Azul

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Pequeño GJ

Junio

- ¿Cuándo nos vayamos del instituto viviremos juntos de acuerdo? - dijo Dan hablando firme pero sonriendo.

Los cuatro se miraron a la vez y sonrieron.

- ¡Pues claro chaval! - contestó Jack en nombre de todos.

Pero ...

De repente apareció un destello azul intensamente agobiante justo delante del coche. Coco, asustada gritó y giró el volante pero, por la mala suerte o por poca buena suerte, si es así como se puede decir, chocaron contra un poste de la luz. Pocos segundos más tarde el destello se esfumó. Mientras todos estaban inconscientes y malheridos, el coche celeste permanecía lleno de bollos y rasguños.

Cuando Dan era pequeño, su padre lo llevó de acampada a un bosque precioso llamado Levaril. Su madre y sus hermanas gemelas se quedaron en casa viendo pelis y haciendo "cosas de chicas" es decir, bobadas; pero Lola se animó a ir. Levaril, un bosque profundo y tremendamente verde, donde las primeras capas eran de un verde intenso repleto de flores y frutos que se recogían cada año en el famoso festival de primavera del pueblo. El caso es que, su padre que era muy aventurero quiso adentrarse más en la espesura del bosque dónde se decía que habitaban animales salvajes, seres mitológicos, brujas que no fueron quemadas en su época, y demás cosas que dan un escalofrío solo de pensarlas. Pero a su padre le encantaba la idea de encontrarse a un ser de esa casta y se los llevó lo más adentro que sus hijos le dejaron. Al montar la tienda de campaña y encender el fuego escucharon un agudo grito proveniente de un punto más adentro del bosque, los dos hermanos se miraron atónitos, pero se relajaron cuando su padre dijo que seguramente solo fuera un pequeño cuervecillo que se había dado contra una rama, continuaron comiendo la carne medio quemada con salsa barbacoa y contando historias de miedo que a Lola le afectaban mucho, pero escucharon nuevamente el agudo grito que procedía de unos cuantos metros más hacia adelante. Su padre, Aitor, cogió el hacha que llevaba y les hizo un gesto a sus hijos para que se quedaran dónde estaban, caminó con cuidado para no pisar ni una ramita y lo vio, allí había una luz azul que emitía sonidos escalofriantes y que se movía unos pasos más hacia delante, Aitor se acercó pero la luz notó su presencia, si así se le puede decir, y se esfumó. Dan siempre creyó que su padre les había mentido ya que le encantaban los seres espeluznantes y mitológicos, y les había contado esa historia para asustarlos, pero desde el día del accidente ya no sabía qué pensar.

                                                                                           2

Días después, cuando ya se ha ido del hospital, quedaron como lo hacían normalmente para hablar del instituto, exámenes, pandillas enemigas, los pesados ​​de los profesores ... Pero ese día fue diferente. Estaban todos muy callados y sin hablar, no sabían sobre qué conversar después del terrible pero extraño incidente que he sufrido. Hasta que Sofía abrió la boca:

- ¿El día del accidente porque giraste el volante Coco?

- ¡¡Oyee !! No te enfades, yo solo .... Vi una luz azul y me asusté.

- ¿Entonces tú también la viste? - dijo Dan ya no tan incómodo.

- Sí, y yo ¡Brillaba muchísimo! - respondió Sofía.

- Sí, es verdad muchísimo.- dijo Coco.

- No tanto como tú nena.-comentó Jack dirigiéndole la mirada a Coco.

- ¡Calla, Jack! -Respondió esta sonrojándose.

- Tenemos que ponerle un nombre a esa luz, ¿alguien tiene una idea?

- Sí Dan, buena conclusión. Así nos haremos sus amigos y ¡hasta le pondremos un buen apodo! – bromeó su amigo.

- Ja ja ja, graciosísimo Jack.

- Vale, vale, cálmate colega. Solo era una broma, ya me conoces. Que tal... Luzazul? Con una mayúscula al principio.

- Muy creativo... - Dijo Coco sonriendo maléficamente.-De acuerdo, Luzazul con una mayúscula entonces.

- Pero a ver, quien haya visto a Luzazul que levante la mano.

Todos lo hicieron.

- ¡No fastidies!

 -¡Todos lo habéis visto!- dijo Coco animada- O sea que no he tenido alucinaciones, y no hemos chocado solo por mi culpa. ¡Menos mal!

- ¡¡¡Coco!!!

- Perdonad chicos, pero es verdad.

Todos empezaron a reírse, pero a la vez estaban muy confusos y asustados pensando qué sería aquel extraño destello azul que todos habían visto.





Aquella era una noche de sábado, y como todos los sábados la pandilla quedaba para ver una peli, dormir y cenar en casa de alguno de ellos. Aquél día tocaba en la casa de Dan. Su casa era grande, una casa perfecta para vivir en familia, y además, por suerte para ellos, tenía un sótano donde siempre veían las películas y dormían. Aquella noche no sabían qué ver, pero lo que sí sabían era que iban a hablar mucho de Luzazul y en algún momento empezarían, pero no sabían cual. Al final decidieron ver "Súper8" y al terminar de ver la película se animaron a hacer la suya.

- A veeer...-abrió la boca Coco- ¿Podríamos hacer nuestra propia película no? Sería muy guay. ¡Yo me pido ser actriz!

- Pues si tú eres actriz yo seré actor.- dijo Jack con voz aterciopelada.

- ¡Mirad, los enamorados!- gritaron todos a la vez.

- ¿Os calláis?- habló Coco avergonzada pero divertida.

- ¿Qué pasa eh? No quieres que habl... ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!!!

- ¿Qué pasa?¡¡ Jack!!

Jack estaba rodeado por algo azul, DIOS ¡LUZAZUL! y parecía que le estaba haciendo daño porque el chico intentaba darle puñetazos, intentaba quitárselo de encima mientras gritaba y le salían rasguños por todas partes. Pero no podía, Luzazul estaba obsesionado con él. Jack gritaba y gritaba, les pedía ayuda a los demás pero estos estaban paralizados y horrorizados con tal escena. Hasta que de un momento a otro, en una milésima de segundo el destello desapareció, como la otra vez.

Empezó a llover.

Todos iban hacia Jack, ¿estaría bien? Tendrían que preguntarle cómo sería pelearse con un ser mágico, cómo era el tacto... El chico estaba cansado, tirado en el suelo y traumatizado por lo que le había acabado de pasar. Dan se acercó a él cuidadosamente para no sobresaltarlo, le tocó el hombro en seña de si estaba bien, Jack lo miró y asintió, ya estaba mejor. Una de las ventajas de Jack es que se cura rápido, puede que una persona le pegue sin parar en una pelea, pero a los minutos de que haya parado ya se ha recuperado, y eso es lo que había acabado de pasar. Todos se acercaron rápidamente, seguros de que este ya estaba bien y que ya no habría que preocuparse por él en aquellos momentos, y si no por todos ellos mismos en un próximo futuro.

¡¡¡TOC TOC TOC!!!

- ¿Qué demoni...? – empezó a decir Sofía.

Era muy extraño que alguien llamara a la puerta de un sótano a las 2 am. Pero aun así preguntaron:

- ¿Quién es?

Nada.

- ¡¿Quién es?! - repitió esta vez solo Dan.

Seguían el respondedor del pecado. Él se fue acercando poco a pocoa la puerta, los miró a todos y ellos le hicieron un gesto de aprobación, pusola mano en la manija de la puerta y abrió

LuzazulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora