Hello I'm Alice.

Un mes de sorpresas.

  Era sábado y mi móvil sonó a las 11:00.

 -¿Hola?- digo con voz dormida

-Buenos días dormilona. ¿Qué tal has dormido?- me dijo Alex con voz dulce.

-Bueno... no he dormido casi nada. Y tu ¿qué tal has dormido?

-Igual, no he pegado ojo en toda la noche.

-Y tu cara ¿qué tal va?- le pregunte riendo.

-Como siempre, preciosa.- me respondió el riendo.- ¿te apetece que vayamos esta tarde a dar una vuelta? y así nos despejamos un poco.

-Si vale, paso por tu casa y así te llevo la camiseta.

-Vale, ¿te pasas a las 12:00?

-Si vale, nos vemos en un rato.

-vale, adiós, te quiero.- me dijo el con voz dulce

- Y yo a ti.- respondí.

Aún quedaba una hora. Así que me levante, me quite el pijama y me metí en el baño. Me mire en el espejo y me quite el moño. Aún tenía un moratón en la parte de la nariz y un aparato bastante molesto. Me quite la ropa interior y me metí en la ducha.

Cuando acabe me puse el albornoz y fui a la habitación. Fui a mi armario y me puse unos vaqueros, un jersey de lana y una chaqueta. Me puse las deportivas, me peine y me pinte los ojos. Después baje a desayunar.

-Buenos días papa, ¿dónde esta mama?

-Buenos días Alice, ha ido a hablar con una amiga sobre lo del instituto- me contesto mientras me daba una taza de leche.- ¿por qué no nos contaste esto cuando empezó?

-Es que no quería preocuparos, nunca pensé que se iban a poner tan mal las cosas.- le respondí llorando-lo siento mucho, estoy muy asustada.

-Tranquila cariño.- me dijo el abrazándome- todo saldrá bien.

-Vale, gracias por el desayuno. Por cierto he quedado con Alex para dar una vuelta a las 12:00. ¿Te importaría llevarme a su casa?

-Me gusta ese chico, parece bueno, pero que no se pase con mi niña eh- me dijo riendo- tranquila yo te llevo, vamos.

Llegue a su casa a las 12:05, por culpa del tráfico. Fui al portal y pite al 2ºB

-¿Si?- dijo una voz dulce, parecía una niña.

- Hola soy Alice, he venido a ver a Alex.-respondí con voz amigable. La puerta se abrió, entre y me dirigí al ascensor. Cuando llegue al 2º había una niña pequeña junto la puerta.

-Hola peque, ¿puedo pasar?-le pregunte con voz dulce.