Escritos inspirados en la serie Lovely Writer: The Series y en los actores Kao Noppakao & Up Poompat.
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Tenía una semana libre antes de regresar a los dormitorios de la universidad, entonces debía aprovechar al máximo el tiempo que le restaba en casa. Además, después de lo ocurrido con Kao, recluirse en su habitación a jugar videojuegos le venía como anillo al dedo; así su mente se mantenía ocupada, sus pensamientos desconectados de la realidad, y su cuerpo desparramado en la silla gamer que adquirió el año pasado.
Era el plan perfecto.
Hasta que los gruesos lentes se le resbalaron por el puente de la nariz, seguro porque había olvidado encender el aire acondicionado. No podía acomodarlos o perdería el ritmo. Deslizó fuera de su boca la punta de su lengua con frustración y humedeció su labio inferior, al menos iba bastante bien. Ignoró los insultos del resto de sus compañeros y la mano que apareció en su campo visual. De un empujón la apartó sin soltar el control, dedos largos y huesudos, con nudillos prominentes, volvieron a interponerse, gruñó molesto, inclinó la cabeza y le pareció escuchar una risilla burlona que no logró desconcentrarlo.
De un instante a otro, la música del juego, y las voces del resto de participantes, le abandonaron cuando los cascos de sus audífonos le fueron arrebatados.
—¡¿Qué te pasa?! —acusó enfadado hasta que reparó en el rostro sonriente del alfa.
Gracias al cielo el grito ahogado se atoró en su garganta antes de expulsarlo.
—Por eso tienes el trasero tan plano, ¿llevas tres días haciendo esto? —se burló sin desvanecer la sonrisa petulante.
Up sintió el calor subir hasta su rostro y orejas. Estaba tan metido en el juego que no percibió a Kao.
—No es de tu incumbencia. —Estiró las manos para quitarle los audífonos, pero el adverso los llevó a un punto fuera de su alcance.
Al mirar la pantalla con la esperanza de que aún pudiera hacer algo, descubrió que había sido expulsado. Genial.
—Claro que lo es, estuve esperándote todo este tiempo para vengarme, no puedes escabullirte de mí toda la vida —pronunció en un tono que identificó como feroz y dando énfasis a sus palabras, de un impredecible movimiento, tiró de los reposabrazos hasta conseguir que Up le diera la espalda a la computadora y quedara frente a él, que estaba encorvado para que sus ojos quedaran a la misma altura.
Sin añadir más le observó con una expresión que le resultó indescifrable.
Intentó no enfocarse en sus labios entreabiertos, pero su estúpida mirada resbaló hasta su boca y se quedó enganchada sin su consentimiento. Se odió cuando el calor incrementó en todo su cuerpo. Permaneció dócil, como una miserable presa ante un peligroso cazador.
—Escucha, no te voy a devolver el golpe —liberó por fin—, te lo mereces, pero soy un buen alfa —reveló como intentando tranquilizarlo, al creer que su sumisión se debía a que estaba asustado. Pasó juguetonamente su diestra por los mechones suaves y lacios, consiguiendo así despeinarlo—. En cambio, me ayudarás a pintar.
