One-shots para Melilovers LGBT+

Merry me.

Ship: Meliodas x Male!Elizabeth.

Género: Yaoi.

Contenido: Fluff, Fluff y Fluff. 💕

*

Un día, en uno de mis ratitos de ocio, vino a mi cabeza una pregunta que, seguramente, muchos de ustedes se han hecho también: ¿Y si Elizabeth fuese chico?

Sí, chico. Con un pipisote y dos nueces colgando; con abdomen marcado, brazos fibrosos y... (le da un paro cardíaco con esa imagen mental) 💕🔥 ¡bueno, ustedes comprenden!

Bien, pues en este pequeño OS que les traigo nos encontramos con una situación de ese estilo. Elizabeth deja de ser Elizabeth para convertirse en Elías Liones, un chico que desea casarse con su novio, Meliodas, quien parece poco dispuesto a darle el sí.

No, lamentablemente todavía no traigo lemmon y escenas suculentas, ajio, ajio, pero tengan por seguro que sí esta entre mis planes hacerlo. 😁

Sin más que añadir, los dejo leer. 💕

*

Revolviendo de manera manual todos los ingredientes dentro del bol, mientras agitaba las estrechas caderas en una agraciada danza, Elías, ataviado con su pijama de gatitos y su delantal de encaje y listones rosados, cantaba de forma animada la canción en inglés que, en ese instante, se reproducía a todo volumen en su móvil.

Apenas el despertador había sonado aquella mañana, él se había levantado de la cama para ponerse manos a la obra con el pastel de chocolate que, desde hacía un par de días atrás, planeaba hornear como obsequio de aniversario para Meliodas, quien fuese su novio desde comienzos de la preparatoria.

Ocho años eran los que ellos llevaban juntos ya; ocho años que Meliodas llevaba soportándolo en una intensa y peculiar relación en la que, por supuesto, los buenos momentos siempre habían primado sobre los malos.

Fue un largo y sonoro bostezo el que acabó por indicarle que su momento de soledad en la cocina había llegado a su fin, por lo que frenando todas sus acciones, Elías levantó el rostro y le obsequió a su novio la sonrisa más encantadora que tenía en su basto repertorio.

—Buenos días, Mel —lo saludó entonces, limpiándose los largos dedos con ayuda de un trapo.

Los perezosos labios de su novio se elevaron con suavidad, y pronto, se acercó hasta él para abrazarlo desde la espalda y plantarle un beso tronado en esta.

—Haz salido temprano de la cama hoy, cariño —señaló Meliodas, aferrándose a su cintura para, seguramente, evitar perder el poco equilibrio que poseía en aquel estado.

Divertido por las actitudes de su pareja, Elías dejó escapar una risa nasal, girando ligeramente el torso para poder bajar la mirada y observar los párpados cerrados de su novio.

—Necesito estar listo. ¿Qué tal que este año al fin te dignas a darme el «sí»? —le explicó a este, poniendo aquella tierna expresión en su rostro que, como bien sabía, conseguía doblegar a su novio siempre.

Aun así, Meliodas tan solo abrió uno de sus ojos y le sonrió de medio lado, regalándole después una mordida nada cariñosa en el brazo, la cual le arrebató un gritito de dolor.

—Siento decepcionarlo, señor Liones, pero este año mi respuesta vuelve a ser «no». Y ahora, será mejor que se apresure o se quedarán sin croissants en la cafetería —concluyó este, apartándose de su lado para desaparecer de su vista en cuanto se adentró por el pasillo que llevaba al cuarto de baño.