Eres Tu

Prólogo.

Francia, 1970.

El cielo era un manto gris que cubría de nieve la carretera y el automóvil que se movía serpenteando las cerradas curvas.
Dentro el conductor trataba de dividir su atención entre: El cristal delantero y semi cubierto por copos de nieve, y su acompañante, unan joven de belleza turbadora y cántico angelical.  Por lo cual no se podía permitir perder demasiado la concentración con esta ultima distracción, a menos de que quisiera terminar fuera del resbaladizo camino.

—¡Adoro esta canción!. —se interrumpió así misma para exclamar con efusividad. Algo que al joven muchacho le fascinó.

—Lo se. Una de las razones por las que somos la pareja perfecta es porque te gustan los Rolling Stones.

Ella se río, ahogando por un momento la atronadora batería.

—Pensé que era porque solo yo podía atravesar mas haya de tu fachada ruda. Admitelo, no eres el tipo malo que todos creen.

Eso al chico le causo gracia, él sabía que no lo era y desde luego estaba consciente que sus palabras eran del todo cierto. Con la llegada de ella a su vida había descubierto que podía ser mas que un chico inseguro que se escondía tras una chaqueta negra de cuero y una monstruosa motocicleta, con la esperanza de intimidar y alejar a cualquiera que intentara acercarsele, mas sin embargo, nada de eso había surtido efecto en ella y le daba gracias al cielo por eso.

—Por cierto, mi madre quiere conocerte oficialmente. —esa simple oración casi hace que pierda el control del volante. —Hey, tranquilo, te seguro que no sera para tanto.

Se burlo la chica, arqueando sus carnosos labios.

—Yo no estaría tan seguro de eso. —dijo él, procurando volver el auto a su acusé y así seguir librando el desierto camino— Tu madre me odia igual o incluso mas que tu padre.

Aquello era cierto. Él jamas se había esforzado por cambiar la imagen que todos tenían de él, algo que justo ahora le molestaba en el alma.
La visita a los padres no era exactamente lo mas emocionante y fácil para él.

—Estoy segura de que apenas te conozcan todo cambiara..

—¿Y si no es así?. ¿Y si todo termina siendo un completo desastre?. ¿Que haremos entonces?.

No quería sonar tan pesimista pero era inevitable. Ambos sabían que el tema familiar era su talón de aquiles y la razón que los podía separar para siempre. —¡Como si necesitarán mas problemas!—. Pensó.
La chica alargo la mano para tocar la pierna del chico. Se sintió como si el tacto fuera un bálsamo que los despojo de la angustia que los embargaba y les devolvió la tranquilidad y la alegría que flotaba en el interior del vehículo.

—Sin importar lo que mis padres puedan decir de nosotros, te juro que eso no nos separará.

Él sonrió tan ampliamente que llegó a pensar que su rostro se partería en dos.

—Se que no he sido el mejor novio del mundo y mucho menos la mejor persona, pero estoy en el proceso de cambiar todo eso. A partir de ahora seré la mejor versión de mi mismo y espero algún día llegar a demostrarle a todos y en especial a ti que soy digno de tu amor.

—¿Desde cuando eres tan cursi? —dijo ella con la emoción atrapada en la garganta, algo que arruinó la broma.

—Bueno, yo diría que todo empezó cuando descubrí a la hermosa musa que inspira mis canciones y poemas.

De inmediato a su mente vino la melodía que había estado componiendo para ella. Estaba impaciente por terminar la canción y cantarla para ella la próxima noche que su banda se presentara en la taberna donde solían tocar de vez cuándo.
De pronto una idea le cruzó por la mente y no pudo mas que sentir como la emoción le embargaba nuevamente el pecho.