Capitulo 12

1.3K 65 1
                                    


—Ese esta bueno. —Alessia señaló a un hombre que iba pasando.
Un rubio con un bronceado realmente artificial, piernas marcadas y trasero enorme pasaba frente a nosotros.
—Para nada es mi tipo, es muy... corriente. —murmuré.
—Claro, tu estas acostumbrada a un hibrido, a un dios griego, a un hombre magnético e impresionantemente...
—Alessia. —la interrumpí. —Creo que esto no va funcionar, no soy capaz de engañarlo, porque simplemente no hay ningún hombre que me guste, solo él.
Después de mi descabellada e impulsiva idea de "pagarle con la misma moneda" Alessia y yo salimos a un bar muy popular de la ciudad a buscar a "el elegido"
Sin embargo, frente a nuestra mesa habían desfilado más de 100 hombres, sin exagerar, pero absolutamente ninguno llamaba ni en lo más mínimo mi atención.
—Vamos _____, sé que no es bueno, pero ese cabrón se paso al engañarte con una mujer cuyas tetas son más grandes que su coeficiente intelectual.
—Vámonos Ale, aquí no vamos a encontrar nada. —suspiré rendida. —Si llega alguien con quien pueda tener una aventura, bien recibido, si no yo no lo voy a buscar.
—Este bien. —tomó su bolsa y sacó de ella un billete, lo puso en la mesa y yo hice lo mismo para pagar lo mío, luego nos fuimos.
—Prométeme que no te vas a rendir. —me dijo cuando estábamos en la entrada de la casa.
Sinceramente me había pasado tan solo un poco con la bebida, Alessia dijo que era mejor que ella me trajera a casa, o podía pasar un accidente.
—Te lo prometo. —le sonreí.
Alessia me devolvió el gesto, le sacó el seguro al auto y yo bajé, me despedí con la mano y tambaleando llegue a la entrada de la casa.
Al abrir la puerta todos se encontraban en la sala, Harry se acercó a mi furioso y me tomó de los hombros.
— ¿Cómo se te ocurrió dejar a nuestro hijo ciego solo? —gritó.
—Suéltame. —susurré.
—Tu aliento huele a alcohol. —me soltó y caminó hacia adelante con las manos halando sus risos.
—Buenas noches. 
No dije nada, subí a la habitación y tomé mi pijama, una almohada y una sábana.
Todas las habitaciones estaban siendo ocupadas por nuestros visitantes, sin embargo cabía perfectamente en la cama de mi hija mayor.
Entré y Louise ya estaba arreglando su cama para acostarse.
— ¿Qué pasa? —preguntó.
— ¿Puedo dormir contigo? Ya sabes la pelea que tuve con tu padre, no puedo dormir en la misma cama que él.
—Mami. —me abrazo. —No me gusta que peleen, me gusta que estén felices como siempre. 
—Tenemos demasiados problemas Louise, yo creo que...
—Por favor no se separen. —dijo rápidamente. —Todos mis amigos son de padres separados, incluso algunos, se separaron cuando ni siquiera nacían. Me siento tan afortunada de tener casi 17 y que mis padres sigan juntos con la mierda que es el mundo, por favor mami, no se separen.
Reflexione mientras intentaba dormir, separarse definitivamente no era una opción, mis hijos no lo soportarían, mucho menos Mick, que se encontraba mal por su reciente discapacidad, una noticia así podía hacer que entrara en depresión.
Finalmente logré quedarme dormida
Al despertar Louise ya no estaba a mi lado, me levanté un poco perdida y miré a todas partes, ojala hubiese sido un sueño y yo estubiera a lado de mi esposo ahora mismo.
Me levanté de la cama y caminé descalza hasta mi habitación, en el reloj señalaba las 8, seguramente Harry ya no estaba en casa.
Abrí despacio la puerta y me sorprendí al verlo en la cama acostada boca arriba con una enorme sonrisa, de esas tontas sonrisas de adolescente enamorado.
—Muero por tenerte entre mis brazos de nuevo mi vida, te amo. 
Creí haber escuchado el sonido de mi corazón rompiéndose, intenté caminar afuera pero mis piernas simplemente no respondían, mis articulaciones se sentían muertas, muertas como lo estaba yo ahora mismo. 
¿Nunca has conocido a esa persona que acelera tu respiración con una mirada, que con una palabra puede hacer que cambies de humor, que incluso darías la vida por él o ella y que sientes que sin el la vida no es vida? Ahora imagina, descubrir que esa persona, ama a alguien, alguien que no eres tú.
El sonido de su risa resonó en mis oídos.
—No hay mujer más perfecta que tú, preciosa.
Puse mis piernas en reverso como pude, caminé unos pasos hasta salir de la habitación y cerré la puerta cuidando no hacer ruido.
Estaba tan ensimismado que ni siquiera había notado mi presencia.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al tiro, me abrasé a mi misma y me dejé caer al piso.
—¡_____! —escuché que gritaban mi nombre.
Vi a un rubio que reconocería donde sea, Niall.
—Me siento terrible.
— ¿Quieres ir a un hospital? ¿Qué te duele?
—No es nada físico, pero no puedo hablar de eso aquí.
Si mi padre escuchaba mataba a Harry, pero era aún peor que mis hijos lo hicieran.
— ¿Vamos al hotel dónde me estoy quedando?
Simplemente asentí. Sin cambiarme la pijama salí de la casa en compañía de Niall.
El rubio condujo hasta su hotel en el centro de la ciudad, ambos entramos y luego subimos a su habitación.
— ¿Ahora me dirás?
—Harry me engaña.
—Imposible...
Empecé a contarle todo a Niall, desde mis sospechas, hasta las fotos y la llamada de hoy, al final quedo sorprendido.
—No puede ser.
—Si puede ser. —sobé el puente de mi nariz. —De hecho es.
—Ven acá. —me abrazo. — ¿Qué harás?
—Niall, no puedo divorciarme, mis hijos no lo soportarían, menos Mick, el doctor dijo que nada de noticias malas o puede caer en depresión, tengo que esperar a que se recupere como mínimo.
—Sabes que eso puede tardar al menos un año.
—Sí. —murmuré. 
Alcé mi mirada que se cruzó con la de Niall, por el momento y por mi tristeza, me deje llevar por sus profundos ojos mar, miré a sus labios y este también miro a los míos, se acercó lentamente a ellos y yo no puse oposición. Sus labios rosaron los míos, de pronto los atrapo en un profundo beso.
Poco a poco las prendas empezaron a sobrar hasta que ambos quedamos sobre la cama desnudos, esa mañana tuve relaciones con Niall, por primera vez en dieciocho años me estaba metiendo con alguien que no era Harry, sin embargo no pensaba en nadie más que en el rubio mientras me hacía gritar entre las sábanas.
Creo que ya había encontrado al susodicho.

Voten y Comenten Lectoras:3

Chao!

El Mejor amigo de papa 2 ''Harry y tu'' AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora