Yo tenía unos 15 años cuando mis padres decidieron mudarse a Seattle por cuestiones de trabajo. Como a toda adolescente no me gustaba la idea de dejar atrás a mis amigos, que eran muy pocos, e irnos de la casa en la que crecí.
Aun así acepte el reto de darle una oportunidad a mi nuevo hogar, principalmente por mis padres, ellos siempre estaban haciendo grandes sacrificios por mí, lo mejor que podía hacer por ellos es ir sin problemas.
Era lunes por la mañana y mi madre vino a llamarme para hacer las maletas y arreglarnos con tiempo.
- Cariño levanta que ya son las 7:00- me dijo ella con voz dulce.
- Ya voy mama- respondí yo con voz de dormida.
Me levante y me metí en el baño para ducharme. Tenía una pinta horrible: aún tenía el maquillaje de la noche anterior cuando fui con John y Karen, mis únicos mejores amigos, a la fiesta de despedida que me habían organizado. Tenía todo el pelo enredado y con mechones pintados de color azul y rosa, y un sello en la mano del local al que fuimos.
Me puse mi Ipad con mi lista de reproducción de Maroon 5 y me metí en la ducha. Me quede unos minutos de pie, pensando en que nos repararía el futuro en Seattle. Después de unos minutos empecé a lavarme la cabeza para seguir enjabonándome el cuerpo y acabar.
Me envolví el pelo con una toalla, me puse el albornoz y me dirigí hacia mi cuarto para vestirme. Abrí el armario y busque que ponerme. Al final me decidí y me puse un vestido de flores que me había regalado mi tía por mi cumpleaños y unas converse de color negro.
Me recogí el pelo en un moño un poco despeinado, dejando caer unos mechones de pelo sobre mi cara, me deliñe los ojos como siempre lo hacía y me puse un poco de lápiz de labios rosa y baje a la cocina para desayunar.
Mi padre me había preparado unas tortitas riquísimas para desayunar, a él se le daba genial todo lo que tenía que ver con la cocina.
- Que guapa estas, te sienta muy bien ese vestido- me dijo mi madre - pero no olvides atarte bien ese lazo- me dijo entre risas, siempre se me desataba y me daba muchísima vergüenza.
- Gracias mama, no sería muy bonito presentarme en Seattle con el vestido desatado- le respondí yo riéndome.
- Bueno eso te ayudaría a ligar un poco más- me dijo mi padre mientras me tiraba mi estuche de las gafas.
- Sabes que ligaría incluso sin maquillar- le respondí sonriendo.
Esta clase de conversaciones y de momentos son los que me encantan. Sé que es posible que cuando lleguemos a nuestra nueva casa estos momentos serán muy pocos debido a que mis padres trabajaran mucho, así que aprovecho los que tenemos.
A las 12.00 nos cogimos el bus que nos llevara al aeropuerto. Nuestro avión salía a las 14.00 pero mi madre quería ir pronto para asegurarnos de que no lo perdíamos y que todo saliese bien.
A mi madre le dan pánico los aviones, tenía miedo a que se callera o pasara algo, así que mi padre decidió sentarse con ella. Yo me senté en los asientos de atrás al lado de la ventana, me puse mis cascos con shake it up de Taylor Swift y cerré los ojos. Pero de pronto siento que algo se me cae en las piernas, cuando abro los ojos veo a un chico, no mucho mayor que yo, moreno y de ojos verdes.
-Lo siento mucho- me dijo avergonzado- iba a poner la maleta pequeña arriba y se me escurrió.
- Tra-tranquilo, estoy bien- ¿por qué tartamudeaba? no era la primera vez que veía a un chico, pero la verdad es que era demasiado guapo y majo.
- ¿Viajas sola?- me pregunto con una pequeña sonrisa demasiado perfecta.
- No, viajo con mis padres- le conteste, haciendo un pequeño gesto con la cabeza en la dirección en la que estaban mis padres.
- Me llamo Alex- me dijo con un tono bastante amigable- y tú ¿cómo te llamas?
- Me llamo Alice.
- Me gusta mucho ese nombre, es como Alice in wonderland- dijo el riendo
- Si, a mi madre le encantaba esa película, como comprenderás- respondí riendo
Nos pasamos hablando todo el vuelo. Nuestros hobbies, gustos musicales, libros de lectura, películas, etc. Se podría decir que fue un viaje bastante entretenido.
Cuando llegamos al aeropuerto de Seattle, me dio bastante pena, me hubiese encantado poder quedarme más horas en ese lugar con el compartiendo opiniones y haciendo chistes bastante malos. Pero todo quedó en eso en una historia más que contar.
Tardamos una hora y media en llegar a nuestro apartamento. Era muy bonito la verdad, tenía dos habitaciones con baño, una cocina bastante grande, un salón precioso muy bien decorado, un despacho y una habitación pequeña que luego sería mi cuarto de dibujo.
Lo primero que hice fue ir a ver mi cuarto. Era bastante grande, comparado con mi antiguo cuarto, tenía una terraza que daba al patio interior y un armario muy espacioso. Deje la maleta en la cama y me puse a deshacerla guardando la ropa en el armario, mis cremas y toallas en el baño y mi gran colección de libros en una estantería enorme al lado de mi escritorio. Después de haber hecho todo me fui a la cama porque estaba agotada del viaje.
Al día siguiente me puse a decorar mi cuarto: puse posters, marcos de fotos mías de pequeña, fotos con mis amigos, pinte algunas cosas en la pared y limpie el polvo de las estanterías y del escritorio.
De momento todo iba bastante bien.
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Hello I'm Alice.
Fiksi RemajaHola, me llamo Alice y tengo veinte años. Vivo en un pequeño edificio en Seattle y soy una chica bastante alegre, o eso intento, amable con quienes lo sean conmigo,que a lo largo de estos años no han sido muchos ahora que lo pienso. Nací un 24 de ma...