prefacio

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Tom Williams, 5 años

Tom estaba un poco nervioso por ser su primer día de clases, después de un tiempo. Su madre intentaba animarlo pero no cambiaba nada, aunque si lo tranquiliza a un poco. La razón por la que Tom estaba nervioso en realidad era que desde hace tiempo los niños de su clase le hacían bullying, pero nunca quiso decirle a su madre, no quería que ella se preocupara siempre fue así. Tom siempre se preocupo por su mamá, aún siendo muy pequeño, eso enorgullecía a Mary, su madre.

-Tom, tranquilo solo es la escuela-dice su madre tratando de tranquilizarlo.

-o-ok-dice Tom secándose las lágrimas. El era el típico niño que lloraba el primer día de clases.

Cuando llega el auto de el padre de Tom, su madre le da un pequeño empujoncito.

-anda, no querrás llegar tarde el primer día.

Tom avanza hasta el auto, se sube, y se encamina hasta la escuela.

Cuando Tom llega escucha algo raro, como un, ¿Susurró?, Le resultaba imposible entender lo que decía. Era una voz gruesa, y como la de un monstruo, al principio lo vio raro, pero no le prestó atención, pero luego esa misma voz se volvió más persistente. Tom no entendía absolutamente nada. Intentaba decifrar que le decía, hasta que lo entendió.

Mata.

¿Que?, ¿A qué se refería?, Al ser un niño entendía nada. No entendía a qué se refería.

A la hora de el receso Tom sale de lo más animado a jugar en el patio de juegos. Este estaba un poco alejado de los salones.

Tom estaba jugando en una casita muy pequeña, para cuando llega un niño de los que lo molestan.

-Mira quien está aqui-dice un niño regordete-si es el tonto Tom-dice usando los típicos insultos infantiles-fuera de aquí tonto.

Empuja.

La misma voz de hace rato le dijo eso. Pero esta vez fue tan repetitivamente que no lo dejo escuchar los insultos que le estaba diciendo el otro niño.

Empuja.

Empuja.

Empuja.

Seguía repitiéndose en su cabeza. En el semblante de el joven Tom se notaba la frustración, el miedo. No sabía que hacer.

Trato de callarlas pero no pasaba nada. Tom se sintió atrapado, se sentía en un callejón sin salida. Y sentía que la única salvación que tenía era hacer lo que esa rara voz le decía.

Pero el no quería hacerlo. Tenía miedo. Tenía mucho miedo, ¿Que pasaría se hacía eso?, Iría a la cárcel, nadie se daría cuenta no lo sabía, lo único que sabía era que esa voz no se iba a detener hasta que lo hiciera. Y lo hizo.

Empujó al niño, este cayó por la puerta. Cayó de espaldas, y hay estaba. No se movía, ¿Había muerto?. No lo sabía.

Pero tuvo razón, las voces se callaron.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2022 ⏰

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