𝐏𝐑𝐎𝐃𝐈𝐆𝐘; Shokugeki no Sōma

-Capítulo 8.5-

-Punto de vista: ___-

[...]

— ¡Oh Dios! ¡Sin duda el ganador es Yukihira Sōma!

[...]

    Habían pasado algunos días desde aquel encuentro, donde se declaró ganador al pelirrojo. A pesar de ser algo que sospechaba con anterioridad no podía sacarme de la cabeza aquellas palabras, aquella escena, aquella aplastante victoria.

¿Cómo debería reaccionar ante ello? ¿Debería sentirme amenazada? ¿Nerviosa tal vez?

Erina había elegido a la chica por algo: ella sabía que tenía potencial, que tenía talento. ¿¡Cómo es posible que la venciera tan fácilmente!?

— ___-Chan.

La cocina se supone que es mi fuerte... soy el segundo asiento por algo, ¿no? ¿Entonces porque me siento así?

— ¿___? ¿Estás bien?

¿Tengo miedo? Sí, definitivamente lo tengo. ¿Qué pasa si ese chico es mejor que yo?

— ¡___!

¿No estoy capacitada para esto? ¿Mis habilidades culinarias no son suficientes?

— ¡___! ¡___! — Desperté de mi 'transe' al escuchar aquella conocida voz.

— ¿Eh? — Parpadee un par de veces. — Digo, ¿pasó algo Tsukasa-Senpai? — Pregunte volteando a ver al chico.

— No, no. De hecho te iba a preguntar eso mismo. — Dio una pausa de algunos segundos. — ¿Estás bien? Te ves algo distraída.

— Eh, no, tranquilo. Solo estaba pensando en algo. — Le dedique una pequeña sonrisa, comunicándole que todo estaría bien.

— ¿En serio? — Respondió dudoso. — Has estado distraída últimamente, se te ve bastante mal... me preocupas ___-Chan.

Sentí mi cara arder y sonreí inconsciente.

— ¡Tranquilo! Solo estaba pensando en el shokugeki del chico nuevo e Ikumi Mito. — Suspire. — No me gustaría admitirlo, pero me genera algo de inseguridad que lo haya ganado con tanta facilidad, — Empecé a jugar un poco con mis dedos. — digo, que pasaría si yo no... — No pude terminar mi relato, un abrazo me interrumpió.

A pesar de la preocupación que tenía en el momento, correspondí el abrazo y ambos nos quedamos en silencio unos minutos. No sé qué tenía él; pero, por alguna razón, siempre lograba calmarme, me transmitía una sensación de tranquilidad inmensa. Me deje llevar por el abrazo y erre mis ojos, concentrándome solamente en respirar. Los latidos de su corazón me calmaban.

Al cabo de unos minutos el abrazo concluyó y ambos seguimos nuestros labores.

— Gracias. — Susurré con algo de vergüenza.

(Me veré en la obligación de disculparme por mi inactividad, he estado algo ocupada y tampoco he tenido motivación para escribir, pero se viene el arco que más emoción me causa escribir. Btw, este es como un 'capítulo extra' —por ello el .5—. Ni siquiera sé cómo explicar de qué van estos extras, pero creo que se entiende la idea, idk.)