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Estaba seguro que debía lavar la ropa de los chicos y quería cuestionar sobre eso. Por el momento pensó que era buena idea preguntarle a SeHun si quería que lavara su ropa así que subió a la planta alta, caminó por el corredor y se acercó a su habitación.

Tocó tres veces la puerta y cuando fue abierta abrió grande los ojos gracias a la imagen de SeHun semidesnudo, con el torso y cabello húmedos y una toalla en la cadera mientras se secaba el cabello con otra.

—¿Qué? —respondió ante la presencia del bajo mientras que éste rascaba nervioso su nuca.

—Oh uhm... ¿Q-Quieres que lave tu ropa? En realidad no estoy seguro si debo hacerlo pero, no tengo nada que hacer en éstos momentos.

¿Okey? Era extraño.
Lo único que debía hacer era cuidar a su hermano y tratar de que el no se metiera en problemas, eso había dicho su papá. ¿Lavar su ropa? Bueno, no iba a oponerse a eso y estaba muy claro.

Por ello al escuchar eso hizo un ademán con su mano al mayor para que esperara y luego le pasó un canasto poco lleno con ropa sucia.
Algunas prendas eran deportivas, pues el pertenecía al equipo de fútbol americano de la preparatoria. Sí, era poca pero estaba realmente sucia y no quería hacerse cargo de eso aunque fuera suyo.

Con una sonrisa dejó el canasto en las manos del mayor.

—En la lavandería hay jabón líquido, también en polvo y enjuague. Gracias por hacerme el favor, lindo. —comentó guiñando su ojo izquierdo antes de cerrar la puerta.

Es muy lindo.

Bajó rápidamente con el canasto de ropa sucia de SeHun mientras ponía un gesto de incomodidad, no sabía si por el olor o por la conducta que estaba tomando el menor. Definitivamente no era su tipo.
Su tipo ideal era alguien que fuera inteligente, mayor y apuesto. Bueno SeHun es apuesto pero no le interesaba para nada meterse con un chico menor por cinco años. Claro que no.

—Bien, lavaré la ropa, tengo tiempo para preparar una merienda ligera para KyungSoo y la cena para los tres y después quizá estudiaré un poco, okey.

Se dijo a sí mismo antes de entrar a la lavandería. Se puso manos a la obra y después de un rato de lavar la ropa, quitarle los restos de jabón y meterla toda en una cubeta para ponerle el enjuague con aroma la dejó reposando un rato para después secarla.

Comió luego de hacer eso y mientras comía estudiaba, aunque al terminar lo siguió haciendo puesto que quería tener tiempo para hacer lo demás.

Y ya cuando quedaban dos horas para recoger al menor a su escuela comenzó a hacer la cena, dejando para el último lo que haría de postre para ambos menores. Un chesscake.

Suponía que en la alacena habían ingredientes y puesto que la noche anterior ya había comprado lo necesario además de frutos rojos no era impedimento para poder hacerlo.

Preparó todo lo necesario en la barra de la cocina y comenzó a mezclar ingredientes.

Al finalizar metió el postre al congelador, limpió los utensilios que había requerido y guardó lo que había usado.

—Ahh está listo, me queda tiempo para meterme a la ducha.

—¿Qué está listo? —cuestionó una voz tras su espalda.

Lo cual le hizo estremecer y dar un pequeño salto en su lugar.
Se giró rápidamente con el entrecejo fruncido.

—¡Mierda, SeHun! ¡No hagas eso! Me espantaste.

—No respondiste mi pregunta. —comentó el menor mientras le miraba fijo, con los brazos cruzados.

—Hice un postre y lo guardé en el congelador. Tan sólo iba a darme una ducha antes para luego arreglarme e ir por tu hermano. También tengo ya lista la cena.

Los hijos del señor Zhang. » HunHo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora