentimiento solo que han fallecido quiénes te lo hacían sentir.

Maldita conciencia, no necesito que me recuerdes a mi madre y a ella, han sido muchos años que he tratado de olvidarlas, sobretodo a ella pero me es imposible, por eso mi cercanía con Avril, necesito de alguien que me haga olvidar de mi primer y único amor.

— Muchas gracias jefe no se arrepentirá se lo aseguro — dijo un sonriente Sam que con sus palabras me arrastró a la realidad, una realidad donde me tengo que conformar con ser un maldito miserable como muchos dicen que vuelve a los demás miserables.

Tanto daría por una vida sencilla con ella lejos de toda esta mierda, pero no, ella está muerta y con ella una parte de mi también...  estoy muerto, con el corazón putrefacto.

— Eso espero — volví mi vista al cadáver y antes de disparar comencé a hablar  — lástima que no viviste lo suficiente para ver otros de mis show's baratos — dije con falso pesar — hasta nunca idiota — disparé seis veces, acertando todos y cada uno de los balazos, uno en la cabeza, dos en el torso, dos en la pierna izquierda y uno en la mano — vámonos, no quiero ensuciarme con su sangre — Sam asintió y me hizo un espacio para que saliera primero.

Con precisión y velocidad me coloqué el jetpack y me ajusté algunas amarras que traía éste, luego ya en el borde de la ventana y verificar que estaba todo en orden procedí a presionar el botón que haría que comenzara a elevarme. Luego de que Sam saliese y estuviésemos a una distancia prudente, activé los proyectiles bomba-k desde mi arma, posteriormente una fuerte y para mi, placentera detonación se escuchó, sacándome una sonrisa.

La Mafia de PeterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora