Give me love ♡KaoUp♡

It's you [parte V]

Una vez más lo comprobaba. Kao tenía el poder de llevarlo al cielo, y después de sumergirlo en un abismo.

No podía mirarlos a la cara, a aquellos chicos que habían sido testigos de cómo el alfa se marchaba al baño a vaciar su estómago tras percatarse que lo estaba abrazando. No quería ser dramático, quizá era un efecto secundario de la resaca, pero ser pesimista en muchas ocasiones le salvó, evitó la decepción y tuvo una perspectiva más cruda de la realidad, entonces no iba a comenzar a cambiar esa característica de su personalidad. Siendo tan masoquista como lo era, pensaba que había vomitado por él. Y no dejaría de creerlo hasta que el propio Noppakao le dijera lo contrario.

Ya tenía suficiente de aquello, se levantó de un salto buscando sus zapatos por el suelo, esperaba que no estuviesen extraviados en alguna parte del campo, recordaba habérselos quitado antes de lanzarse a la cama.

—Aquí —murmuró Ohm, apareciendo frente a él con los mocasines en la punta de sus dedos.

Pasó saliva y con la vista desenfocada le agradeció.

Seguro se compadecía, antes le había preguntado si le gustaba Kao, y ahora podía darse una idea del porqué lo negó. A comparación de otros omegas que habían obtenido un interés efímero, él debía conformarse con que le dirigiera la mirada.

—Me voy a casa —pronunció arrastrando las palabras, esperaba que no le hicieran mucho caso, que lo ignoraran y lo dejaran partir como si fuera un ente invisible.

Pero Up nunca podía presumir que sus deseos fuesen concedidos.

—¿Qué dices? Nine te llevará —respondió Prem colocándose frente a él.

Prem Warut era tan alto como Kao, tenía mejillas con el volumen adecuado para querer hundir los dedos en la piel lechosa, unos ojos en forma de gota muy bonitos, se peinaba con una raya en medio, sus cabellos largos y lacios caían con cierta gracia sobre su rostro, enmarcándolo de tal forma que le recordaba a un idol coreano, sus labios rosa pálido abultados en una mueca adorable. Era del tipo de chico que costaba mirarle fijo y negarse ante un capricho.

—Creo que no se siente muy bien —mencionó retrocediendo un par de pasos hasta que la cara interna de sus rodillas chocó con el colchón desnudo.

—En cuanto devuelva el estómago estará mejor —aclaró Boun somnoliento, pero negándose en rotundo a seguir durmiendo en el suelo, no estaba acostumbrado y no lo admitiría frente al beta.

—Mi madre debe estar preocupada —rebatió recordando que no le había avisado que pasaría ahí la noche.

Al sacar el celular del bolsillo trasero de sus pantalones, lo encontró con la pila muerta. Genial, ni siquiera podría pedir un taxi. Se mordió el labio inferior en un gesto inconsciente de preocupación.

—Yo te llevo —la voz profunda de Ohm le tomó por sorpresa.

Abrió la boca para objetar, pero en vista de su situación, era mejor cerrarla y aceptar.