El multiverso de los Hokages

¿Quiénes son ustedes?

----- Naruto -----

La aldea estaba en completo caos, los ninjas de todos los rangos se encontraban desesperados buscando en cada casa, cada negocio, incluso en los bosques de alrededor, pero por sus rostros de preocupación y enojo, se distinguía que no encontraban lo que buscaban.

-- ¡Aquí tampoco esta! -- Gritó un chūnin saliendo de un callejón.

-- No esta en su apartamento -- Le contesto un compañero.

-- ¿Dónde puede estar? -- Preguntó al aire otro ninja en algún lado de la aldea.

-- Hokage-sama, esto es inaceptable. -- Se quejó un jōnin a un viejo con una túnica blanca, fumando una pipa y con un sombre blanco con rojo

-- Esto no parece ser una broma más. 

-- Esta vez si es grave.

-- Robó el pergamino prohibido.

-- Usted es muy blando con él, Hokage-sama.

Apartado de todos los comentarios y discusiones se encontraba un rubio sonriente junto a un pergamino y su sensei.

-- Pero solo he podido aprender una técnica. -- Le decía el joven rubio.

Antes de que pudieran decir algo unos kunai salieron disparados hacía ellos pudiendo esquivarlos por los pelos.

-- Así son las cosas. -- Susurro el castaño al hombre recién llegado.

-- Naruto, dame el pergamino. -- Ordenó el albino a un rubio confundido.

-- No se lo des. -- Le gritó el castaño -- Contiene técnicas peligrosas que podrían destruir la aldea.

-- Iruka solo te esta mintiendo. -- Contraataco el albino. -- Esta asustado de que te diga la verdad.

-- Detente, Mizuki -- Gritó alterado Iruka. -- Esta prohibido.

-- ¿Qué esta prohibido? -- Preguntó aún más confundido Naruto.

-- Contarte sobre el decreto de hace 12 años.

-- ¿Qué decreto?

-- Uno que solo tú no puedes saber, Naruto.

-- ¿Solamente yo?

-- El decreto que dice que tú eres el zorro demonio que destruyo nuestra aldea hace 12 años. Te han mentido toda tu vida ¿No es extraño que todos te odien por el simple hecho de existir?

-- Ya cállate. -- Gritó enojado Iruka.

El rubio confundido, asustado y enojado, corrió hacia la espesura del bosque intentando alejarse de todos y poder digerir la verdad que le acaban de lanzar a la cara.

Antes de que pudiera seguir lamentándose de su existencia y del porque es un demonio, una luz lo envolvió y desapareció del lugar sin dejar rastro.

----- Kakashi -----

Estaba agotado, tanto física como mentalmente, hace apenas tres días perdió a las últimas personas que le quedaban en el mundo.

La aldea estaba en reconstrucción por el ataque del Kyuubi de hace tres días en el cual se perdieran incontables vidas, una de las más dolorosas fue la del Yondaime Hokage, el héroe de la aldea al sacrificarse para detener a la temible bestia.

Jōnin, chūnin, genin y civiles se encargaban de los trabajos de reconstrucción y aunque acababan de tener un ataque había un grupo de shinobi que siempre se tenía que mantener en movimiento, no tenían descanso ¿Acaba de morir tu familia? No importa ¿Quieres tener tiempo de luto? No puedes. De esta manera trabajaban los ANBU.